El lenguaje de los sueños ofrece una oportunidad para el auto-conocimiento, y es un instrumento de crecimiento personal que permite que las personas se liberen de viejas y malas actitudes del pasado.
Luego de aprender a recuperar e interpretar el sentido de los sueños es tiempo de tomar un rol activo en los estados de consciencia mientras se duerme. De este modo, se pueden cambiar el final de un sueño negativo en positivo, como también programarlo desde cero para que éste se cumpla en la vigilia.
Los seres humanos poseen una capacidad, en la mayoría de los casos latente o dormida, para intervenir en el relato onírico en función de los efectos que se desean provocar.
A este fenómeno se lo llama “sueños lúcidos”, y consiste en que el durmiente permanezca consciente de su estado onírico e interactúe a través de su mente con los hechos que se suceden en el sueño de manera tal que pueda transformarlos o proyectarlos a su gusto. Este tipo de sueño resulta estimulante, ya que demuestra el poder que tienen las personas para dominar los acontecimientos que ocurren durante su vida.
Antes de ingresar en un sueño lúcido hay que saber cuál es el propósito de esa entrada. Una vez en el sueño, es posible tener el control, dar órdenes y cumplir con el objetivo impuesto antes de dormir. Hay muchas posibilidades, y a veces, pese a estar consciente de que se está soñando, el soñante es incapaz de manejar el sueño. Pero si lo hace puede elegir: volar, atravesar muros, leer y recordar lo leído, hacer aparecer y desaparecer personas, movilizar objetos con la mente, entre otras cosas.
Ahora mismo,¿Estás soñando?
Los sueños lúcidos son aquellos sueños en donde nos damos cuenta de que estamos soñando.
"LOS SUEÑOS, SIENDO UNA GRAN RESERVA DE CONOCIMIENTO Y EXPERIENCIA, SON A MENUDO NO CONSIDERADOS EN SU CUALIDAD DE VEHÍCULOS PARA EXPLORAR LA REALIDAD".
- TARTHANG TULKU RINPOCHE -
"SIEMPRE RECONOCE LA CUALIDAD ONÍRICA DE LA VIDA, REDUCIENDO EL APEGO Y LA AVERSIÓN. PRACTICA LA AMABILIDAD CON TODOS LOS SERES. SE AMABLE Y COMPASIVO, SIN IMPORTAR QUE TE HAGAN LOS DEMÁS A TI; LO QUE TE HAGAN NO VA A IMPORTAR MUCHO SI MIRAS TODOS COMO UN SUEÑO. EL TRUCO ES TENER UNA INTENCIÓN POSITIVA DURANTE EL SUEÑO. ESTE ES EL PUNTO ESENCIAL, ESTO ES LA VERDADERO ESPIRITUALIDAD".
- CHAKDUD TULKU RINPOCHE -
"TODO LO QUE VEMOS NO ES SINO UN SUEÑO DENTRO DE UN SUEÑO".
- EDGAR ALLEN POE -
"QUE EL DORMIR SEA EN SI MISMO UN EJERCICIO EN LA PIEDAD, YA QUE TAL COMO LO SON NUESTRA VIDA Y CONDUCTA, POR NECESIDAD TAMBIÉN LO SON NUESTROS SUEÑOS."
- SAN BASILIO -
Los niveles de lucidez onírica
Primero que nada, ¿qué es la lucidez? Bueno, se podría definir como la claridad, nitidez y distinción que se tiene de la experiencia consciente. En términos sencillos, viene a ser la "claridad" de nuestro estado mental.
La única gran diferencia entre un sueño común con un sueño lúcido viene a ser la clara percepción de que estamos soñando, lo cual nos da una completa libertad de acción dentro del sueño; y no solo eso, sino que como veremos más adelante, en los sueños lúcidos se producen una serie de fenómenos que definitivamente no se presentan en sueños normales, lo que da bastante para especular.
Regresando al asunto de la lucidez, se distinguen diferentes etapas o niveles de lucidez mientras dormimos, lo que a su vez está asociado con un diferente grado de control en nuestros sueños. Incluso si nos encontramos completamente lúcidos, en algunos casos es posible que no tengamos control significativo sobre el sueño, pero de todas maneras se puede disfrutar enormemente la experiencia "sabiendo" que estas soñando y seguros en nuestra cama durmiendo.
Estado pre-lúcido
Hay algo en el sueño que sentimos que definitivamente no esta bien; algo le ocurre a la "realidad" pero no sabemos con certeza qué es. Estamos al borde de un sueño lúcido, pero aún no llegamos a el. Esta etapa es buena para despertar y reconocer esas cosas que debieron habernos "despertado" en el sueño.
Bajo nivel de lucidez
Por unos momentos nos damos cuenta de que estamos soñando, pero antes de poder disfrutar de la realización, nos sentimos "absorbidos" por algún acontecimiento en el sueño y perdemos la oportunidad. Regresamos a soñar normalmente.
Alto nivel de lucidez
Estamos completamente conscientes de que estamos soñando, y de que todo lo que nos rodea es parte de un sueño. Las percepciones son increíblemente claras; podemos incluso interactuar con el entorno y las personas a nuestro camino, sin perder la conciencia de que nos encontramos en un entorno onírico. Podemos alterar "mágicamente" en cierto grado nuestro entorno, y realizar cosas que en la vigilia serían imposibles, como volar.
Lucidez absoluta
Permanecemos conscientes en todo momento, incluso mientras nos quedamos dormidos; no hay saltos o "vacíos" en la continuidad de la conciencia. Este nivel de lucidez está asociado a casos de un control total en los sueños, como el que dicen tener algunos maestros de meditación budistas.
Historia de los sueños lúcidos:
Como veremos, los sueños lúcidos han sido conocidos y utilizados por contemplativos a lo largo de la historia. Debido a su naturaleza más bien esotérica, solamente durante las últimas décadas el público general ha tenido contacto con su práctica, antes relegada a monjes y contemplativos que los usaban principalmente con fines místicos y religiosos.
El recuenta más antiguo de un sueño lúcido, corresponde al relatado por San Agustín de Hipona, en una carta escrita para el 415 D..C., en donde cuenta como un ángel lo "despertó" en un sueño para mostrarle que la percepción no dependía del cuerpo sino que del espíritu o la conciencia, demostrándole que podía experimentar la realidad que le mostraban mientras su cuerpo yacía dormido con los ojos cerrados en su cama.
Ya para el siglo octavo, los monjes tibetanos practicaban una forma de yoga basada en la mantención de la conciencia durante las diversas fases del sueño; a esta práctica la llamaban el yoga del sueño. Uno de sus fines era el reconocimiento de la naturaleza ilusoria de todos los fenómenos, para que las experiencias que se tienen al momento de morir no abrumen al practicante. La finalidad última de la práctica era el reconocimiento de "la luz clara" durante el sueño profundo, equivalente al estado de iluminación que luego se podía alcanzar en todos los estados, la vigilia, el sueño y el sueño profundo sin contenidos.
La primera persona en occidente que especuló sobre la posibilidad de que los sueños lúcidos fueran una habilidad capaz de ser aprendida por cualquier persona fue el Marqués d'Hervey de Saint-Denys. En 1867 publicó su libro "Los sueños y como dirigirlos; observaciones prácticas", en donde documentó sus propios descubrimientos y experiencias.
El termino en si mismo "sueño lúcido", fue introducido por el autor Danés Frederik van Eeden en su libro publicado en 1913, "Un estudio de los sueños".
Durante los años 50, se reportó que la tribu cazadora de los Senoi en Malasia, usaban los sueños lúcidos como una forma de integración y crecimiento psicológico y espiritual. Creían que el mundo espiritual estaba íntimamente unido al mundo de los sueños, y se les enseñaba a los más jóvenes a conquistar el peligro y a los enemigos. Lamentablemente se ha perdido casi todo lo relativo a estas antiguas prácticas tradicionales de la tribu.
En otros lugares, los chamanes utilizaban ampliamente los sueños lúcidos para establecer contacto con los espíritus guías, trayendo de vuelta de sus "viajes" por el mundo onírico respuestas y ayuda para la comunidad.
En Australia, los aborígenes viajaban al mundo de los sueños, en donde creían se encontraban con los espíritus de los ancestros, creadores del mundo. Sus representaciones del espacio de los sueños incluyen puntos y rayas de colores con intrincados patrones, como los que se pueden observar al quedarnos dormidos de manera conscientes; es interesante observar que estos patrones además se pueden ver en meditación profunda, desde la vigilia, lo que sugiere una similitud en las características de la meditación y el sueño lúcido, considerando que muchas otras experiencias son compartidas.
La ciencia y los sueños lúcidos:
Hasta la década de los 70's, hablar de los sueños lúcidos era un asunto relegado solo a cerrados círculos esotéricos y tradiciones contemplativas, en donde ni siquiera a los devotos novatos se les hablaba abiertamente sobre el tema; era una práctica solo para verdaderos iniciados.
La primera vez que se abordó el tema de manera científica, fue para 1968, en el libre "Lucid dreams", escrito por Celia Green. En el texto se analizó la experiencia de sujetos experimentales como de la literatura, y se pudo concluir que la lucidez onírica era una experiencia válida, diferente a la de un sueño ordinario. Además especuló sobre una serie de asuntos que resultarían ser ciertos, como por ejemplo la asociación del fenómeno con la fase REM del sueño.
Aún la ciencia no reconocía el fenómeno como válido o digno de estudio; se pensaba que los sueños lúcidos no eran más que alucinaciones producidas por relajación en la vigilia. No se podía aceptar la formula conciencia + sueño, o era lo uno, o lo otro, pero no todo a la vez.
Solo durante la década de los 70's, surgieron evidencias a favor del fenómeno, cuando los investigadores como parapsicólogo Keith Hearne utilizaron el hecho de que los músculos de los ojos continúan activos durante el sueño REM (a diferencia del resto del cuerpo, que en condiciones de sueño normal queda paralizado), para realizar pruebas con soñadores lúcidos en donde les pedían que replicaran un determinado patrón de movimiento de ojos durante la experiencia onírica. Luego se verificaba el patrón con lo acordado, junto con los demás datos biológicos registrados del voluntario, para así comprobar que efectivamente se encontraba soñando mientras daba las señales.
Además estos movimientos "pre-acordados" servían, y aún sirven, para investigar que es exactamente lo que ocurre en el cerebro del soñador justo en el momento en que el sueño se torna "lúcido". De todas maneras, durante esa época los resultados de los experimentos no fueron ampliamente distribuidos ni reconocidos.
Solo durante los años 80, se estableció consenso científico sobre la validez del fenómeno, cuando Stephen Laberge, de la Universidad de Stanford, llevo a cabo sus experimentos en laboratorios del sueño, como parte de su disertación de doctorado. LaBerge continua sus experimentos en la actualidad en aquella Universidad, y se han refinado ampliamente los métodos para establecer y catalogar adecuadamente el fenómeno.
Cómo recordar los sueños
Uno de los primeros pasos en el camino de la lucidez onírica, consiste en el recordar lo soñado durante la noche. Esto porque de partida, ¿de qué serviría tener un sueño lúcido si después no vamos a recordar la experiencia?.
Comúnmente las personas no recuerdan casi nada de lo que ocurre durante la noche, a pesar de ser tremendamente significativo, no porque sea algo extremadamente difícil, sino que porque nuestra atención está enfocada en las actividades diurnas y externas que realizamos. Esto es normal al comienzo, y esta "traba" al mundo de los sueños puede ser fácilmente superada enfocando nuestra atención un poco más hacia adentro.
Antes de dormir, lo primero que debemos hacer es aclarar un poco la mente. Esto lo puedes lograr enfocando por unos minutos tu atención en la respiración, dejando que los pensamientos pasen por tu cabeza sin retenerlos o elucubrar sobre ellos, como si fueran nubes que pasan por el cielo de tu conciencia. Esto es una técnica clásica de meditación. Si lo anterior no te resulta cómodo puedes intentar visualizar algún lugar agradable e intentar disfrutar y relajarte en ese lugar mental, o puedes rezar de acuerdo a tu credo religioso. Todas estas cosas ayudan a despejar la mente.
Una vez que sientas que la actividad "frenética" de la mente ha decantado un poco, y sientes cierta claridad interior, el siguiente paso es proponerte recordar tus sueños cuando despiertes, o más bien, proponerte "recordar" que tienes que "recordar" tus sueños al despertar; suena bastante extraño, pero es así - al comienzo es típico proponerse recordar los sueños pero al despertar se nos olvida, y después de un rato después de haber despertado es muchísimo más difícil el procedimiento.
Un "tip" muy útil es que al despertar, intentemos por unos momentos permanecer completamente inmóviles mientras recordamos nuestros sueños. Está demostrado que de esta manera los cambios que se dan en nuestros cuerpos y cerebros al pasar del sueño a la vigilia se dan de manera más gradual, lo que facilita el acceso a la memoria de los sueños; los cambios bruscos en la química de nuestro cerebro hacen difícil recordar nuestros sueños, tal como se ha visto en los laboratorios del sueño.
Por último, un consejo importante es no decepcionarse con los primeros resultados. Es normal al comienzo solo recordar pequeños fragmentos o sensaciones. Con el tiempo y la práctica es posible recordar no solo sueños completos, sino que varios sueños durante la noche, hasta cuatro o cinco, con todos los detalles. Es un arte que requiere de práctica y disciplina.
Con la práctica, en teoría todos podemos llegar a tener lucidez absoluta en nuestros sueños.
Escribe un diario de los sueños:
Ahora ya sabemos lo básico y seguramente ya podrás recordar algunos sueños con más facilidad si sigues los consejos del artículo anterior. El siguiente paso es sumamente útil para la mayoría de las personas; llevar un diario con tus sueños estimula al subconsciente haciéndole saber que los sueños son importantes - el mismo hecho de saber que debes llevarlos al papel estimula su memoria.
Entre las opciones que debes barajar para ir registrándolos, está la clásica libreta o diario, y también una grabadora; hay las hay digitales y son muy fáciles de usar. Otra opción es el escribir los sueños directamente en la computadora. Algunas personas los graban primero con su voz, para luego con más tiempo pasarlos a la computadora. No importa el método que uses, lo importante es que seas consistente para que este verdadero entrenamiento de la memoria onírica tenga efectos acumulativos en el tiempo.
Si usas una libreta o grabadora, lo ideal es que las mantengas al costado de tu cama, siempre en el mismo lugar, para tener la comodidad de alcanzarlos al despertar sin mayor esfuerzo ni tiempo perdido; las memorias de nuestros sueños suelen ser bastante "volátiles", se desvanecen con facilidad.
Entonces el procedimiento es así de sencillo: nos despertamos, recordamos nuestro sueño, y luego lo escribimos o grabamos. Si al comienzo solo recordamos vagas sensaciones o sentimientos, eso está bien, entonces escribimos eso. Con el tiempo y la práctica es posible alcanzar una gran maestría en esto de recordar los sueños, como lo comentamos en el artículo anterior. Practicantes avanzados, incluso son capaces de mantener la lucidez onírica durante toda la noche, a través de todos los sueños y fases del dormir, pero vamos paso a paso...
Reconoce los signos, ¡estás soñando!
Ahora que ya sabemos como recordar nuestros sueños, y además llevamos un diario o registro de los sueños que vamos teniendo, podemos seguir con el primer gran paso hacia la lucidez onírica, el reconocer los signos que más adelante nos van a decir de que estamos soñando, liberándonos de la ilusión, o más bien dicho liberándonos a la ilusión.
Revisa tu diario frecuentemente, y comenzarás a detectar temas y experiencias recurrentes en los sueños. A medida que los encuentres, anótalos en un listado aparte, y comienza a clasificarlos. Cada persona tiene sus propios signos y temas que se repiten, por lo que debes prestar total atención al contenido de tus sueños para reconocer estos patrones.
Te puedo ayudar compartiendo mi propia clasificación que he catalogado con el tiempo de práctica; la mayoría de estos temas por lo que he investigado son bastante recurrentes en muchas personas. De todas maneras debes buscar los tuyos propios:
Lugares del pasado:
Es común que los sueños tengan lugar en escenarios prestados de tu pasado, por ejemplo la casa de tu infancia o el lugar al que visitabas en los veranos durante tu juventud. También es posible que la trama se desarrolle en tu antiguo colegio o universidad. Al subconsciente le encantan estos lugares, sobretodo si tienes buenos recuerdos de ellos.
Personas del pasado:
El encuentro poco probable con personas que no has visto hace demasiado tiempo es otros elemento típico. También puede ser con algún ser querido que haya fallecido ya en el pasado - este último caso te permitirá, cuando seas capaz de alcanzar la lucidez, de entablar conversaciones y disfrutar junto a ellos de un buen rato en el mundo de los sueños...
Situaciones del pasado:
Es común encontrarse en situaciones típicas de otros momentos en tu vida, que a veces pueden ser incluso apremiantes; por ejemplo si estuviste en la universidad cursando una exigente carrera por muchos años, es muy probable que de tanto en tanto te encuentres dando algún examen; esto también le ocurre a los escolares. En este caso imagínate, la lucidez te libra de tener que dar un examen demás en tu vida, que podría ser mejor...
Vibraciones en el cuerpo o en el entorno:
Este es un signo útil para esos momentos en que nos estamos quedando dormidos o justo al despertar. Incluso puede que te encuentres completamente paralizado, ya sea en algún escenario en tus sueños, o tendido en tu cama, sin poder ni hablar. Paradójicamente, si reconoces este signo, es el mejor momento para comenzar un sueño lúcido o una experiencia fuera del cuerpo (OBE, "Out of Body Experience", lo que por supuesto es una tema que debe ser estudiado por la ciencia para ser validado apropiadamente; esto lo discutiremos más adelante), dado que en estos momentos nuestro cuerpo permanece dormido pero nuestra mente está "despierta" - todas las noches durante nuestros sueños nuestro cuerpo naturalmente se paraliza, para que no actuemos nuestros sueños; a veces nuestra mente o conciencia "despierta" un poco antes, y puede ser aterrador el no poder moverse ni hablar - por el otro lado, para un soñador lúcido es una espectacular oportunidad para comenzar un gran viaje.
En ocasiones se pueden percibir vibraciones en el entorno, como si lo que nos rodeara estuviera "vivo". Esto también puede ocurrir en sueños, e incluso una sensación de profunda comunión con lo que nos rodea; este puede ser otro signo onírico.
Cambios bruscos de escena:
Es típico de la realidad onírica, que sigue sus propias reglas; estamos en un lugar, haciendo lo que sea, y de pronto nos encontramos en un lugar completamente diferente, haciendo otra cosa, y "algo" no calza, pero no sabemos exactamente que es. No tenemos un claro recuerdo de como llegamos al lugar donde estamos. Excelente signo para despertar.
Objetos o situaciones bizarras:
Al mundo onírico le encanta ser "extremadamente" creativo. Es posible que nos encontremos intentando abrir una puerta usando como llave una hermosa pintura que acabamos de terminar, o que un amistoso o también temible dinosaurio nos acompañe al trabajo. En los sueño, todo puede ser. Estas situaciones "imposibles" pare le mundo de la vigilia, son también un muy útil despertador.
Estos temas son los más recurrentes en mis sueños, pero también es común para muchos el encontrarse cayendo sin parar, el funcionamiento bizarro de electrodomésticos (por ejemplo los relojes en los sueños suelen mostrar extraños símbolos en vez de la hora), encontrarse desnudo.... Debes buscar por tus propios "despertadores".
Este paso es más que una simple práctica preliminar. Es bastante común comenzar a tener sueños lúcidos después de haber reconocido algunos temas claves en nuestros sueños. Esta forma de lucidez recurre a la memoria y al reconocimiento de situaciones externas; en etapas más avanzadas, es posible alcanzar o más bien mantener constantemente la lucidez a través de la "eseidad" de la realidad que se experimente - un concepto difícil de explicar, pero es el reconocer un sueño "porqué si" - sencillamente sabes que estás soñando cuando duermes. Esto sobrepasa el alcance del artículo, pero es un interesante tema relacionado con la meditación y la penetración en la esencia de la realidad.
Algunos puntos importantes antes de ingresar al sueño lúcido:
● Aprender a recordar los sueños es un proceso que, si se practica con constancia, resultará con éxito.
● No se puede tener un sueño lúcido si no se recuerdan los sueños.
● Hay que tener la intención de recordar los sueños antes de acostarse. A algunas personas con eso les basta.
● Una vez despierta la persona debe preguntarse: ¿Qué soñé?
● Debe tener un diario de sueños al lado de la cama y anotar en él todas las cosas que se recuerden del sueño.
● Antes de levantarse de la cama es importante mantenerse quieto y concentrado hasta recordar el sueño.
Aunque parezca difícil pensar en la detección de un sueño mientras está ocurriendo y la idea de volverse director consciente de la propia película, es totalmente posible lograrlo con entrenamiento. Así, se ubicará en la culminación de la escena hasta ahora observada, en el mismo lugar donde el físico está, o en la incorporación del cuerpo a la escena que se está observando.
Consejos y tips antes de comenzar:
Ahora que ya puedes recordar tus sueños, y eres capaz de reconocer tus propios signos oníricos (este reconocimiento es en si mismo ya un método para tener sueños lúcidos), estás en condiciones de dar el próximo paso: escoger alguna técnica o set de técnicas para finalmente lograr la lucidez en los sueños.
Al respecto, hay una máxima espiritual que aplica muy bien a esta disciplina:
Si funciona para otros, no significa que funcione para ti.
Si funciona para ti, no significa que funcione para otros.
Incluso si crees que funciona para ti, no significa que en realidad esté funcionando
Por lo mismo debes experimentar y practicar con disciplina y también mucha paciencia; al respecto es importante ser objetivo con las experiencias, los avances, y no auto-convencernos de cosas.
A la mayoría de las personas les toma bastante tiempo el poder obtener el control de sus sueños, varios meses o años, por lo que no debes desesperar; piensa que estás intentando profundos cambios en tu forma de mirar y enfrentar la realidad, cambios que no tan solo afectarán tu vida onírica, sino que también durante la vigilia permitiéndote una "atención" más potente y refinada.
No intentes con demasiadas ganas o fuerza; lo más seguro es que de esta manera termines agotado y no descanses bien por las noches. Deja que tu intención sea natural y gradual, para que con el tiempo sea algo instintivo para ti. Si de pronto te sientes cansado o frustrado, deja la práctica por un tiempo para retomarla en otro momento.
Es ideal que comiences con esto de la lucidez onírica durante algún período tranquilo en tu vida, donde efectivamente dispongas de suficiente tiempo para dedicarle a tus sueños y vida interior. Las vacaciones son un momento especialmente indicado para esto.
Técnica MILD:
La técnica MILD (Mnemonic Induced Lucid Dream, o en español, Inducción Mnemónica de Sueños Lúcidos), fue desarrollada, o más bien dada a conocer al público general por Stephen Laberge, de la universidad de Stanford.
Es sencilla de aplicar, y se usa cuando despiertas de un sueño y te vuelves a dormir. Mientras esto ocurre debes:
Recordar el sueño reciente
Antes de quedarte nuevamente dormido, recuerda lo mejor que puedas el reciente sueño.
Desarrolla la intención:
Mientras te quedas dormido, repite la frase para ti mismo : "Me voy a quedar dormido y voy a soñar. Voy a recordar esto y me voy a dar cuenta cuando esté soñando", o algo por el estilo con el mismo significado. No basta con repetirlo mecánicamente, debes verdaderamente "quererlo"; tienes que poner mucha intención en lo que dices.
Visualiza:
Una vez que sientas que intención está bien "fijada", visualiza el sueño del cual acabas de despertar, e imagina que dentro del mismo te das cuenta de que estás soñando. También ayuda imaginar que cuando te das cuenta, realizas alguna actividad "onírica" de tu especial gusto, como por ejemplo volar.
Repite los pasos anteriores:
Mientras te quedas dormido, tu mente comenzará a irse para todos lados; debes "traerla" de vuelta a tu objeto de atención, fijar la atención y visualizar, fijar la atención y ........ hasta quedarte dormido. Por este motivo es que se hace un paralelo entre la meditación y la lucidez onírica - todas las formas de contemplación practican el "traer de vuelta" la mente al momento presente.
Si tienes éxito, te encontrarás soñando y te darás cuenta de aquello. Personalmente, me he dado cuenta de que con práctica la técnica MILD incluso funciona al quedarte dormido por primera vez al irte a dormir por la noche, tomando para visualización algún sueño de la noche anterior o una visualización creada en el momento, pero es muchísimo más fácil practicar la técnica durante las últimas horas de sueño por la mañana, debido a la mayor densidad REM después de haber dormido varias horas.
Esto aplica a todas las técnicas; es muchísimo más fácil tener sueños lúcidos durante las últimas horas de sueño, por lo que te recomiendo dormir normalmente durante la primera parte de la noche, para comenzar tu práctica temprano justo antes de que amanezca.
Chequeo de la realidad:
La verificación o el chequeo de la "realidad" es una técnica de una potencial gran efectividad, sobretodo al mediano y largo plazo. Consiste en realizar periódicamente durante el día pruebas para determinar si estamos soñando o no. Lo primero que se te vendrá a la cabeza es "bueno, eso es obvio", pero la verdad es que no lo es; a tal punto, de que cuando estás soñando no te das cuenta, y crees que la experiencia es parte del mundo de vigilia. Siempre asumimos, por "default" dirán los aficionados a la computación, que lo que experimentamos es "real" - eso es cierto, claramente, pero hay diferentes tipos de realidades o estados de conciencia: la realidad de la vigilia tiene reglas diferentes a la realidad onírica.
Puedes comenzar ahora mismo: "¿Estás soñando?"..... Te puedo contar que más de alguna vez me he encontrado trabajando o leyendo algo en el computador en mis sueños, para luego darme cuenta de que estoy soñando. Intenta mantener una alerta sutil pero constante durante el día sobre tu estado de conciencia - nunca estás 100% seguro de que no estas en un sueño.
Cómo aplicar la técnica de chequeo de la realidad:
El método favorito de muchos es el de usar un reloj de muñeca digital, y ajustarlo para que la alarma suene cada2 o 3 horas. Cada vez que suena, realizamos una verificación de la realidad.
Aplica tu verificación favorita. Por ejemplo, puedes intentar volar (personalmente no me gusta demasiado esta verificación porque a veces en sueños sencillamente no puedes volar). Te recomiendo intentes mirar la hora en tu reloj digital, luego mirar unos momentos a otro lugar y vuelve a ver la hora; es común en sueños que los relojes digitales marquen extraños símbolos, u horas inexistentes. Otro buen chequeo consiste en apagar y prender luces; en los sueños los interruptores de la luz funcionan de manera errática. Intenta leer algo, mirar hacia el lado, y luego volver a leer; en sueños los libros tienden a "mutar" y cambiar su contenido. También puedes intentar introducir tu mano en un muro o un espejo (suavemente, por supuesto); si lo consigues, estás soñando.
Realiza varias verificaciones hasta convencerte; nunca asumas que estás soñando si no estás realmente seguro (así no te vas a lanzar por el balcón a volar durante el día). Para alguien que no ha experimentado la lucidez onírica, esto parece extraño, ilógico o poco probable, pero por experiencia personal, he tenido sueños en los que definitivamente me ha costado atreverme a volar por la "intensidad" de la "realidad" - a veces la experiencia en sueños es tanto o incluso más real que la vigilia; con el tiempo desarrollas una especie de intuición, o conciencia sobre tu estado de conciencia, aunque suene redundante, que te dice directamente si estás soñando o no.
Si realizas de manera rutinaria los chequeos de la realidad, en poco tiempo te encontraras dentro de un sueño realizando la verificación, y si realizas las pruebas, te darás cuenta de que estás soñando. Debes ser constante, y esta técnica la puedes combinar con otras aplicables durante el sueño o el quedarse dormido.
Para los que no gusten de los relojes digitales, pueden por ejemplo realizar una verificación o chequeo de la realidad cada vez que pasen por el marco de una puerta; tocas el costado, y realizas una prueba; el secreto es que las verificaciones se conviertan en un hábito; los hábitos tienden a extenderse al mundo onírico.
Volar en los sueños, la actividad favorita:
Voy a comenzar esta sección con la actividad favorita de la mayoría de los soñadores lúcidos: el vuelo. Desde el comienzo de los tiempos, el hombre ha soñado con poder volar, fantasía que seguramente comenzó observando la libertad en el vuelo de los pájaros; por otra parte el vuelo siempre ha sido un símbolo de libertad y expansión.
Durante un sueño lúcido, con algo de práctica es posible volar, cosa por supuesto imposible de hacer durante la vigilia sin algún aparato, como un aeroplano, que nos asista; lo impresionante del vuelo durante la lucidez onírica, es que se siente completamente real, tal como si en este preciso momento fueras capaz de levantarte de tu asiento y volar por tu habitación y luego por tu ventana hacia el cielo.
Personalmente no tengo palabras para describir lo que se siente volar en los sueños; el viento en tu cara, la velocidad y la libertad para ir donde quieras. Luego al despertar, esa sensación de expansión sigue conmigo y me acompaña durante todo el día.
Llendo al grano, el cuerpo onírico o mental también requiere de cierto "entrenamiento", parecido pero no igual al del cuerpo físico. Cuando comiences con los sueños lúcidos es posible que no tengas mucho control, tanto sobre la movilidad de tu cuerpo como sobre el entorno.
La primera vez que pude volar en sueños lo hice extendiendo mis brazos hacia el costado, y relajando mi cuerpo onírico con toda la intención de levitar. Tras unos momentos sentí una corriente que me recorría entero y comencé a flotar, solo a unos cuantos centímetros del suelo. La excitación fue tan grande que desperté de inmediato, impresionado por la experiencia.
Otras personas cuentas que no han podido volar de inmediato solo con su cuerpo, y lo han podido hacer subiéndose a algún aparato u objeto; recuerda que en tus sueños existen las alfombras mágicas y las escobas voladoras. Piensa que eres "Superman", extiende tu brazo derecho y da un salto para salir volando. Prueba para ver que te sirve. Cuando te sientas listo y con confianza, intenta levantar el vuelo tan solo con tu fuerza de voluntad. Nunca te olvides de realizar suficientes "chequeos" o verificaciones de la realidad antes de emprender tu vuelo; es bastante sano y te puede salvar los dientes si es que te dispones a lanzarte por el balcón... Se que suena divertido e imposible, pero el nivel de "realismo" que se puede experimentar durante la lucidez onírica es impresionante - muchas veces dudas de hacer cosas que desafían las reglas de la vigilia sencillamente porque no puedes creer que estés soñando, dado el completo "realismo" del mundo onírico que te rodea, a pesar de que todo indique de que estás soñando... asegúrate muy bien.
Las primeras veces te vas a sentir auténticamente como Neo en "The Matrix", cuando Morpheus le enseñaba a liberar su mente. En sueños es lo mismo, debes aprender a dejar de lado las "reglas" de la vigilia como la gravedad y el peso por ejemplo; al comienzo, tu mente se aferrará a estos modos de comportamiento, pero con la práctica descubrirás una increíble flexibilidad en tu cuerpo y mente oníricos, lo que además te dará creatividad y llevarás algo de esa flexibilidad mental a tu mundo de vigilia.
Más allá de las técnicas...
Un consejo muy importante: no obsecionarse con las técnicas, y la infinitud de detalles y preguntas que puedan surgir al practicar. O sea, siempre tener en cuenta de una técnica no es más que una ayuda para comenzar, y no una vía definitiva o rígida, sobretodo en el ámbito de las prácticas y disciplinas espirituales o psicológicas.
Si bien la técnica en el ámbito del mundo de la "vigilia" es de suma importancia para todo lo que hacemos, y por supuesto la tecnología que nos rodea en el diario vivir, es común el extrapolar este uso a otros ámbitos donde sencillamente la técnica se encuentra subordinada a otros principios más importantes. Por ejemplo en la práctica contemplativa, como en la meditación y el sueño lúcido, lo importante es la conciencia, y todo lo demás es un medio para alcanzarla. El mismísimo Buda les recomendaba a sus discípulos: la técnica es una balsa para cruzar un río; cuando lo haz cruzado, dejas la balsa atrás, no vaya a ser que sigas cargando con la balsa.
Por lo mismo hay que tomarse el asunto con calma y paciencia. Hay algunas pocas personas a las que sencillamente les basta "querer" despertar en los sueños para lograrlo, mientras que hay otras que requerirán de más ayuda, como las técnicas que les brindo en este sitio.
La búsqueda de la "técnica perfecta" es algo que puede no tener fin, por lo que es mejor encontrar alguna que nos acomode, después de probar razonablemente, y practicar. El fin no es la técnica, sino que la lucidez.
Con el tiempo y la experiencia, es común para practicantes más avanzados el lograr sueños lúcidos de manera espontánea y natural, y en ciertas etapas sencillamente un permanece completamente lúcido de manera continua durante la vigilia, el sueño, e incluso el sueño profundo. Tal como dicen los grandes maestros, el "despertar" es nuestra naturaleza fundamental, y la práctica solo nos ayuda a descubrirla.
Sencillos pasos para aprender a manipular tus sueños:
Los sueños son un universo que puedes aprender a controlar. El investigador del sueño y autor de The Dream Machine, Keith Hearne, nos explica cómo fabricar sueños lúcidos –en los que estás conciente de tu estado y puedes controlar lo que pasa- y convertirlos en una realidad, por medio de los siguientes pasos.
Primero, lee todo lo que puedas sobre el tema:
“Tienes que establecer en tu mente que el concepto existe; que puedes alterar tus sueños con fuerza de voluntad”, apunta Hearne. Indaga acerca de los sueños lúcidos de otras personas, pero no te desalientes si el poder no llega inmediatamente. “Algunas personas solo escuchan acerca de poder controlar sueños, y caen en cuenta que ellos también pueden… A mi me tomó 18 meses de investigación” añade la autora.
Programa tu mente antes de dormir:
Mientras te preparas para la cama, dite a ti mismo que quieres sueños lúcidos, y refuerza esto con imágenes o con una declaración escrita. “Piensa en lo que quieres ver”, nos dice Hearne. “Puedes crear un texto de auto-hipnosis para leer antes de dormir e informar a tu subconsciente”.
Localiza la diferencia:
Conoce los signos de un sueño lúcido mientras sucede. “Lo que ocurre normalmente cuando un sueño se vuelve lúcido es que reconoces algo inusual”, dice Hearne. “Podría haber una zebra en tu bañera que, en lugar de aceptarla o ignorarla, pensaras que es extraña. Enciende tus facultades críticas y date cuenta que debes estar soñando”.
Mantén la calma:
“Incluso en un sueño lúcido no puedes aparecer algo de la nada”, apunta Hearne. “Manipula la escena gradualmente, y trata de permanecer como un espectador. Piensa en él como un videojuego gigante”. Si quieres que el sueño dure más tiempo, intenta mantener la calma; Hearne apunta que “algunas personas reportaron situaciones sexuales tan excitantes que acabaron por despertarlos”.
Conserva una bitácora:
Ten un cuaderno de notas en el buró para que puedas escribir tus sueños tan pronto te despiertes. Esto hará más fácil las aventuras futuras. “Tienes más posibilidad de descubrir los catalizadores que son particulares a ti para ayudarte a volverte lúcido”, dice Hearne. Escribe todo lo que puedas, sensaciones, colores, texturas, cambios de ritmo. Cuando localices algún común denominador, sabrás que estas soñando.
En estos dos enlaces puedes descargar The Dream Machine, de Keith Hearne (desafortundadmente solo lo encontre en el idioma ingles):
https://docs.google.com/file/d/0Bz6fY1ktuU9dOTNlNGQxNWUtOWE1Yi00NDhkLTlmNjYtYjEwMWVlMzhmOWE2/edit?authkey=CJ-6_1Q
Recomendaciones para practicar el sueño lúcido /
El término ‘sueño lúcido’ se refiere a aquellos sueños en lo que eres consciente de que estás soñando –con el espectacular abanico de posibilidades que ello implica–. Si bien hay personas que acceden involuntariamente a los sueños lúcidos, lo cierto es que esta práctica constituye una milenaria disciplina ejercitada por diversas culturas, entre ellas la egipcia y la tibetana.
En décadas recientes este apasionante fenómeno ha llamado la atención de la ciencia, lo cual ha resultado en proyectos de investigación e incluso la creación de institutos dedicados explícitamente a su estudio. Entre estos tendríamos que destacar a Stephen LaBerge, psicofisiólogo de la Universidad de Stanford y fundador de The Lucidity Institute (http://www.lucidity.com). LaBerge encabeza el acercamiento científico a los sueños lúcidos y ha publicado tres libros sobre el tema, todos referencias obligadas para entender este fenómeno.
Pero más allá de profundizar en la teoría del sueño lúcido, en esta ocasión queremos envolvernos en las fascinantes estepas del sueño consciente –y lo anterior solo es posible si nos disponemos a llevarlo a la práctica–. A continuación te compartimos una breve serie de pasos que, combinados con dedicación y paciencia, seguramente te permitirán conseguir la lucidez onírica:
1. Predisposición
El primer paso podría aplicarse a cualquier propósito en tu vida. Básicamente se trata de mentalizarte para poder lograr lo que te propones: autoprogramarte para “despertarte” dentro de tu sueño.
2. Asegura recordar tus sueños
Poco servirá que logres penetrar conscientemente tus recorridos oníricos si al despertar no logras recordarlo. De hecho, es posible que hayas ya experimentado más de un episodio en este sentido pero desafortunadamente no lo sabes, pues olvidaste tu sueño. Existen diversas técnicas para aumentar tu recordación –aquí es importante aclarar que cada noche experimentamos entre cinco y siete sueños–, y sujetar al menos un par de las narrativas que entretejes mientras duermes es un requisito indispensable.
3. Bitácora onírica
Registrar tus sueños en un diario es fundamental para familiarizarte con los escenarios y situaciones que acostumbras generar. Además, colocará el tema en la mesa de tu vida cotidiana, lo cual favorece la atmósfera necesaria para ‘lucidificar’ tu sueño.
4. Familiarización
Entre mejor conozcas la frecuencia narrativa podrás, con mayor facilidad, reconocer cuando te encuentras en un sueño, y por lo tanto advertírtelo –y a partir de este momento, cuando conscientemente notas que estas soñando, comienza oficialmente tu sueño lúcido–. En esta fase es importante recalcar que entre más aguda sea tu auto-conciencia, tendrás mayores probabilidades de lograr este click. Por cierto, la meditación es un gran ejercicio para afinar este aspecto.
5. Prueba de realidad
Este es uno de los pasos más divertidos ya que básicamente consiste en detectar, durante el sueño, posibles patrones o detalles ‘fantásticos’ que te permitan comprobar que no estás despierto. Entre algunas de las pruebas más populares tenemos:
- Busca en el ambiente algo que leer, léelo, aparta tu vista, y luego regresa la mirada al mismo. Si el texto se transforma, es muy probable que no estés en el axis ‘real’.
- Proponte volar o levitar, si funciona, sentimos decepcionarte, lo más probable es que estés soñando.
- Busca un espejo en donde reflejarte. Confirma si eres tú, y si tienes tu apariencia ‘normal’.
6. Lucidez onírica
Una vez que confirmes, conscientemente, que estás dormido, entonces comienza la aventura psiconaútica. Se trata de aprovechar la ausencia de límites ordinarios (tiempo, espacio, gravedad, etc.) para experimentar situaciones que normalmente no podrías experimentar –con la enorme cantidad de información inédita que contienen dichas experiencias–.
A pesar de que seguir un instructivo para facilitar tus sueños lúcidos puede resultar un tanto estrambótico, lo cierto es que después de un tiempo podrás llegar a manejarlos con maestría. Y entonces será buen momento para utilizar esta práctica como una incomparable herramienta de auto-conocimiento, sanación y, por qué no, diversión metafísica.
Gastronomía onírica: alimentos que facilitan los sueños lúcidos./
Enigmáticos como son, los sueños tienden a parecernos parte de un mundo paralelo y casi incontrolable, a veces al grado de parecernos que solo por casualidad están relacionados con nosotros. Sin embargo, somos uno con nuestros sueños, y no son pocas los recursos que existen para fortalecer esta unidad.
Particularmente la alimentación ejerce una influencia importante en la calidad de nuestras experiencias oníricas. Se dice, por ejemplo, que ir a dormir después de haber comido o bebido en exceso lleva casi inevitablemente a la pesadilla y las ensoñaciones ominosas.
Pero independientemente de los resultados obtenidos, la premisa es sencilla: lo que consumimos inciden directamente en nuestros sueños.
El sitio World of Lucid Dream nos ofrece un interesante listado de frutas, verduras y otras sustancias, todas comestibles y todas con la posibilidad de hacer los sueños más vívidos, de abrir al soñante el portal de la lucidez onírica —que, para mejor efecto, deben acompañarse de otras técnicas que ya expuestas en una nota previa.
De entrada un estudio realizado en 2002 reveló que una dosis diaria de vitamina B6, aproximadamente 250mg, aumentó la viveza de los sueños de los participantes, así como su emotividad, su color y sus signos extraños.
Y aunque dicha cantidad supera la recomendada médicamente para los adultos (que es de 100mg), al parecer incluso con dosis pequeñas se consiguen los mismos beneficios, y esto sin recurrir a suplementos o pastillas, sino tomando el complejo B directamente de nuestra dieta diaria.
La vitamina B6 es importante para nuestro cuerpo, especialmente para nuestro cerebro, porque se encarga de convertir el triptófano (un aminoácido esencial) en serotonina y niacina, neurotransmisores que regulan la sensación de apetito, los patrones de sueño y el ánimo en general.
De aquí que el triptófano sea la segunda sustancia importante para considerar en este procedimiento. En este caso la recomendación diaria es de 392mg para hombres y 322mg para mujeres, también obtenido directamente de los alimentos que tomamos todos los días.
Por último, se encuentra la serotonina, que de algún modo es la consecuencia lógica y fisiológica de los dos preparativos anteriores. Si la vitamina B6 ayuda a generar triptófano, más triptófano ayuda a generar serotonina. Pero por sus características esta sustancia solo puede producirse naturalmente al interior de nuestro cuerpo, sea con alimentación, ejercicio físico, tomando el sol, dejando de lado la tensión o tomando un buen masaje.
Pero hasta aquí el preámbulo. Puntualmente, estos son los alimentos con los que aumentarás la probabilidad de experimentar sueños lúcidos, una de las herramientas más útiles para el conocimiento de lo que cada uno de nosotros verdaderamente es.
100 gramos de pollo dan 0.41 gramos de triptófano
1 taza de frijol de soya, 0.39g de triptófano
100g de pavo, 0.38g de triptófano
1 cucharada cafetera de salsa de soya, 0.03g de triptófano
30g de queso, 0.09g de triptófano
100g de atún, 0.38g de triptófano
100g de venado, 0.36g de triptófano
¼ de taza de semillas de calabaza, 0.17g de triptófano
100g de cordero, 0.35g de triptófano
100g de salmón, 0.35g de triptófano
100g de camarón, 0.33g de triptófano
100g de bacalao, 0.29g de triptófano
100g de tofu, 0.14g de triptófano
1 taza de habichuelas, 0.18g de triptófano
Se recomienda que consumas estos alimentos en tu última comida antes de dormir, algunas pocas horas antes de ir a la cama —y quizá tu inventiva en la cocina se refleja en la inventiva de tus fantasías nocturnas.
Yoga de los sueños: amaestrando los sueños lúcidos.
En los últimos años, como resultado de películas como Waking Life o Inception, los sueños lúcidos se han popularizado, con un moderna aura de hackear la propia realidad. Sin embargo, la disciplina de controlar y explorar conscientemente los sueños es milenaria. Particularmente originaria del Tibet, donde el yoga de los sueños se ha practicado por siglos como un importante sendero para materializar el despertar de la ilusión mundanal.
Entre los pioneros de esta disciplina que han construido puentes entre tradiciones orientales o tradiciones esotéricas (como ocurre con Carlos Castaneda) podemos citar a Charlie Morley, quien formado en la tradición del budismo tibetano recibió la autorización de su maestro Lama Yeshe Rinpoche para enseñar este yoga onírco en Occidente.
En los últimos años se han desarrollado numerosas técnicas para volver lúcido un sueño –básicamente cobrar conciencia de que se esta soñado para así poder maniobrar el flujo onírico. Desde la famosa máxima de Castaneda de observarse la manos dentro de un sueño como detonador, hasta aparatos que emiten una señal al cerebro en los momentos de movimientos oculares rápidos (R.E.M. en inglés). El acercamiento de Morley es más integral, busca desarrollar una estado meditacional de alerta en el presente o mindfulness para salvar la brecha entre distintos estados de conciencia (se dice que los monjes tibetanos más avezados no pierden la conciencia al momento de dormirse).
Morley señala que los sueños lúcidos no se tratan solamente de vivir supremas fantasías –como la multicitada de tener sexo con supermodelos volando en el cosmos—sino de una consolidación de un estado sutil de conciencia. “Dentro del budismo tibetano el sueño es visto como un ‘sueño dentro de un sueño’ porque el mundo de la vigilia es la ilusión compartida principal. La razón por la que entrenamos los sueños lúcidos es para, algún día, poder hacer lúcido este sueño compartido del mundo de la vigilia.
La meta a fin de cuentas es fusionar el mundo de la vigilia con el mundo de los sueños en un continuum indiviso, unidad perceptual desde un centro, como un ojo que lo ve todo y que nunca parpadea.
FELICES SUEñOS LUCIDOS :)
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