EL ARTE DE BENDECIR TODO EN
LA CREACION
Bendecir, alabar,
ensalzar, mostrar alegría o agradecimiento. Esta palabra es mágica y el efecto
que produce al hablarla o pensarla se traduce en milagros. Bendecir es un acto
de decisión consciente, de mover energía a través de nuestro poder interior y enviarlo
a ese algo o alguien que nos despierta buenos deseos.
Cuando bendecimos estamos
trabajando con la energía del "puro amor", donde no hay límites que
nos separen, por tanto, quien bendice también es bendecido. Bendecir tiene un
“efecto multiplicador” por lo que a mayor cantidad
de bendiciones deseamos más cantidad de bendiciones recibimos, y no es
necesario decirlo en voz alta, el solo hecho de pensar y bendecir hace que se
multiplique la condición.
Si careces de algo;
bendícelo y verás como se presentará; así es como operan los milagros…no es
necesario que te esfuerces, lo merezcas o sea tu tiempo. Los milagros no operan
en las leyes naturales, y en el espíritu todo es perfecto y apropiado.
Bendice todo aquello que
desees multiplicar o manifestar. La manifestación es la materialización de la
energía que se concreta de un modo tangible, medible y observable. Bendecir
hace que te sintonices con lo positivo de cada situación, sin importar cuan
oculto puede estar lo positivo.
Una frase de Abraham Hicks
lo explica: “Si una sola cosa en nuestra vida está saliendo bien y todas las
demás están saliendo mal, pero nosotros nos enfocamos en la que está saliendo
bien, vamos a poder contagiar a las otras 999 mil millones de millones de áreas
de nuestra vida que estén mal, porque la energía positiva es mucho más poderosa
que la negativa”.
Practica el arte de bendecir
desde que empiece el día y verás como su efecto comenzará a aparecer. Bendecir
las cosas buenas que les ocurren a los demás también es de bendición para ti,
ya que estás confirmando de manera consciente que el Universo es infinitamente
abundante y hay abundancia para todos.
Usa la frase “Te bendigo”
continuamente y hazla parte de tus hábitos, recuerda que todos estamos
interconectados, y la bendición que otros reciben hace más fácil la llegada de
nuestra propia bendición.
"Bendigo mi salud perfecta.
Bendigo todo lo bueno que hay en mi relación de pareja. Bendigo todo lo bueno
que hay en la relación con mis compañeros y compañeras de trabajo de trabajo.
Bendigo mi trabajo. Bendigo el amor que hay en mi vida hoy. Bendigo mi prosperidad.
Bendigo mi belleza. Bendigo mi armonía. Bendigo todo lo bueno que hay en la
humanidad. Bendigo todo lo bueno que tiene el universo. Bendigo todo lo bueno
que hay en este libro. Bendigo todo lo bueno que hay en ti como lector y
lectora. Bendigo todo lo bueno que tiene mi vida hoy…"
Si te vas a la primera
acepción del verbo bendecir en el diccionario te va a decir que es “Alabar,
engrandecer, ensalzar”. Comúnmente la palabra “Bendición” ha adoptado muchas
connotaciones religiosas que son rechazadas. Bendecir es “Decir el bien”.
Hablar en positivo, pensar en positivo. Cuando bendices algo, estás
dándole la orden al universo para que lo engrandezca, estás diciendo que
valoras esa situación, o cosa, y que quieres que aumente. Bendecir es sumamente
positivo para ti, es realmente beneficioso. No creas mis palabras.
Compruébalo TÚ. Conny Méndez decía en sus libros que se hiciera la siguiente
prueba: “coge dos plantas. Colócalas en el mismo lugar y riégalas a la
vez. Pero a una de ellas la bendices, le das cariño, le hablas bien, ensalzas
todo lo bonito que veas en ella. En cambio a la otra no le digas nada.
Únicamente riégala.” No te voy a decir el resultado. Compruébalo por ti. Haz la
prueba que decía Conny Méndez. Hazlo.
Hay bastantes errores que se
cometen con la bendición. Ya te he dicho que bendecir es aumentar, es
engrandecer más de lo mismo. Muchas veces habrás escuchado eso de “Te bendigo”.
Cuando dices esto efectivamente estás engrandeciendo lo positivo, pero también
lo negativo. Cuando ves a una persona con alguna apariencia de enfermedad y le
dices “Te bendigo”, estás engrandeciendo cosas positivas de ella, pero también
las negativas, también estás dándole poder a la apariencia de enfermedad. Lo
aconsejable sería decirle “Bendigo tu salud perfecta”. En este caso sólo estás
engrandeciendo “su salud perfecta”. Lo mismo ocurre con una persona que te pide
dinero por la calle, si tu le dices “Te bendigo” estás engrandeciendo las cosas
positivas que tenga, pero también las negativas, en este caso, su apariencia de
pobreza. Lo aconsejable sería decirle “bendigo tu prosperidad”. Con esto,
estás engrandeciendo su prosperidad. Por eso es positivo bendecir el bien
de la economía mundial, bendecir al amor en el mundo, bendecir el negocio del
vecino, bendecir la prosperidad de tu vecina…
En el universo hay de todo para
todos. En el universo nunca puede faltar de nada. Si te falta algo es por falta
de conocimiento. Siento decirte que es por alguna situación mental que tienes
que corregir de tu mente, ya te dije que no se puede tener aquello que no sabes
que existe, y que puedes tener. Por eso hay países que No salen de su miseria,
y personas que no salen de su miseria. Obviamente no hace falta que digas tus
bendiciones en voz alta. Yo por ejemplo me paso todo el día bendiciendo
situaciones, personas y cosas. Yo bendigo interiormente todo lo bueno que tiene
mi jefe, bendigo interiormente todo lo bueno que mi compañera de vida,
bendigo interiormente todo lo bueno que tienen mis compañeros y compañeras de
trabajo, bendigo interiormente todo lo bueno que hay en las personas que me voy
encontrando por la calle, bendigo interiormente la abundancia perfecta de
dinero cuando veo algún coche o alguna casa que me guste… Así te podría
enumerar infinidad de momentos en lo que mi manera de engrandecer lo bueno que
estoy viviendo es bendiciéndolo.
La bendición la puedes usar para todo lo
que quieras que se engrandezca. Si estás haciendo deporte, si estás cocinando,
si estás estudiando, si estás pintando, si estás escribiendo. Puedes bendecir
el bien de esa situación para que te sea más agradable, para que todo lo bueno
que tenga esa situación se engrandezca.
En muchas casas se guardada
la tradición de bendecir la comida antes de comer. Esto es una costumbre muy
saludable, es decirle al universo que valoras los alimentos que tienes
Hoy. Estás ordenándole al universo que mañana vuelvas a tener alimentos
extraordinarios, y recuerda Todo es mente. Yo antes de comer digo la siguiente
oración interiormente.
“BENDIGO ESTOS ALIMENTOS PARA QUE SE CONVIERTAN EN LUZ,
AMOR, BELLEZA Y ENERGÍA EN MI CUERPO”.
En esta oración puedo invertir segundos
en decirla, pero la digo con convicción, con firmeza, con seguridad…Y raro es
el día en el que no me siento bien con mi organismo. Si me sucede alguna
apariencia de algo es por alguna situación mental que tengo que corregir. Así,
que te recomiendo que bendigas los alimentos que comes. Y como siempre te digo,
no me creas a mí. No creas absolutamente nada de lo que leas. Compruébalo TÚ.
Al hablarte de las
apariencias de problemas, ya te dije que es muy recomendable utilizar la
bendición para entender porque te ocurren situaciones que no quieres. Ya te
dije que todo tiene un fin último positivo, ya te dije que todo lo que te
sucede a ti, no a las personas que te rodean, es por tu evolución personal. Cada
persona tiene su propio aprendizaje, y necesita ir pasando por diferentes
situaciones en la vida para ir evolucionando. Hay personas que evolucionan más
rápido, y otras personas evolucionan más lentas, por eso Todo es mente. Cada
persona SEGÚN EL ESTADO DE SU INTERIOR necesitará vivir ciertas
experiencias en la vida para aprender. Por todo esto, te aconsejo que cuando no
veas lo bueno, o el bien de lo que estés viviendo, utilices la bendición.
Cuando tengas una apariencia de problema o una situación que no te guste puedes
decir con firmeza:
“BENDIGO EL BIEN DE ESTA SITUACIÓN, LO DECLARO Y LO QUIERO
VER”.
Tienes que tener la certeza que al decirlo el universo te dará a conocer
de la forma que sea el lado positivo de tu despido del trabajo, de la ruptura
con tu pareja, de que no arranque el coche, del atasco a salida de tú
ciudad…Todo, absolutamente todo tiene un fin positivo. Quieras o no, es así. Al
decir con firmeza este decreto el universo te va responder de la forma que sea
para que entiendas el lado bueno de la situación que consideras tan negativa.
No creas estas palabras. Compruébalo TÚ. No se te ocurra creer nada de lo que
leas en este libro. Compruébalo por ti mismo. Compruébalo por ti misma.
Por todo lo que te he dicho
en este punto acostúmbrate a bendecir las situaciones bellas y positivas. Acostúmbrate
a bendecir las situaciones, cosas y personas, que te gustan de tu vida de hoy.
Bendice el opuesto de las situaciones que no te gustan de hoy. Si no te gusta
tu economía, bendice tu prosperidad, bendice tu sueldo, bendice tu dinero…. Si
quieres conservar tu trabajo, bendice todo lo bueno que tiene tu trabajo…Si te
falta amor en tu relación de pareja, bendice el amor que sientes por tu
pareja, etc. Bendice todo lo que deseas. Bendice lo bueno que quieras para
el mundo, para la humanidad. Y recuerda que el opuesto de “bendecir” es
“maldecir”. Si maldices, el mal que deseas TE SERÁ DEVUELTO. Si maldices a
personas, o cosas negativas para el mundo, eso es lo que vas a tener tú.
Recuerda que la ley de Causa y Efecto nunca, nunca, nunca falla. Si maldices
con engaño, con mentira, con ira, con envidia, etc, a otras personas, eso es lo
que vas a tener tú en tu vida. Lo quieras o no, es así. Lo conozcas o no, es
así. Al universo no le importa que creas esto o no. El universo va a
seguir actuando igual.
Este conocimiento cambiará
tu vida si tú quieres. Tienes libre albedrío de elegir que ser, que hacer, y
que tener en tu vida. Tú decides.
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