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viernes, 27 de junio de 2014

DIOS EN LOS NEGOCIOS.... EMMET FOX


Una gran proporción de lo que llamamos "problemas de negocios" en realidad consiste en negociar con otra gente. Todo el arte de la venta, por supuesto, es negociación entre vendedor y comprador. Y la venta exitosa quiere decir llevar dicha negociación a un término satisfactorio para ambas partes. Ya sea que estés buscando una posición para ti o que estés empleando a alguien que trabaja para ti, el resultado último dependerá de tu negociación. Quieres encontrar a la persona correcta que llene tu vacante, o deseas que se te contrate para cierta posición que, piensas, se ajustaría muy bien a tus requisitos. En cualquiera de los dos casos, el resultado es una cuestión de negociación. A menudo surgen disputas y malentendidos entre dos empresas, o entre una empresa y un cliente y aquí, una vez más, las relaciones armoniosas en el futuro -lo cual quiere decir más negocio- dependerá de cómo se llevan a cabo las negociaciones actuales.

De hecho, se verá que toda relación en la vida depende de la habilidad de hacer ajustes personales armoniosos, lo cual es negociación. En cuestiones tales como disputas familiares y personales, así como en aquellas cosas consideradas generalmente bajo la categoría de negocios, se encontrará que el mismo principio también se aplica con una fuerza aún mayor, si es que esto es posible.

Ahora, el secreto de una negociación exitosa puede sersintetizado. Es esto:

VE A DIOS EN AMBOS LADOS DE LA MESA. 

Proclama que Dios está trabajando a través de ustedes dos, a través de ti mismo y de la persona con la que estás tratando. No trates de salirte con la tuya a punta depoder de voluntad, sino afirma que la Voluntad de Dios se haga en ese asunto en particular. Recuerda que tu manera de hacer las cosas puede no ser lo que más te convenga. Lo que hoy deseas puede que la semana entrante sea un engorro o hasta una desgracia. No trates de ser más listo que la otra persona, de persuadirle contra su voluntad o de tomarle siquiera la más mínima ventaja. Sencillamente enuncia tu caso honestamente al máximo de tus habilidades; haz sólo lo que consideras que es correcto; y sabe que Dios está viviendo y trabajando en tu vida. Entonces, si no haces esa venta, harás una mejor en su lugar. Si no haces el arreglo que querías hacer hoy, uno mejor se presentará mañana.

Nunca te permitas estar presionado o tenso o ansioso más de la cuenta. Dios jamás se apura, trabaja sin esfuerzo. Al tratar con el prójimo, pon a Dios en ambos lados de la mesa y el resultado será un verdadero éxito para ambas partes.  

Tomado del Libro " Puntos y Aspectos de Dios " de Emmet Fox "

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