EL PODER PROSPERADOR DEL PERDON, Por Muñeca Geigel.
El Perdón es la clave
de la felicidad y de la prosperidad, el perdón nos lleva a conectarnos con el poder sanador del Amor Incondicional de Dios en nosotros.
El Perdón podríamos
describirlo como el ayuno mental de actitudes negativas que nos lleva a sanar
nuestra mente en error y como consecuencias natural a resolver todos nuestros
asuntos temporales.
El Perdón es una
etapa fundamental en el proceso de desenvolvernos espiritualmente, sanando nuestra
personalidad egoísta para pasar de seres humanos, a manifestarnos como seres
divinos, poderosos, inocentes, sabios,
amorosos, gozosos, pacíficos y abundantes.
En el proceso de
perdonar, desatamos la unión de dos personalidades egoístas, para vivir en la
unión del Amor de Dios en nosotros, donde reconocemos nuestra verdadera
identidad de seres Superiores Divinos, y la verdadera identidad de nuestros
hermanos.
Cuando reconocemos
quienes somos, ocurre una liberación interna emocional porque descubrimos que
no necesitamos al otro para nosotros ser totalmente felices y prósperos, porque
realmente Dios en nosotros es nuestra Fuente de Amor, Felicidad y Prosperidad.
Reconocer que nosotros y nuestros seres amados, tenemos la
capacidad de resolver nuestras vidas. No importa cuán grande nos parezca el
conflicto, es parte del proceso de perdonar. Es aquí donde soltamos el control
para que Dios en nosotros y en ellos actúe.
Afirma:
“Aquí y Ahora yo te
suelto y te dejo ir para mi propio bienestar y el tuyo. Yo te amo sin
condiciones y te permito vivir como tú quieras, reconociendo que Dios en ti te
guiará siempre, en la forma correcta aunque yo no la entienda. Yo te doy
libertad total de hacer como tú quieras, y me la doy a mi mismo. Yo ya no
quiero que tú seas ni hagas como yo quiero.
Yo confío totalmente en Dios en ti”.
Esta declaración de
libertad es muy importante en todas las relaciones, sobre todo en la relación
de pareja y en la relación de padres e hijos, donde el querer controlar al otro
por miedo, no les permite a ninguno desarrollarse y crecer.
Cuando soltamos, es
importante comenzar el proceso de perdonar a todo el mundo, perdonar todas las
experiencias pasadas y perdonarnos a nosotros mismos.
Los agravios,
resentimientos y sentimientos de culpa, la condenación y la ira, son agentes
que retrasan el proceso de prosperar. Estas actitudes nos atan a los conflictos
y problemas que parecen ser externos pero, que en realidad son internos,
espirituales.
Emett Fox dice:
“Cuando guardas resentimientos hacia alguien, estás atado a esa persona por un
eslabón cósmico, una fortísima cadena mental. Estás atado con una atadura
cósmica a aquello que tú odias. Aquella persona en el mundo que más te
disguste, es la misma a la cual te estás atando con un gancho más fuerte que el
acero”.
Afirmación del
Perdón:
Yo................quiero perdonar a todo el
mundo.
Yo................quiero perdonar todas mis
experiencias de mi pasado.
Yo
................quiero perdonarme a mi mismo.
Yo................perdono total y libremente.
Yo suelto y dejo ir para que Dios en mí y en mis hermanos actúe.
Yo le entrego a Dios
en mí todos mis odios, agravios, resentimientos, sentimientos de culpa,
críticas, ira para que sean transformados en el Amor perdonador de Dios en mí,
sean sanados todos mis pensamientos en error que me mantienen en el miedo y que
no me permiten prosperar.
Perdonando y soltando, me hago próspero y mi mente se abre
al bienestar y la Abundancia que son míos por derecho de conciencia.Gracias
Dios en mí por tu Amor perdonador y prosperador.
*Fuente: "TU PUEDES TENERLO TODO", Por Muñeca Geigel.
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