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lunes, 16 de julio de 2018

LOS HIJOS NO SE VAN......



LOS HIJOS NO SE VAN, es la vida la que se los lleva…

Hay que aceptarlos con esa condición, hay que criarlos con esa idea, hay que asumir esa realidad.
No es que se van… es que la vida se los lleva.

Ya no eres su centro ...Ya no eres propietario, eres consejero.
No diriges, aceptas ... No mandas, acompañas ... No proyectas, respetas.

Ya necesitan otro amor, otro nido y otras perspectivas.

Ya les crecieron alas y quieren volar ... Ya les crecieron raíces y maduraron por dentro ... Ya les pasó las borrascas de la adolescencia y tomaron el timón ... Ya miraron de frente la vida y sintieron el llamado para vivirla por su cuenta ... Ya saben que son capaces de las mayores aventuras y de la más completa realización.

Ya buscarán un amor que los respete, que quiera compartir sin temores ni angustias las altas y las bajas en el camino, que les endulce el recorrido y los ayude en el fin que quieren conseguir.
Y si esa primera experiencia fue equivocada, tendrán sabiduría y las fuerzas para soltarla, así, otro amor les llegará para compartir sus vidas en armonía.

Tienen un camino y quieren explorarlo, lo importante es que sepan andar lo, tienen alas y quieren abrirlas ... Lo importante es el corazón sensible, la libertad asumida y la pasión a flor de piel.

Tú quedas adentro, en el cimiento de su edificio, en la raíz de su árbol, en la corteza de su estructura, en lo profundo de su corazón. Tú quedas atrás. En el beso que les mandas. En la oración que los sigue. Tú quedas siempre en su interior, aunque cambies de lugar.

domingo, 15 de julio de 2018

ERES UN ILUMINADOR DE CORAZONES



ERES UN ILUMINADOR DE CORAZONES

La luz engendra a la luz.
El amor engendra al amor.
Esa es la historia completa de la existencia.
Esa es la trama de la vida.
Sin embargo, tú aún piensas que la vida es una situación apremiante.

¿Y si acaso supieras que existe una Gran Luz que te ilumina?
¿Y que cuando dos Seres Humanos se encuentran, ellos son como dos palillos pegados juntos por una Mano No Vista, y entonces encienden, una y otra vez, dos llamas que se funden en una sola?

¿Y si cada persona que conocieras fuera como una especie de nota adhesiva que te recuerda que tu luz está encendida?
La luz que reside dentro de ti solamente puede estar encendida.
Únicamente parece que se opaca debido a irrelevancias.

Tu tarea parece ser la de aclarar tu luz para que otros puedan verla fácilmente. Esto es lo más sencillo por hacer.
Y habrá algo en los ojos de los demás que te hará saber que tú lo has logrado.
Y sin embargo, tú no tienes que ver esa luz sensible.

No estás aquí para conseguir señales de que has triunfado.
Estás aquí para responder a Mi llamado de irradiar más luz.
Cuando lo hagas, sentirás una respuesta dentro de ti mismo que dirá,
"Sí, es ésta. Ésta es la señal indicada".

Eres un iluminador de corazones.
Tu corazón se ilumina, y ahora compartes tu luz.
¿Qué tan difícil puede resultar hacer esto?
Recuerda que tu llama arde por Mí y no por los otros, aunque ellos también sean beneficiados con ella.

Silenciosamente, vives para Mí, y así sigues Mi Voluntad.
No es difícil conocer Mi Voluntad.
Yo te acabo de decir lo que es.
También te he dicho que es lo que tú más ansias hacer, ya que Nuestras Voluntades están alineadas.

Tu verdad no está separada de la Mía.
Las tangentes no son tu voluntad.
Ellas simplemente te distraen de tu voluntad.
Tú eliges los detalles de tu vida.
Pero no eliges el propósito de la misma.

No tienes otra opción más que difundir luz.
Tú batallas en causas perdidas cuando piensas que existen otras opciones.
Y cada vez que intentas algo nuevo, lo descubres.
No por lo que te ocurra en el exterior, sino por lo que te suceda interiormente.

Tu vida no se edifica a partir de lo que te sucede.
Tu vida se edifica a partir de tu luz y de cómo la haces brillar.
Eso no requiere esfuerzo.
Más bien es evitar al esfuerzo, el cual a menudo quiere determinar algún resultado en particular.

Pero tú no estás tan preocupado por los resultados, ya que eres un iluminador.
¿Cómo brilla la luz?
Tan solo brilla.
No tiene miedo de hacerlo.
No piensa en que harán los otros con ella.

La luz es luz, y está hecha de si misma.
Tú reflejas tu luz.
La estás reflejando ahora mismo mientras lees estas palabras.
Tu luz se impregna a través de toda existencia.
Se irradia hasta la estrella más lejana, porque tú eres el eco de una estrella.

¿Qué puede hacer una estrella más que brillar?
Reflejada en Mi luz, emite Mi luz.
¡Qué feliz que es una estrella!
Considera a cada estrella del cielo nocturno como un destello de Mi luz irradiado a través de ti.

O considera a cada estrella como a una vara sostenida en Mi mano para exaltar tu luz. La luz es recíproca.
También es interminable.
Infinita y circulante.

La luz se extiende a través de todo.
Corta el acero.
No existen los límites para la luz.
La luz viaja al mismo tiempo en que se queda en el lugar.

Tú eres la velocidad de la luz.
Y eres un viajero de la luz.
Y eres la luz que nunca se mueve.
Tú irradias luz.

Y ahora piensa en esto:
Es Mi luz la que tú irradias.
¿No es eso maravilloso?
¿Cómo te hace sentir eso?
¿Estás contento al saber que eres un privilegiado dentro de un universo de seres privilegiados?
¿Estás contento al saber que tú eres la luz entre muchas luces?
La luz es la verdad acerca de ti, y no todas las demás cuestiones.


*Fuente, autoria y cortesia de la nota, por: Roberto Trevilla Baz.