El retiro de Chamuel y Caridad
Los Arcángeles Chamuel y Caridad nos invitan a que
estudiemos en su retiro, ubicado en el mundo celestial encima de la ciudad de
San Luis (estado de Missouri, EVA). Nuestras almas pueden viajar allí mientras
dormimos. Justo antes de irte a dormir, llama al Arcángel Miguel y a sus
legiones de ángeles para que te escolten a los reinos de luz y puedas asistir a
clase en las universidades del Espíritu.
Hay en el universo, sólo tres tipos de frecuencias, que
llevan 100% de luz en sí mismo. Estos son Metatrón, Jesús y Chamuel.
Todas las otras luces, todas las demás energías y todo lo que se mueve en el
universo, están en una vibración de 95% y 99% de estiramiento ligero.
El Árcangel Chamuel es la luz del amor absoluto y brilla en el
universo como la mayor estrella tetraedro. Él tiene un poder fuerte y eterno.
Puede elevar su cuerpo emocional, si estás en viaje.
Los retiros de los arcángeles están abiertos para las almas
que se lo merecen: Durante muchos siglos habían estado cerrados. Estos retiros,
que se hallan muy apartados de la contaminación de la Tierra, están en un nivel
del mundo celestial llamado plano etérico. Aunque tú no recuerdes lo que has
estudiado en alguno de los retiros de los arcángeles, tu alma sí lo recuerda.
y poco a poco esa información es transmitida a tu conocimiento mental.
En su retiro, los Arcángeles Chamuel y Caridad te enseñan a
desarrollar las virtudes de la misericordia, la compasión y la preocupación
amorosa por los demás. Ellos te enseñan a sustituir toda sensación de haber
sido tratado injustamente en una relación, por una confianza suprema, confianza
en que en realidad no existe injusticia alguna en el universo y confianza en la
resolución final del Amor Divino. Esto sólo sucederá si, con candorosa fe,
dejas de aferrarte a la situación y permites que Dios y sus emisarios sean los
encargados de repartir la Justicia Divina.
Los Arcángeles Chamuel y Caridad te enseñan a intensificar
la llama del amor en tu corazón y a prepararte para el descenso del Espíritu
Santo a tu templo. Ellos prometen ayudar a sanar las múltiples capas del aura
humana de cualquiera que les ofrezca devoción y les brinde servicio.
Nos dicen: «Cada vez que le ofrezcáis a Dios decretos a la
llama violeta y canciones de alabanza y plegarias profundamente sinceras, los
ángeles podrán, a su vez, eliminar de vuestra aura y de vuestro cuerpo algunas
de las cargas que lleváis. Si nos invitáis, iremos con vosotros a vuestra casa.
Os ayudaremos en situaciones difíciles con los miembros de vuestra familia. Os
ayudaremos en situaciones problemáticas con vuestros vecinos, vuestros
familiares y en el trabajo. Nos ocuparemos de aquello que constituya la carga
más pesada de vuestro corazón. Incluso os ayudaremos a encontrar un trabajo… ¡O
incluso dónde estacionar! Haremos cualquier cosa que nos pidáis, siempre y cuando
sea lícito hacerla ante los ojos de Dios».
Observa que Chamuel y Caridad antepusieron una condición a
su promesa: «Si nos invitáis, iremos con vosotros a vuestra casa». El Arcángel
Chamuel nos explica que los ángeles son corteses y reverentes. Dice: «Respetamos
la ley divina de la libertad que os garantiza libre albedrío en todos los
asuntos. Así, cuando no lo pedís, cuando no invocáis, los ángeles no entran, ni
siquiera en momentos de calamidad, de cataclismo o de crisis personal».
«Dios ha puesto en acción su ley. Y vosotros que moráis en
lo que se ha llamado el reino de escabel debéis comprender que la Tierra es el
escabel de Dios y del cielo. En la Tierra, vosotros estáis al mando. Pero si lo
deseáis, si estáis dispuestos a dejar a un lado vuestra voluntad humana,
entonces Dios en vosotros puede estar al mando. ¡Dios en vosotros puede estar
al mando! Pero entonces deberéis rezar como hizo el Salvador, con amor
purísimo: «Hágase tu voluntad y no la mía/l. Y cuando lo hagáis, amados, la
voluntad de Dios tomará el control de vuestra vida, y ángeles invisibles
pondrán en práctica esa voluntad paso a paso a medida que vosotros cooperáis
con ella día a día».
La oración del corazón
A pesar de lo que acabo de decir, muchos han experimentado
la intercesión de los ángeles sin haberles pedido conscientemente que entren en
su vida. ¿Cómo puede suceder esto? Una razón es que han tenido una relación
continua con Dios y sus ángeles en esta vida y en vidas pasadas, incluso aunque
no lo sepan conscientemente.
Somos algo más que nuestra mente exterior. Otra
razón es que desde el nivel de la mente subconsciente nuestra alma llama a Dios
a gritos, implorando su ayuda. Más aún, la oración del corazón, que quizá ni
siquiera expresamos con palabras ni formulamos conscientemente, llega al trono
de gracia y recibe respuesta inmediata y directa desde el corazón de Dios.
Hasta la oración del deseo, el deseo ardiente de liberar a
los seres queridos de la esclavitud del dolor y del sufrimiento, es respondido
por los siervos angélicos de Dios. En otras palabras, los ángeles responderán a
todos los niveles del ser desde donde se esté pidiendo ayuda a Dios, sea cual
sea, consciente o inconsciente. Puede que no seas consciente de ello, pero tu
alma puede estar o haber estado durante largo tiempo en oración interior. Ten
por seguro que Dios siempre responde a la oración del corazón. Él responde
enviando a sus servidores angelicales para que sean tus guías, guardianes y
amigos. Como tú sabes que tú necesitas este apoyo tan personal para sobrellevar
la vida, Dios creó a los ángeles como extensiones de Sí mismo en este mundo
imperfecto en el que vivimos.
Una forma muy eficaz de conocer a tu ángel de la guarda es
pedirle a Dios que te envíe su llama violeta. Cuando tu aura esté llena de la
luz violeta, vendrán a ti no uno sino muchos ángeles custodios. Me gustaría
enseñarte a invocar la llama violeta para que puedas mantener el aura tal como
aparece en la figura inferior de la Gráfica de Tu Yo Divino.
Este decreto se titula: «YO SOY la Llama Violeta». Cuando usas el
nombre de Dios, YO SOY, y luego añades «la llama violeta», estás diciendo:
«Dios en mí es la llama violeta». Estás usando el nombre divino que Dios mismo
le dio a Moisés para que éste nos lo diera a nosotros.
Cuando dices: «YO SOY la llama violeta en acción en mí
ahora», lo que estás afirmando es: «Donde yo estoy, ahí está Dios. Visualizo su
llama violeta a mí alrededor. Veo la pureza de mis chakras. Veo el cordón
cristalino descendiendo desde mi Yo Crístico y mi Presencia YO SOY. Y acepto
que mi Presencia YO SOY está enviando la llama violeta en respuesta a mi
petición». Esta llama violeta se usa concretamente para la purificación. El
rayo violeta es un rayo de la purificación que, en respuesta a tu petición,
purificará tu aura.
Cuando estamos entre mucha gente en el centro de una ciudad
o vamos de compras a lugares donde hay multitudes, nuestra aura recoge
sustancia de otras personas, tanto buena como mala. Y por eso algunas veces
cuando llegamos a casa nos sentimos agotados. Podemos invocar la llama violeta
para que transmute y restaure nuestra aura. La llama violeta también puede
eliminar registros kármicos procedentes de vidas pasadas. Esta llama es un gran
regalo que nos ha dado el Maestro Ascendido Saint Germaint. Recitemos juntos
este decreto:
"YO SOY la Llama Violeta
En acción en mí ahora
YO SOY la Llama Violeta
Sólo ante la Luz me inclino
YO SOY la Llama Violeta
En poderosa Fuerza Cósmica
YO SOY la Llama Violeta
Resplandeciendo a toda hora
YO SOY la Llama Violeta
Brillando como un sol
YO SOY la Llama Violeta
Liberando a cada uno."
Protege tu corazón
Los Arcángeles Chamuel y Caridad te invitan a que les reces
todos los días para que protejan tu corazón físico, tu chakra del corazón y tu
llama trina. Tu llama trina es una chispa de la luz de Dios que está en la
cámara secreta del corazón. Los Arcángeles Chamuel y Caridad dicen que el
corazón es muy sensible a las vibraciones, tanto malas corno buenas; el corazón
percibe las ondas del pensamiento y del sentimiento. Nos recuerdan estos
arcángeles que debemos tener cuidado con los espíritus malignos que desean
apagar esa llama divina que arde en el altar de nuestro corazón. Estos
espíritus trabajan directamente contra el corazón, haciéndolo vulnerable a las
enfermedades cardiacas y a los ataques al corazón.
Chamuel enseña que tu devoción al Dios Padre/ Madre te
garantiza la protección del corazón y del chakra del corazón” Pero también te
da consejos prácticos acerca de cómo tener un corazón más sano. Aconseja que
nutramos el corazón con alimentos naturales y cultivados ecológicamente,
especialmente cereales y granos; que suprimamos los alimentos lácteos y la
margarina; y que, dentro de lo posible, nos abstengamos de comer carne roja,
parcial o totalmente.
Me gustaría ofrecerte la «Meditación del Chakra del
Corazón». Son sólo cuatro renglones:
“Cual rosa que se abre bellamente
Y esparce su fragancia por el aire,
Así vierto yo mi devoción por Dios,
Unido ahora al Océano Cósmico.”
Me gustaría invitarte a que pongas las manos sobre el
corazón y a que visualices el chakra del corazón, con sus doce pétalos,
abriéndose como si fuera una rosa. La fragancia de tu corazón es tu devoción a
Dios y tu amor por el prójimo. Le envías a Dios tu devoción y luego visualizas
que te has unido al océano cósmico de la conciencia divina.
En estos cuatro renglones tenemos la metáfora, y un profundo
entendimiento por parte del alma, de que tu corazón es una rosa en proceso de
abrirse; y la fragancia de ese corazón va a Dios como devoción. Le enviamos a
Dios nuestra devoción y, al hacerlo, podemos movemos con esa devoción porque se
la estamos dando a Dios y nos pertenece. Así que nuestra devoción y nuestra
unidad con esa devoción nos permite unimos al océano cósmico de la conciencia
divina.
Éste es un mantra corto, pero de gran profundidad. Si te
llega al corazón, úsalo todos los días. Es uno de esos mantras de Amor Divino
que nos protege de las palabras mordaces, de hacer o decir algo cruel, algo
inconsiderado, algo que hiera a otro. Cuando acumulamos en el corazón el
moméntum de los mantras de amor, estamos bajo control y no permitimos que estas
cosas agobien a los demás. Los mantras del amor son muy importantes. Vamos a
recitarlo juntos:
“Cual rosa que se abre bellamente
Y esparce su fragancia por el aire,
Así vierto yo mi devoción por Dios,Unido ahora al Océano Cósmico. “
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