"Ama Tu Camino". |
1.-Al
principio del camino hay una encrucijada. Allí puedes pararte a
pensar en la dirección que vas a tomar. Pero no te quedes demasiado tiempo, o
nunca saldrás de ese lugar. Hazte la clásica pregunta de Castaneda:
¿Cuál de
estos caminos tiene un corazón? Reflexiona lo necesario sobre las opciones que
tienes delante, pero una vez que des el primer paso, olvídate definitivamente
de la encrucijada, pues en caso contrario nunca dejarás de torturarte con la
inútil pregunta:
“El camino
que elegi era el correcto?” Si prestaste oídos a tu corazón antes
de ponerte en movimiento, escogiste sin duda el buen camino.
2.- El camino no dura para siempre. Es una bendición
recorrerlo durante algún tiempo, pero un día terminará, y por eso debes estar
siempre listo para despedirte en cualquier punto. Por mucho que te deslumbren determinados
paisajes, o te asusten ciertos trechos donde hay que esforzarse especialmente
para seguir en pie, no te aferres a nada, ni a los momentos de euforia, ni a
los interminables días en los que todo parece difícil, y el progreso es lento. Más
tarde o más temprano llegará un ángel, y tu jornada habrá llegado a su término.
No lo olvides.
3.- Honra
tu camino. Fue tu eleccion, fue decisión tuya, y en la misma medida en que
tú respetas el suelo que pisas, este mismo suelo respetará tus pies. Haz
siempre lo más adecuado para conservar y mantener tu camino, y él hará lo mismo
por ti.
4.- Equípate bien. Lleva un rastrillo, una pala, una
navaja. Entiende que para las hojas secas las navajas son inútiles, y que para
la hierbas muy enraizadas los rastrillos son inútiles. Conoce siempre qué herramienta hay que emplear
en cada momento. Y cuida de ellas, porque son tus mayores aliadas.
5.- El camino va hacia delante y hacia atrás. A veces
es necesario volver porque se perdió algo, o porque un mensaje que debía haber
sido entregado se quedó olvidado en un bolsillo. Un camino bien cuidado permite
que puedas volver atrás sin grandes problemas.
6.- Cuida
del camino antes de cuidar de lo que está a su alrededor: atencion y
concentración son fundamentales. No dejes que las hojas secas del borde
del camino te distraigan, ni que la manera como los otros cuidan sus propios
caminos desvíe tu atención. Usa
la energia para cuidar y conservar el suelo que recibe tus pasos.
7.- Ten paciencia. A veces es necesario repetir las
mismas tareas, como arrancar las malas hierbas o cubrir los agujeros que
surgieron tras una lluvia inesperada. Que esto no te enfurezca, pues forma
parte del viaje. A pesar del
cansancio, y a pesar de last areas repetitivas, ten paciencia.
8.- Los caminos se cruzan: las personas pueden explicar el
tiempo que hace. Escucha los consejos, pero toma después tus propias
decisiones. Tú eres el unico
responsable del camino que te fue confiado.
9.- La naturaleza sigue sus propias reglas: por lo tanto,
tienes que estar preparado para los súbitos cambios del otoño, para el hielo
resbaladizo del invierno, para las tentaciones de las flores en primavera, y
para la sed y las lluvias del verano. En cada estación, aprovecha lo mejor que te ofrezca, y no te quejes de
sus particularidades.
10.- Haz de
tu camino un espejo de ti mismo: no te dejes influir en absoluto
por la manera como los demás cuidan de sus caminos. Tú tienes un alma que
escuchar, y los pájaros transmitirán lo que tu alma quiere decir. Qué
tus historias sean bellas y agraden a todo lo que tienes en torno. Sobre todo,
que las historias que cuente tu alma durante la jornada se reflejen en cada
segundo del recorrido.
11.- Ama
tu camino, sin este principio, nada tiene sentido....
Autor: Paulo Coelho.
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