Cuantas veces, en alguna ocasion nos hemos sentimos abatidos, solos, sin consuelo, sin esperanzas, sin una salida a nuestros problemas? Y por ello muchas veces no nos percatamos de que con cada amanecer se nos revela ante nuestros ojos un milagro de la vida misma, la negatividad nos ciega, no nos permite apreciar ni observar mas alla de lo que alcanzamos a percibir con los sentidos...
Solo falta ver con los ojos del alma.....
".....Un hombre susurró:
Gran Espíritu, habla conmigo.
Y un ruiseñor comenzó a cantar… Pero el hombre no escuchó.
Entonces el hombre repitió: ¡Gran Espíritu, habla conmigo!
Y el eco de un trueno se escuchó… mas el hombre fue incapaz de oír.
El hombre miró en rededor y dijo: ¡Gran Espíritu, déjame
verte!
Y una estrella brilló en el cielo… Pero el hombre no la vio.
El hombre comenzó a gritar: ¡Gran Espíritu, muéstrame un
milagro!
Y un niño nació… mas el hombre no sintió el latir de la vida.
Entonces el hombre comenzó a llorar y a desesperarse:
¡Gran Espíritu, tócame y déjame saber que estás aquí conmigo...!
Y una mariposa se posó suavemente en su hombro.
El hombre espantó la mariposa con la mano y desilusionado
continuó su camino, triste, solo y con miedo."
~ Canto Lakota, (Canto Indigena), traducido y adaptado del libro by San Etioy.
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