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miércoles, 24 de julio de 2013

LAS SIETE LEYES ESPIRITUALES


LAS SIETE LEYES ESPIRITUALES, EL KYBALION.

En el antiguo Egipto existió un Ser formidable, muy iluminado. Te parecerá asombroso, pero su sabiduría fundamentó la vida espiritual en la tierra, y también la vida material. Su nombre es usado hoy, por todos nosotros, con mucha frecuencia. Fundador de la Astrología y descubridor de la Alquimia.

Este ser fue conocido bajo el nombre de Hermes Trimegisto. Si, de ahí viene el término “herméticamente cerrado”, ya que su conocimiento fue pasado de una forma muy “hermética” durante siglos; conocimientos que, al principio, eran inaccesibles, solamente los discípulos iniciados de Hermes, o los de los discípulos de Hermes, accedían a ellos.

Hermes se convirtió así, en el primer filósofo, el primer maestro metafísico de nuestra era. Bajo el título de Sumo Sacerdote y Consejero del Faraón, Hermes desarrolló las bases de la metafísica y la espiritualidad. Luego de su “muerte”, Hermes fue ungido como Dios por Egipto, conocido bajo el nombre de Toth.

Los conocimientos herméticos fueron desconocidos para la mayoría de los seres humanos durante siglos, hasta que un grupo de tres “iniciados” en la doctrina de Hermes escribieron un libro, donde ponían a disposición y al alcance de todos, las principales doctrinas herméticas. Hermes nos dice que existen siete principios, que el Todo funciona en base a estas siete leyes:

“Los principios de la verdad son siete: el que comprende esto perfectamente, posee la clave mágica ante la cual todas las puertas del Templo se abrirán de par en par”.


El Kybalion.

Los siete principios en que se basa la filosofía hermética son los siguientes:

1- PRINCIPIO DE MENTALISMO
“El TODO es mente; el Universo es mental”.
2- PRINCIPIO DE CORRESPONDENCIA
“Como es arriba, es abajo; como es abajo, es arriba”.
3- EL PRINCIPIO DE VIBRACIÓN
“Nada está inmóvil; todo se mueve; todo vibra”.
4- PRINCIPIO DE POLARIDAD
“Todo es doble, todo tiene dos polos; todo su par de opuestos; los semejantes y los antagónicos son lo mismo; los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado; los extremos se tocan; todas las verdades son medio verdades, todas las paradojas pueden reconciliarse”.
5- PRINCIPIO DEL RITMO
“Todo fluye y refluye; todo tiene sus períodos de avance y retroceso, todo asciende y desciende; todo se mueve como un péndulo; la medida de su movimiento hacia la derecha, es la misma que la de su movimiento hacia la izquierda; el ritmo es la compensación.”
6- PRINCIPIO DE CAUSA Y EFECTO
“Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa; todo sucede de acuerdo a la ley; la suerte no es mas que el nombre que se le da a la ley no reconocida; hay muchos planos de casualidad, pero nada escapa a la ley.”
7- PRINCIPIO DE GENERACION
“La generación existe por doquier; todo tiene su principio masculino y femenino; la generación se manifiesta en todos los planos.”


Los labios de la sabiduría permanecen cerrados, excepto para el oído capaz de comprender.

Donde quiera que estén las huellas del Maestro, allí los oídos del que está pronto para recibir sus enseñanzas se abren de par en par.

Cuando el oído es capaz de oír, entonces vienen los labios que han de llenarlos con sabiduría.

La mente así como todos los metales y demás elementos, pueden ser transmutados, de estado en estado, de grado en grado, de condición en condición, de polo a polo, de vibración en vibración. La verdadera transmutación hermética es una práctica, un método, un arte mental.

Más allá del Cosmos, del Tiempo, del Espacio, de todo cuanto se mueve y cambia, se encuentra la realidad Substancial, la Verdad Fundamental.

Lo que constituye la Verdad fundamental, la Realidad substancial, está más allá de toda denominación, pero el sabio lo llama el TODO.

En su esencia, el TODO es incognoscible, Mas el dictamen de la razón debe ser recibido hospitalariamente, y tratado con respeto.
El universo es una creación mental sostenida en la mente del TODO.

El TODO crea en su mente infinita, innumerables universos, los que existen durante eones de tiempo, y así y todo, para Él, la creación, desarrollo, decadencia y muerte de un millón de universos no significa más que el tiempo que se emplea en un abrir y cerrar de ojos.

La mente infinita del TODO es la matriz del Cosmos.

En la Mente del Padre‑Madre, los hijos están en su hogar.

No hay nadie que no tenga padre y madre en el Universo.

El sabio a medias, reconociendo la irrealidad relativa del Universo, se imagina que puede desafiar sus leyes, ése no es más que un tonto vano y presuntuoso, que se estrellará contra las rocas y será aplastado por los elementos, en razón de su locura. El verdadero sabio conociendo la naturaleza del universo, emplea la Ley contra las leyes: las superiores contra las inferiores, y por medio de la alquimia transmuta lo que no es deseable, en lo valioso y de esta manera triunfa. La maestría consiste, no en sueños anormales, visiones o imágenes fantasmagóricas, sino en el sabio empleo de las fuerzas superiores contra las inferiores vibrando en los más elevados. La transmutación (no la negación presuntuosa), es el arma del Maestro.

Si bien es cierto que todo está en el TODO, no lo es menos que el TODO está en todas las cosas. El que comprende esto debidamente, ha adquirido gran conocimiento.

Nada reposa; todo se mueve; todo vibra...

Todo es dual, todo tiene polos; todo su par de opuestos; los semejantes y desemejantes son los mismos; los opuestos son idénticos en naturaleza, difiriendo sólo en grado; los extremos se tocan; todas las verdades, son medias verdades, todas las paradojas pueden reconciliarse.

Todo fluye y refluye, todo asciende y desciende; la oscilación pendular se manifiesta en todas las cosas; la medida del movimiento hacia la derecha es la misma que el de la oscilación a la izquierda; el Ritmo es la compensación.

Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa; todo ocurre de acuerdo con la ley. Azar no es más que el nombre que se le da a la ley no reconocida; hay muchos planos de causalidad, pero ninguno escapa a la ley.

El género está en todo, todo tiene su principio masculino y femenino; el género se manifiesta en todos los planos.

La posesión del conocimiento, si no va acompañada por una manifestación y expresión en la práctica y en la obra, es lo mismo que el enterrar metales preciosos: una cosa vana e inútil. El conocimiento, lo mismo que la fortuna, deben emplearse. La ley del uso es universal, y el que la viola sufre por haberse puesto en conflicto con las fuerzas naturales.

Para cambiar vuestra característica o estado mental, cambiad vuestra vibración.

Para destruir un grado de vibración no deseable, póngase en operación el principio de polaridad y concéntrese a la atención en le polo opuesto al que se desea suprimir. Lo no deseable se mata cambiando su polaridad.

La mente, así como los metales y los elementos, puede transmutarse de grado en grado, de condición en condición, de polo a polo, de vibración en vibración.

El ritmo puede neutralizarse mediante el arte de la polarización.

Nada escapa al principio de causa y efecto, pero hay muchos planos de Causalidad y uno puede emplear las leyes del plano superior para dominar a las del inferior.

El sabio sirve en lo superior, pero rige en lo inferior. Obedece a las leyes que están por encima de él, pero en su propio plano y en las que están por debajo de él, rige y ordena. Sin embargo, al hacerlo, forma parte del principio en vez de oponerse al mismo. El sabio se sumerge en la Ley, y comprendiendo sus movimientos, opera en ella en vez de ser su ciego esclavo.

Semejantemente al buen nadador, va de aquí para allá, según su propia voluntad, en vez de dejarse arrastrar como el madero que flota en la corriente. Sin embargo el nadador, el sabio y el ignorante, están todos sujetos a la ley. Aquél que esto comprenda va en el buen camino que conduce a la Maestría.

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