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miércoles, 15 de abril de 2015

SAN PEREGRINO, PATRON DE LOS ENFERMOS DE CANCER


SAN PEREGRINO (Peregrini) LAZIOSI, PATRON DE LOS ENFERMOS DE CANCER.
(1260-1345)

Dia especial de su memorial: 1 Mayo.


Biografia:

Nacido en Forli, Italia, de una familia acomodada. En su juventud fue muy violento, se envolvió en la política en un partido que rechazaba al Papa. Su carácter parece haber sido como el de San Pablo. Pero Dios tiene caminos para hombres así cuando el corazón es noble.

En el año de 1283 san Felipe Benicio, entonces prior general de los Siervos de María, cuando trataba de conducir a los ciudadanos de Forlí. Sujetos a entredicho, a la obediencia de la Sede Apostólica, fue arrojado con golpes e insultos de aquella ciudad. Mientras san Felipe, como fiel imitador de Cristo, rogaba pos sus perseguidores, uno de ellos, un joven de dieciocho años y de distinguida familia, llamado Peregrino Laziosi, arrepentido, fue a pedirle humildemente perdón. El piadoso Padre lo recibió afablemente. Desde entonces, aquel joven empezó a despreciar las vanidades del mundo y a invocar con fervor a la Virgen para que le mostrara el camino de la salvación. No mucho tiempo después, favorecido por una especial iluminación de nuestra Señora, acudió al convento de los Siervos en Siena, en donde, después acudió al convento de los Siervos de Siena, en donde, después de vestir con gran devoción el habito de la Virgen, se entregó con ardor a su servicio. Allí, con la ayuda del beato Francisco de Siena, se fue ejercitando en el estilo de vida y normas de los Siervos de María.

Durante una revuelta, el Papa envió a San Felipe Benizi como mediador. Este fue golpeado en el rostro por Peregrini y Felipe ofreció la otra mejilla. Peregrino quedó impresionado y se arrepintió, convirtiéndose al catolicismo. Ya convertido, San Peregrini fue un gran líder que llevó a muchos a Cristo. Por medio de visiones, la virgen le indicó que fuese a Siena y se uniera a la Orden de los Servitas. Allí fue S. Felipe Benizi quién lo recibió en los Servitas. (S. Felipe Benizi es modelo de reconciliación). Peregrini hizo mucha penitencia, observando una vida de silencio y soledad.  Mas tarde fue enviado a Forli para fundar una casa de la Orden. Fue un sacerdote modelo con gran fama de predicar con fervor y de confesor.

Algunos años más tarde, fue enviado de nuevo a Forlí, Allí, lleno del amor de Dios y de nuestra Señora, se dedicaba sin tregua a recitar salmos, himnos y oraciones, amén de la meditación de la palabra de Dios; su ardiente amor al prójimo lo impulsaba a socorrer a los pobres en sus necesidades, abriéndoles los tesoros de la caridad. Así, más de una vez plugo al Señor otorgar sus dones a los necesitados por intercesión del Santo. Se cuenta que san Peregrino, ante el desolador espectáculo de la escasez de víveres en Forlí y en toda la región de Romaña, multiplicó milagrosamente el vino y el trigo.

También se destacó Peregrino por su espíritu de penitencia: derramaba copiosas lágrimas al recordar sus pecados y se confesaba con frecuencia; mortificaba su cuerpo con toda clase de penitencias; rendido por el cansancio, se apoyaba en el escaño del coro o en una piedra; sorprendido por el sueño, no buscaba el lecho sino que se tendía en la tierra desnuda. A consecuencia del tal rigor, cuando frisaba con los sesenta años, fue acometido por un voraz cáncer originado por una llaga varicosa que padecía en la pierna derecha. 

El médico Pablo Salazio fue a visitar al paciente siervo de Dios y, con el consentimiento de la comunidad, determinó amputarle la pierna. Peregrino, la noche anterior a la operación, se arrastró hasta la sala capitular para orar ante un Crucifijo que allí había; pasando la noche entera orando, entonces agotado por el cansancio, se quedó dormido; en el sueño le pareció ver a Jesús que bajaba de la cruz le sanaba la pierna. A la mañana siguiente, el medico se presentó para llevar a acabo la amputación, pero no encontró ninguna señal de la gangrena ni cicatrices del cáncer. Quedó atónito, y esparció por toda la ciudad la noticia de tan portentoso milagro. Tal prodigio contribuyó a acrecentar la veneración que todos sentían por Peregrino. Él por su parte, crecía cada día en perfección y en el deseo de los bienes celestiales. Finalmente, aquejado por una altísima fiebre, cuando se acercaba a los ochenta años, entregó su alma a Dios en el año 1345. Extraordinaria fue la afluencia de gente, de la ciudad y los alrededores, ante su féretro. Se cuenta que algunos enfermos obtuvieron la salud por intercesión de Peregrino.

Murió en Forli, 1345 a la edad de 85 años y fue canonizado por el Papa Benedicto XIII en 1726. Se destacó por su amor a la cruz. Es patrón de los enfermos de cáncer, habiendo sido el mismo sanado de esa enfermedad. Su cuerpo es incorrupto, el cual se conserva con gran veneración en la iglesia de los Siervos de Forlí. El papa Pablo V lo beatificó en el año 1607 y el papa Benedicto XIII lo canonizó en el año 1726.


NOVENA A SAN PEREGRINO LAZIOSI PATRON DE LOS ENFERMOS DE CANCER.

(Las siguientes oraciones iniciales se rezan todos los dias, incluyendo la oracion especial de cada dia).

Oración de entrada:

"Señor, Tú nos diste en San Peregrino un ejemplo admirable de paciencia y de aceptación en el dolor que lo afligía, lo sanaste milagrosamente de su enfermedad y lo premiaste con la felicidad de los santos. Concédenos que, a imitación suya y por su intercesión, podamos soportar con valor las pruebas de la vida y otorga a tantas hermanas y hermanos nuestros, enfermos del terrible mal, la fuerza y la fe en tu misericordia y la sanación que desean (En silencio, se pide por la intención particular). A todos, danos paz en el dolor para sobrellevarlo con entereza, sabiendo que de esta manera nos asemejamos a Cristo crucificado. Amen."

(Tres Glorias)  San Peregrino Laziosi, ruega por nosotros.



PARA PEDIR POR UN ENFERMO DE CANCER:

Oración a San Peregrino:

(Patrono de los enfermos de Cáncer).

"Oh San Peregrino, a quien llaman "El Hacedor de Maravillas", por los numerosos milagros que obtienes de Dios para todos los que recurren a ti: tú que por muchos años padeciste una cancerosa enfermedad que carcomió tus tejidos y destruyó las fibras de tu ser, que tuviste alivio cuando todos los recursos humanos no te daban esperanza; tú que fuiste favorecido viendo a Jesús bajar de la cruz para sanar tu enfermedad, pide a Dios y a la Santísima Virgen la cura para estas personas a quienes ahora te encomiendo (diga el nombre de las personas enfermas). 
Ayudados así por tu poderosa intercesión, te pedimos nos ayudes a alcanzar la bondad y misericordia de nuestro Señor Jesucristo. Amén."

(Padrenuestro, Avemaria, Gloria).


PARA PEDIR SANACION POR TI MISMO:

"San Peregrino, humilde servidor del Señor y de Santa María, ven en mi ayuda y sosténme en mi debilidad. La enfermedad invade mi cuerpo y hace la vida incierta, la tristeza empaña mi corazón y mi fe desfallece. Por tus súplicas, alcánzame una fe viva, y una esperanza firme, a fin de que Dios tenga compasión de mí, me libre de todo mal, sane mi cuerpo y se cumpla su voluntad en mí. Que en su ternura, sea fortalecido, en las pruebas y angustias que él me llame a vivir para ser siempre testimonio de su presencia en mi vida. ¡Oh San Peregrino, mi hermano en la fe, se mi protector y ruega por mí a Dios, Nuestro Señor, el Buen Pastor, a fin de queme conduzca un día a su morada de paz y de alegría, donde celebraré su amor,por los siglos de los siglos! Amén. 

(Reza 1 Padre nuestro, 1 Ave María, 1 Gloria.)

¡San Peregrino, ruega por nosotros!. 



NOVENA:

ORACIONES INICIALES: 

Invocación al Espíritu Santo:

"Ven oh Santo Espíritu, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu divino amor. Envía vuestro Espíritu y serán creadas todas las cosas. Y se renovará la faz de la tierra."

Oración:

Oh Dios que os habéis dignado instruir los corazones de vuestros fieles con las luces del Espíritu Santo, os pedimos que por este mismo Espíritu sepamos obrar rectamente, y nos alegremos con su celestial consuelo, por Jesucristo Nuestro Señor, Amén.

Oración preparatoria:

Señor mío Jesucristo que deseas que San Peregrino sea invocado como Patrón de aquellos que sufren de cáncer y úlceras y a quienes prometes curar por su intercesión. Os doy gracias Señor, por vuestra compasión para la humanidad doliente y por concedernos vuestra misericordia por intercesión de vuestro siervo San Peregrino. Concédenos que sus ruegos ayuden a tantas almas que sufren afligidas en sus cuerpos el terrible mal del cáncer o de úlceras y os encomiendo en especial (*aquí se nombra por quien o quienes se reza en particular esta novena).

"Benignamente dígnate Señor escuchar las súplicas de San Peregrino, así como las de Vuestra Santísima Madre, Salud de los enfermos, en favor de aquellos que encomendamos a la compasión y amor de vuestro Sacratísimo Corazón. Dadles paciencia para sufrir su aflicción y resignación a vuestra divina voluntad. Dadles el consuelo que necesitan, especialmente la curación que tanto anhelan, si es vuestra santa voluntad. Concedednos que todos adoremos e imitemos tus sagrados dolores con verdadero amor para que podarnos merecer un día la recompensa eterna de estar con Vos en la gloria que vives y reinas con el Padre en unidad del Espíritu Santo por los siglos de los siglos, Amén."


LETANÍA EN HONOR DE SAN PEREGRINO

¡Señor, ten piedad de nosotros!
¡Cristo, ten piedad de nosotros!
¡Señor, ten piedad de nosotros!
¡Cristo, óyenos!
¡Cristo, escúchanos!
¡Dios Padre Celestial, ten piedad de nosotros!
¡Dios Hijo Redentor del Mundo, ten piedad de nosotros!
¡Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros!
¡Santa Trinidad que eres un solo Dios, ten piedad de nosotros!
¡Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros!
¡Madre de los Dolores, ruega por nosotros!
¡Salud de los enfermos, ruega por nosotros!
¡Auxilio de los cristianos, ruega por nosotros!
¡San Peregrino, ruega por nosotros!
¡Convertido en las oraciones de San Felipe, ruega por nosotros!
¡Afligido por la enfermedad del cáncer, ruega por nosotros!
¡Sanado por la mano desclavada de Jesús crucificado, ruega por nosotros!
¡Tú que convertiste a los pecadores más endurecidos
con la oración y el ayuno, ruega por nosotros!
¡Tú que recibiste los favores que le pediste a Dios, ruega por nosotros!
¡Tú que pusiste toda tu confianza en la oración, ruega por nosotros!
¡Tú que fuiste muy austero en la penitencia, ruega por nosotros!
¡Paciente en los sufrimientos, ruega por nosotros!
¡El más humilde en el sacerdocio, ruega por nosotros!
¡El más bondadoso de los afligidos, ruega por nosotros!
¡El más devoto de la Pasión de Cristo y los dolores de María, ruega por nosotros!
¡Víctima con Jesús y María por la salvación de las almas, ruega por nosotros!
¡Hacedor de milagros a los enfermos, ruega por nosotros!
¡Esperanza en los casos de enfermos incurables, ruega por nosotros!
¡Patrono universal de los enfermos de cáncer y de los que padecen llagas incurables, ruega por nosotros!
¡Gloria de la Orden de los Siervos de María, ruega por nosotros!
¡Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros! (3 veces)
Ruega por nosotros, oh glorioso San Peregrino,
para que alcancemos las promesas
de Nuestro Señor Jesucristo.
Amén.


Rezar a continuación la oración del día que corresponda:


DÍA PRIMERO

Oh glorioso San Peregrino, perfecto modelo de virtud, tú que tan prontamente respondiste al divino llamamiento dejando honores, comodidades y riquezas de este mundo, cuando postrado ante una imagen de María Santísima en la Catedral de Forlí implorabas su poderosa intercesión y fuiste llamado por Ella para que fueras su Siervo, obtenme, te lo suplico, que corresponda prontamente a todas las inspiraciones divinas, que desprendido de todos los bienes y placeres de este mundo, esté siempre listo a cumplir su divina voluntad. Amén. Concluir con las oraciones finales.


DÍA SEGUNDO

Oh venturoso San Peregrino que por vuestra prontitud y fervor en responder el divino llamamiento mereciste recibir un ángel como guía en vuestro camino a Siena cuando ibais a rogar ser admitido entre los Siervos de María; obtenme, te lo suplico, que yo sea asistido por mi buen ángel en todos mis trabajos y sea iluminado, guiado y dirigido por él en mi camino a la vida eterna. Amén. Concluir con las oraciones finales.


DÍA TERCERO

Que acepto al cielo, ¡oh glorioso San Peregrino! fue el sacrificio que hicisteis de vuestra alma y cuerpo a Dios, abrazando la pobreza evangélica en la vida religiosa, renunciando vuestra propia voluntad y los placeres sensibles. Dios se dignó demostraros cuán aceptado había sido este renunciamiento vuestro cuando recibiendo la sagrada librea de Siervo de María milagrosamente se vio sobre vuestra cabeza una bola de fuego, emblema de eminente santidad con que brillaríais en la Iglesia de Jesucristo. Obtenme, os lo ruego, ¡oh gran santo! participar de este santo fuego, que consuma en mí todo afecto terrenal para que yo pueda desear y buscar sólo el amor de mi Dios. Amén. Concluir con las oraciones finales.


DÍA CUARTO

¡Oh San Peregrino! fiel Siervo de María, cuán generosamente perseveraste en el verdadero camino de la virtud y de la santidad. Constante en la oración, rígido en el ayuno y abstinencia, austero para domeñar tu cuerpo, fuiste para tus hermanos ejemplo viviente de penitencia. Arrepentido una vez por todas de los pecados de tu juventud, aborreciste el pecado mereciendo vivir siempre puro hasta el fin de tus días en la tierra. Pueda yo imitarte, ¡oh glorioso santo! y sinceramente arrepentido de mis graves pecados, obtenme por tu intercesión, de mi Dios misericordia y perdón y la gracia de no perecer al imperio de mis bajas pasiones; que, constante en mis resoluciones, sirva siempre a mi Dios para continuar fiel hasta la muerte y merecer la corona de la vida eterna. Amén. Concluir con las oraciones finales.

DÍA QUINTO

Humilde San Peregrino, grande en verdad fueron tus méritos cumpliendo rigurosamente los más serviles deberes para con tus hermanos. No habríais llegado a la dignidad sacerdotal si no hubierais tenido que cumplir, por el voto de obediencia, la orden de tus superiores. Obtenme, te lo suplico, verdadera humildad de corazón para que libre de los honores y placeres del mundo, mi vida pueda esconderse con Cristo en Dios y sea así digna de su gracia y gloria en el Cielo. Amén. Concluir con las oraciones finales.

DÍA SEXTO

¡Oh San Peregrino! cuya paciencia fue tan admirable que sufriste, sin murmurar jamás, las contradicciones e insultos de los hombres, y no contento con tus rigurosas penitencias, pedíais al Señor mayores sufrimientos que soportaste en silencio: el agudo dolor de una úlcera incurable dada por Dios como respuesta a tus muchas oraciones y peticiones por sufrimientos. ¡Cuán amorosamente nuestro Creador recompensó tu fe y largos sufrimientos, cuando en milagro, como jamás se había oído, el curó esa cruel úlcera tocándola con su divina mano! Otórgamelo te lo suplico, que yo también practique la paciencia y mortifique mis sentidos como expiación por mis pecados y así pueda participar de aquellos consuelos que vos ya gozáis en el paraíso eterno. Amén. Concluir con las oraciones finales.

DÍA SÉPTIMO

Oh bendito apóstol San Peregrino, lleno de celo por la conversión de los pecadores e incansable predicador de la palabra divina, vos que llevasteis tantas almas al camino de la penitencia promoviendo la gloria y honor de Dios en todo el mundo y que el Señor se dignó confirmar con estupendos milagros. Obtenme, te lo suplico, que no contento con trabajar para mi propia salvación, pueda también hacerlo para la santificación de otras almas por medio del buen ejemplo, constante oración, buenos consejos y apostolado incansable. Qué feliz fuera si yo pudiera extender la gloria de Dios en la tierra y así tener mi parte con vos y todos los santos en la eterna gloria. Amén. Concluir con las oraciones finales.

DÍA OCTAVO

Oh Dios que diste a San Peregrino un ángel por compañero, a María Santísima por Maestra y a Jesús por médico de su terrible enfermedad, otórganos, te lo pedimos, por los méritos de San Peregrino, que amemos ardientemente aquí en la tierra a nuestro ángel custodio, a nuestra Madre Inmaculada y a nuestro Divino Salvador para en el Cielo bendecirlos por toda la eternidad. Te lo suplicamos por los méritos de Jesucristo Señor nuestro. Amén. Concluir con las oraciones finales.

DÍA NOVENO

Oh Dios Todopoderoso, benigno escucha las plegarias que te elevamos en honor de San Peregrino, vuestro amante siervo y patrón de los que padecen de cáncer, para que nosotros, que no podemos confiar en nuestros propios méritos, podamos recibir tu misericordioso auxilio en nuestras necesidades por la intercesión de tu Siervo cuya vida fue tan entregada a Vos. Te pedimos esta gracia por Jesucristo Nuestro Señor. Amén. Concluir con las oraciones finales.


ORACIONES FINALES (de cada dia):

Oración a Nuestra Madre Dolorosa:

"Oh mi muy amada Madre María, Madre de los Dolores, miradme, soy vuestro hijo, postrado en oración a vuestros pies. He venido a suplicarte este favor especial por intercesión de vuestro fiel Siervo San Peregrino. (Se hace la petición).

Oh Madre Dolorosa, te ruego presentes mi petición a vuestro Divino Hijo. Si vos intercedéis por mí no la rechazará. Yo sé, mi buena Madre, que Vos deseáis que yo acepte en todo la voluntad de Dios. Por esto con confidencia de hijo me abandono a la santa voluntad de Dios. Si lo que pido no conviene me sea concedido, hazme digno de recibir aquello que sea de mayor beneficio a mi alma. Dulce Madre Dolorosa, yo os amo, yo pongo toda mi confianza en Vos, pues vuestros ruegos ante Dios son muy poderosos. Por la mayor gloria de Dios, en nombre de Cristo y por intercesión de San Peregrino, a quien Vos llevasteis a la santidad, oídme y concededme lo que os pido. Amén."

Conclusión:

"El Señor, Mi Salvador, me dé paciencia y fortaleza en la hora de las pruebas. Amén.
Sane mis heridas y me conceda vivir en la serenidad y en la paz. Amen.
Por intercesión de San Peregrino, el Señor me bendiga, me guarde de todo mal y me lleve a la vida eterna. Amén."



Por ultimo y como palabras de tu humilde servidora, deseo fervientemente que si padeces de esta enfermedad seas infinitamente, completamente sanado, lo pido en el mas alto y sagrado nombre de Nuestro Señor Jesucristo, recuerda, "En la medida de tu fé así será tu bendición, y asi como creísteis te será hecho."




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