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lunes, 8 de febrero de 2016

NICHOLAS WINTON, EL HOMBRE QUE SALVO LA VIDA DE MUCHOS JUDIOS

"Por lo tanto, si ustedes, aunque son inicuos, saben dar buenos regalos a sus hijos, ¡con cuánta más razón dará su Padre que está en los cielos cosas buenas a los que le piden!" (Mateo 7:11)

Nicholas Winton.

En 1938 Nicholas Winton trabajaba como empleado de la Bolsa de Valores, en la localidad inglesa de Maidenhead, Berkshire, unos días antes de la Navidad de ese año, Winton ultimaba los detalles de un viaje de vacaciones a Suiza. Era jóven, ganaba buen dinero y podía permitírselo. Sin embargo, una simple llamada telefónica desbarató sus planes de esquiar en los Alpes. Una llamada que cambiaría el curso de su vida para siempre. un amigo de nombre Martin Blake, quien trabajaba en un comité de ayuda para refugiados adultos de Checoslovaquia, parcialmente invadida por el Tercer Reich, le pedía ayuda. A lo cual le disuadió para que mejor se dirigiera a Pragra, en la entonces Checoslovaquia. Pidiendole que le ayudarán en los campos de refugiados de la zona, llenos de familias judías que mal pasaban los días. Esta experiencia lo conmovió profundamente y decidió hacer todo lo que él pudiera para ayudar, sobre todo a los niños.

Su plan consistió en buscar hogares en el extranjero que estuvieran dispuestos a recibir a estos niños que seguramente estarían condenados a la muerte bajo el régimen nazi. Pronto corrió la noticia entre la comunidad judía y recibió un alud de solicitudes.

El gobierno sueco accedió a ocuparse de un grupo de niños, mientras Gran Bretaña aceptó con tres condiciones: que fueran menores de 18 años, que encontraran una familia dispuesta a acogerlos y el pago de 50 libras para el pago de su transporte. Para lograr estos últimos fines, Nicholas Winton regresó a Inglaterra. Ahí creó "El Comité Británico para los Refugiados de Checoslovaquia, Sección para Niños", que realmente sólo contaba con la ayuda de su madre, una secretaria y varios voluntarios. Mediante anuncios en los periódicos, en las iglesias y sinagogas, encontró el apoyo necesario. En total logró rescatar a 669 niños judíos. Más adelante, con la guerra, Alemania cerró los fronteras y ya no pudo continuar con su labor.

Sin embargo, sus actos cayeron en el olvido porque él mismo decidió mantener todo en secreto. Fue hasta 1988, que su esposa Greta encontró un maletín con toda la información de los niños salvados que su esposo debió explicarle sus acciones. Greta fue quién dio a conocer la noticia al Daily Mirror.

Winton viajó por su cuenta a Praga; se alojó en el hotel Sroubek en Wenceslas Square y luego de algunos días de labor junto a su amigo cayó en la cuenta de que no había planes específicos para salvar las vidas de los niños.

Inmediatamente estableció contacto con el Refugee Children’s Movement (RCM) de Londres, movimiento que reunía a judíos, cuáqueros y diversos grupos de cristianos. La misión de esta organización era conseguir el alojamiento y el dinero que el gobierno británico exigía como garantías para aprobar el ingreso de refugiados europeos, perseguidos por el nazismo en virtud de una ley aprobada semanas antes del viaje de Winton a Checoslovquia.

El 21 de noviembre de 1938, poco después de ”La Noche de los Cristales”, la Cámara de los Comunes del Reino Unido había aprobado, con el apoyo del Primer Ministro Neville Chamberlain, el Canciller Lord Halifax y el Ministro del Interior, Sir Samuel Haare, una medida que permitiría recibir a refugiados menores de 17 años en tanto tuvieran un lugar en donde alojarse y siempre y cuando se depositaran cincuenta libras esterlinas (alrededor de 1500 dólares de hoy) por niño, como garantía de pago del pasaje de vuelta ante un eventual regreso del refugiado al país de origen. Una iniciativa similar no prosperó en el Congreso de los Estados Unidos, resistida por el poderoso lobby anti-inmigración.

Winton comenzó entonces una tarea frenética. Sabía que el tiempo jugaba en su contra. Los nazis habían ocupado el Sudetenland, porción de territorio checo históricamente reclamado por Alemania pero -Winton lo intuía- pronto avanzarían por el resto del país, como más tarde ocurrió.

El rumor del ”Inglés de Wenceslas Square” se propagó y pronto se acercó un gran número de padres tratando de incluir a sus hijos en la lista que los pondría a salvo del avance nazi. ”Era desesperante”, dijo después Winton, ”cada grupo sentía que era el más urgente”.

A lo largo de nueve meses logró evacuar desde la estación Wilson de Praga a 669 niños en ocho trenes hacia Londres. Entre ellos, se encontraba Karel Reisz, a la postre consagrado director de cine, autor de la premiada película ”La Amante del Teniente Francés”. Hoy se cree que ya son más de 5.000 los llamados ”NIñOS WINTON”, descendientes de los salvados por Nicholas.

Un noveno tren con 250 niños debía partir el 3 de septiembre de 1939, si no fuera porque ese mismo día el Reino Unido le declaró la guerra a Alemania. El tren no abandonó la estación y los niños nunca volvieron a ser vistos.

”Teníamos 250 familias esperando por los niños en la estación ferroviaria de la calle Liverpool, en Londres. Si el tren hubiera partido un día antes podría haber cumplido su trayecto”, contó Winton recientemente.

Durante más de cinco décadas Nicholas Winton, hoy cerca de cumplir 95 años, no reveló a nadie su gesta. La historia se hizo pública cuando su esposa Greta descubrió en el ático de su casa un maletín que contenía listas de niños salvados y cartas de sus padres.

Después de seis décadas, la Corona Británica reconoció la acción humanitaria de este gran hombre, otorgándole el título de Caballero de la Corona.

”Mantuve lo que hice en secreto, incluso para mi familia, y no voy a hablar con nadie sobre ello hasta que se haga el anuncio oficial”, fue el comentario de Winton cuando supo que su nombre figuraba en la lista de cargos honorarios que la Reina publica al final de cada año.

Vera Gissing, un niña salvada por Winton, escribió su biografía y elaboró el guión del film Power of Humanity . ”Rescató la mayor parte de los niños judíos de mi generación en Checoslovaquia. Muy pocos de nosotros nos reencontramos con nuestros padres: perecieron en los campos de concentración. Si no hubiésemos sido separados, habríamos muerto junto a ellos”, opinó Vera.

En septiembre de 2001, fue el invitado de honor del presidente de Checoslovaquia Vaclav Havel para asistir a la presentación del film de su historia, en Praga.

Su biografía, Nicholas Winton and the Rescued Generation , de Muriel Emmanuel y Vera Gissing (Vallentine Mitchell Press), fue publicada en 2001.


NICHOLAS WINTON.

Nicholas Winton ha recibido múltiples condecoraciones y homenajes por su hazaña. Uno de los más conmovedores fue cuando la BBC lo reunió -sin que él lo supiera- con los niños, ya personas adultas, a los que él había salvado la vida. 





*Fuente, y cortesia de la nota: Baruj Tenembaum es Fundador de The Internarional Raoul Wallenberg Foundation.Extracto de la conferencia ”Los Salvadores de la Humanidad”, raoulwallenberg.net 

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