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miércoles, 16 de octubre de 2013

PENAS DE LA VIDA TRANSFORMADAS EN BENDICIONES...


PENAS DE LA VIDA TRANSFORMADAS EN BENDICIONES.

El modo en que los agravios y las penas de la vida son transformadas en bendiciones.

Debe sonar extraño decir que la alegría es fruto de nuestra elección. Con frecuencia nos imaginamos que hay personas más afortunadas que otras y que su alegría o su tristeza depende de las circunstancias de la vida, las cuales quedan fuera de nuestro control. Y, sin embargo, elegimos; no tanto las circunstancias de nuestra vida cuanto la manera de responder a estas circunstancias. Dos personas pueden ser víctimas de un mismo accidente. Para uno, este se convierte en fuente de resentimiento; para otro, en fuente de agradecimiento.

Las circunstancias externas son las mismas, pero la elección de la respuesta es completamente distinta. Hay gente a la que se le agria el carácter cuando se van haciendo mayores. Otros, en cambio, envejecen con gozo. Esto no significa que la vida de aquellos cuyo carácter se va amargando haya sido más dura que la vida de los que viven contentos. Significa que se han hecho opciones diferente, opciones íntimas, opciones del corazón.

A veces el camino puede resultar estéril, o tornarse dificultoso. El dolor nos sorprende y transitamos sombríos valles de pesar. Otras veces, por el contrario, atravesamos felizmente verdes praderas y encontramos frescos manantiales que nos invitan a detenernos y a suspender la marcha. La dicha nos saluda de cerca, bajamos la guardia y sólo la disfrutamos... El camino se cubre de frondosos árboles y una delicada brisa nos acaricia el alma. Pero ya sea en la claridad del día o en las oscuras noches, en la pobreza o en la riqueza, el pan es el alimento del cual no nos podemos privar en nuestro peregrinaje: sustenta, restaura, fortalece y nutre. Ese pan para el alma son aquellas palabras, conocimientos, reflexiones, sabiduría del corazon que hace resonancia con nuestro Ser, eso que precisamente nuestra alma requería en el debido momento.... En el perfecto tiempo de Dios para acompañarnos día a día en el camino.


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