Si estás tratando de vivir la vida espiritual tienes derecho
a la paz de tu alma y al progreso armonioso. Si estas cosas te están fallando,
pídele a la Sabiduría Divina que te demuestre el motivo de la falla.
Es tu deber dedicarle un tiempo razonable a la oración diaria en la forma de una
meditación, o una lectura espiritual, o un repaso de tus afirmaciones
preferidas, y vivir el resto de tu vida de acuerdo con la Voluntad Divina hasta
donde puedas tú en este momento. Si en realidad estás cumpliendo con este deber
sinceramente, no puedes hacer más y no tienes por qué angustiarte ni
reprocharte, ni tener sensación de culpabilidad por el hecho de que no estés
logrando lo que en este momento presente no te es posible.
En cambio: NO PUEDE SER TU DEBER hacer algo que está más allá de tus fuerzas o
de tu alcance en el momento. Dios es tu Padre, y un padre amoroso nunca le
exige lo imposible a un hijo que se comporta bien con él.
NO PUEDE SER TU DEBER hacer lo que no tienes tiempo de hacer. Dios es la
Sabiduría infinita, que en la Tierra se manifiesta por el Sentido Común, y no
es sentido común esperar que se cumplan más deberes de los que caben en un día
de veinticuatro horas.
NO PUEDE SER TU DEBER hacer lo que no tienes DE DINERO QUE TU NO POSEES! Si te
estás enfrentando a semejante situación, es que algo marcha muy mal en tus
pensamientos. Lo primero que es evidente es que tú crees que Dios es un ogro
gigantesco que te lanzó al mundo con las manos atadas para que fracasaras de
una vez por todas! Acuérdate del Salmo 46, que comienza diciendo:
“Dios es nuestro refugio, nuestra fuerza y nuestra pronta ayuda en las
tribulaciones”.
Luego, termina diciendo:
“Aquiétate y recuerda que YO SOY Dios”.
Pero esto has de creerlo, afirmarlo creyendo lo que afirmas, y no simplemente
repetirlo como loro, pues es tu fe la que mueve las montañas.
NO PUEDE SER TU DEBER hacer algo que sacrifique tu propia integridad o tu
progreso espiritual.
Nadie en el mundo te puede obligar a mentir, por ejemplo, y NO ES VERDAD la
apariencia de que no hay trabajo, o que no hay servicio, o que el dinero está
muy difícil de ganar, o que está “dando mucho infarto y cáncer”, etc., etc.,
MENTIRA, MENTIRA, compruébalo tú mismo afirmando y creyendo lo contrario. No
sacrifiques tu progreso espiritual ni tu propia integridad creyendo que “LAS
CIRCUNSTANCIAS” te hacen decir lo contrario!
NO PUEDE SER TU DEBER hacer hoy lo que en realidad pertenece al día de manñana.
En el plano espiritual (que es la Verdad), no hay tiempo. No hay pasado ni
futuro. Todo ocurre en el presente, y si tú piensas y dices (creyendo lo que
dices) que Hoy está resuelto todo; Hoy están cubiertas todas las necesidades;
hoy tienes toda la fuerza, toda la paz y toda la ayuda que necesitas; y que
mañana será otro HOY, te darás cuenta de esa Verdad, como también comprenderás
que nuestros temores son siempre para un mañana problemático. Jamás son para
HOY.
La Biblia dice: “Hoy es el día de la Salvación. Hoy es el día aceptado”. Porque
Dios vive en un eterno Presente, jamás anda apurado, y siempre está “en un
sonriente reposo”.
NO PUEDE SER TU DEBER cumplir un deber remoto sacrificando un deber cercano. El
Sermón del Monte dice que primero extraigas la basura que hay en tu ojo, y
luego la viga que hay en el de tu vecino, porque si no limpias primero tu vista
no podrás ver para ayudar al vecino.
NO PUEDE SER TU DEBER estar apurado, o triste, o desanimado, o bravo, o
resentido o antagónico, BAJO NINGUNA CIRCUNSTANCIA.
La Biblia dice:
“EL GOZO
DEL SEÑOR ES MI FUERZA”.
Esto quiere decir que para tener éxito, para poder
trabajar, para obtener nuestros logros, para ser felices, para nuestro
bienestar y nuestro adelanto, tenemos que ESTAR POSITIVOS, y “positivo”
significa CONTENTOS; porque el Cristo dentro de nosotros no puede hacer nada por
nosotros mientras estemos negativos. Él goza con nuestro gozo, y se aleja al
nosotros permitirnos estar derrotistas.
~ Conny Mendez.
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