EL DAR...
Extracto del libro: "En el fluir de la vida", de
Eric Butterworth
".....Siempre estamos en la presencia de una energía
infinita y eterna desde la cual todas las cosas proceden. De aquí que nunca es
por causa de falta de vida, sustancia, inteligencia ni amor que tenemos
dificultades, sino porque no estamos en el fluir. Y una de las maneras más
efectivas de regresar al fluir es por medio del dar.
Quizás hemos estado pensando en la escasez, pensando
“obtener” o en la necesidad de “obtener”. Ahora debemos pensar “¡dar!”
El principio y proceso del dar tiene que ver con todo
aspecto de la vida. Por ejemplo, todo el mundo tiene en su corazón un deseo
secreto de tener éxito en la vida, pero no todo el mundo ha descubierto la
maravilla de dar. Cuán a menudo las personas buscan oportunidades que podrían
conducir al éxito y sin embargo, evitan y hasta se resisten a las exigencias
que se les hacen que no parecen relacionadas con esa búsqueda.
Podrían hasta decir: “¿Qué beneficio hay para mí?” Cuando
comprendemos plenamente las implicaciones del fluir de la vida, podría ser más
propicio decir (o sentir) “¿Cuál es mi beneficio para el mundo?” Jesús dijo que
el reino está en nosotros. ¿Estamos listos para dar paso al fluir?
Hace muchos años un hombre y su esposa, al no poder
encontrar alojamiento para la noche, llegaron a un pequeño hotel en Filadelfia.
El gerente les dio su habitación porque todas las demás habitaciones estaban
ocupadas. No fue un gesto motivado por el interés propio. El gerente no conocía
a estas personas y quizás nadie se enteraría de este acto. Él era simplemente
uno de un tipo de gerentes que creían que el servicio era el producto más
importante de una empresa.
En realidad, los viajeros eran el señor William Waldorf
Astor y su esposa. Algunos años más tarde, cuando el Hotel Waldorf Astoria fue
construido en la ciudad de Nueva York, el señor Astor insistió en que tuviera
como gerente a aquél del hotel de Filadelfia. De aquí que George C. Boldt se
convirtió en la figura más grande en la industria hotelera.
Cuando estás en el fluir, como lo estaba él, entonces “todas
las cosas trabajan para tu bien”.
Cuando el grifo da agua a la taza, en realidad está creando
lugar en él para un nuevo fluir. En física, esta necesidad sería llamada un
vacío. Como la naturaleza detesta un vacío, la vacante atrae a la provisión.
Pablo se refiere a esto cuando dice: “Mi Dios, pues, suplirá
todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús” (Fl.
4:19). Desear algo no es suficiente.
El deseo intrínsecamente debe contener dar de alguna manera,
para ceder el paso al fluir mayor.
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