Para despedir el 2015, y abrir caminos en el 2016:
En una hoja blanca escribimos las doce experiencias
difíciles y/o desafiantes que vivimos en el 2015.
A un lado, al final de la frase escribimos QUÉ APRENDIMOS de
esa experiencia. Preferentemente escribimos una o dos palabras, no más.
Tachamos la frase que contiene la experiencia y subrayamos o
iluminamos resaltando la palabra que contiene el APRENDIZAJE.
Este año lo cerramos aprendiendo eso, y fue próspero y
fructífero por el hecho de poder mirar lo fuertes que somos, lo amorosos, valientes
y sagrados que podemos ser cuando nos permitimos darnos a la experiencia y
salir bañados en la sabiduría de su aprendizaje.
Podemos encender una veladora blanca, recibiendo el 2016 y
nos decimos:
“… Yo _______ (tu nombre complete) en este año 2016 aprendo
y tomo sabiduría infinita, pero esta vez ya no necesito el sufrimiento como
parte de mi aprendizaje, bendigo las experiencias pasadas, y las suelto, y me
libero, ahora abro los brazos hacia lo Nuevo y positivo, asi es, asi sera,
hecho esta ya!.”
Con una velita blanca quemas la hoja y soplas las cenizas al aire libre.... Y expresas tu gratitud.
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