......Cuando era adolescente, aprendí a utilizar un poder universal, un poder que está al alcance de todos. En 1957, siendo estudiante de primer curso en la universidad de Antioch, en Yellow Springs (Ohio), tuve una de las varias experiencias asombrosas que he tenido con este poder.
Era a comienzos del verano. A última hora me di cuenta de que no quería pasar las vacaciones en mi dormitorio. Quería volver a casa, regresar a Red Bank, a Nueva Jersey, pero no tenia a nadie que me llevara allí, ni dinero para el viaje.
Me fui a dar un paseo y llame a Dios en voz alta: «¡Dios, tengo que volver a casa y tu me vas a llevar allí!» De regreso a mi dormitorio subí corriendo los tres pisos de escaleras hasta llegar a mi cuarto. La respuesta a mi petición surgió tan de repente que me dejo casi sin aliento, porque, al llegar al ultimo escalón, una voz grito: «¿Alguien necesita viajar a Nueva Jersey?” «¡Yo!» dije.
La voz era de un hombre de las fuerzas aéreas de la base de Wright-Patterson. ¿Era conveniente que aceptara la invitación de un extraño? Mis compañeras de habitación estaban preocupadas, pero yo sabía que estaría segura con aquel hombre porque era la respuesta a mi petición.
Preparé mis cosas y me metí en el automóvil. Después de los exámenes finales me encontraba agotada, así que me eche a dormir en el asiento trasero. Dormí durante la mayor parte del viaje y el conductor que Dios me había enviado me llevo sana y salva hasta la puerta de mi casa.
Sabía que tenía algo importante en mis manos. Había accedido a un poder del universo pronunciando una orden. Cuando hago una petición directa en voz alta, Dios responde.
Varios años atrás, había leído sobre un método de oración llamado decreto en los libros de Guy y Edna Ballard del movimiento religioso YO SOY. Los decretos se basan en un sistema de afirmaciones positivas que usan el nombre de Dios «YO SOY EL QUE YO SOY».
En 1961, asistí a una reunión de la organización The Summit Lighthouse, en la que me encontré con su fundador, Mark Prophet, quien más tarde se convertiría en mi instructor y esposo. Mark recibía revelaciones inspiradas por los maestros ascendidos. Los maestros le dieron a Mark muchos decretos, que él después publicó. Cuando yo también comencé a recibir revelaciones de los maestros ascendidos, añadí otros decretos.
Los decretos forman parte de un sistema dinámico de oraciones llamado la ciencia de la Palabra hablada. Cuando usas la ciencia de la Palabra hablada, te asocias con Dios. El Señor le dijo a Job: «Él [el Todopoderoso] escuchara cuando le invoques [...].Todo lo que emprendas [decretaras algo] te saldrá bien [se manifestará].» E Isaías nos dice: «Así dice el Señor, el Santo de Israel, y su modelador: ¿Vais a pedirme señales acerca de mis hijos y a darme órdenes acerca de la obra de mis manos?»1.
El propósito del uso de la ciencia de la Palabra hablada, como veras, no es hacer que sucedan cosas buenas —como conseguir que alguien me llevara a casa o un auto nuevo— sino ponerte en contacto con los maestros ascendidos, los arcángeles y tu Ser Superior. Una vez que se ha producido este contacto, puedes atraer el poder de Dios para conseguir aquello que necesites a fin de cumplir el plan de tu vida y ayudar a otros.
Pero lo más especial es que puedes usar la ciencia de la Palabra hablada para invocar la llama violeta con el fin de evitar los efectos negativos del karma que regresa, profetizado por las señales celestiales y los profetas antiguos y actuales.
El poder creativo del sonido
Ciertos avances y estudios científicos recientes indican lo que los sabios conocían miles de años atrás: el sonido guarda la clave de los misterios del universo. El sonido puede crear y cambiar la materia. Y puede ocasionar cambios espirituales y materiales en nuestras vidas.
Sabemos que el sonido puede ser una espectacular fuerza de destrucción. Una nota muy aguda puede hacer añicos una copa de cristal, un estampido supersónico puede agrietar una pared de yeso, un disparo puede provocar una avalancha. No obstante, el sonido también es una fuerza constructiva, como los médicos y los especialistas en salud están descubriendo cada día. El ultrasonido (sonido de muy alta frecuencia) se esta usando desde para desinfectar heridas hasta para diagnosticar tumores o pulverizar cálculos en el riñón. Algún día podrá incluso usarse para introducir medicamentos en el cuerpo, haciendo que las inyecciones sean obsoletas.
Actualmente los científicos están investigando los efectos del sonido en el cerebro. Piezas de música clásica de compositores como Bach, Mozart y Beethoven, tienen una serie de efectos positivos, entre ellos el aumento del coeficiente de inteligencia y de la memoria, así como la aceleración en el aprendizaje. Algunos especialistas en medicinas alternativas están experimentando con el uso de tonos específicos para la curación de órganos.
Un grupo de monjes benedictinos descubrieron un beneficio inesperado del uso del sonido al entonar cantos gregorianos: al parecer sus cantos energizaban sus cuerpos.
Durante cientos de años, los monjes benedictinos habían mantenido un riguroso horario, solo dormían unas pocas horas cada noche y cantaban entre seis y ocho horas al día. Cuando un nuevo abad cambio el horario y redujo las horas de canto, los monjes estaban cansados y letárgicos. Cuanto más dormían, mas cansados parecían estar2.
En 1967, se le pidió a Alfred Tomatis, un físico Francés, psicólogo y especialista en el oído, que averiguara lo que les pasaba. Lo que hallo me que los monjes en realidad habían cantado para «recargarse». Se reintrodujo el canto, junto con un programa de audiciones de sonidos estimulantes, y en poco tiempo los monjes recuperaron la energía para volver a su horario normal.
Los místicos hindúes y budistas creen que los mantras* pueden liberar fuerzas que pueden crear o destruir. Los escritos hindúes nos dicen que los yoguis han usado los mantras, junto con las visualizaciones, para encender fuegos, materializar objetos físicos (por ejemplo alimentos), hacer que llueva e incluso influir en el resultado de algunas batallas.
No obstante, su principal objetivo no era producir cambios físicos. Creían que los mantras les daban protección y sabiduría, aumentaban su capacidad, de concentración y meditación, y les ayudaban a lograr la iluminación y la unidad con Dios.
Algunas de las mejores lecciones sobre el efecto transformador del sonido y de la ciencia de la Palabra hablada se encuentran en la Biblia: Cuando el pueblo israelita «prorrumpió en gran clamor», el muro de Jericó se vino abajo; al pronunciar Jesús una orden, los enfermos se curaban y los espíritus inmundos eran expulsados; y el hombre cojo de nacimiento camino por primera vez cuando Pedro le ordeno: «En el nombre de Jesucristo, el Nazareno, ponte a andar.»
El sonido que puede transformar nuestros mundos espiritual y material no es cualquier sonido. Es la palabra de Dios. En los antiguos Vedas hindúes leemos: «En el principio era Brahman con quien estaba Vac, el Verbo, y el Verbo es Brahman.» De forma similar, el apóstol Juan escribió: «En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios.» Y el Génesis nos dice que cuando Dios pronuncia las palabras, «Haya luz», el proceso de la creación comienza.
La ciencia de la Palabra hablada: Una relación interactiva entre Dios y tú.
Tú también puedes aprovechar el poder creativo del sonido y de la Palabra de Dios con la ciencia de la Palabra hablada. La ciencia de la Palabra hablada se basa en los principios antiguos así como en revelaciones modernas.
La oración hablada constituye uno de los núcleos esenciales en la practica de las grandes religiones de Oriente y Occidente, ya sean las oraciones judías Shema y Amidah, el Padrenuestro cristiano, el Shahadah musulmán, el Gayatri hindú o el Om Mani Padme Hum budista. Pero la ciencia de la Palabra hablada que los maestros ascendidos enseñan van más allá de todas las formas de oración de Oriente y Occidente.
Es un método de acceso al poder de Dios que combina oraciones, mantras, afirmaciones, meditaciones y visualizaciones, con lo que se llama «decretos dinámicos». Como las oraciones, los decretos son peticiones a Dios pronunciadas en voz alta. Pero más que eso, son una orden para que se manifieste la voluntad de Dios.
Cuando meditamos, entramos en comunión con Dios. Cuando rezamos, nos comunicamos con Dios y le pedimos ayuda. Pero cuando decretamos, estamos ordenando a la luz de Dios que entre en nuestro mundo para producir un cambio alquímico. Estamos dirigiendo a Dios pidiéndole que envié su luz y sus ángeles para entrar en acción y generar una transformación personal y mundial.
La oración, la meditación y los decretos son formas de unión con Dios y con tu Ser Superior, y hay un momento y un lugar para practicar cada forma de devoción. Pero no importa que sendero espiritual practiques, siempre puedes beneficiarte añadiendo los decretos a tus devociones porque estos son las oraciones mas poderosas que le puedes recitar a Dios.
Puede que te preguntes: ¿es realmente necesario pedirle ayuda a Dios? ¿No es Él omnisciente y no sabe ya como ocuparse de nuestros problemas y necesidades?
Según las leyes de Dios, tanto Él como sus representantes celestiales no pueden intervenir en los asuntos humanos a menos que se lo pidamos explícitamente, porque cuando Dios nos creo, nos concedió libre albedrío, y respeta ese libre albedrío. Puedes ver la Tierra como un laboratorio en el que Dios nos ha dado libre albedrío para experimentar y evolucionar. Si no nos hubiera dado libre albedrío, dejándonos experimentar los resultados de nuestras acciones, buenos y malos, no seriamos capaces de aprender nuestras lecciones y de esa manera crecer espiritualmente.
Sobre todo, veo la ciencia de la Palabra hablada como una relación interactiva entre el cielo y la Tierra, entre tú y todos los seres del mundo celestial que están preparados para responder a tus peticiones. Con esta ciencia sagrada y a la vez muy práctica, puedes trabajar con los ángeles y los seres de luz para dirigir la energía de Dios hacia problemas personales y planetarios concretos, ya sea para encontrar un empleo o para mejorar una relación conflictiva, detener el crimen en tu vecindad o estabilizar la economía.
Jesús nos mostró como usar la ciencia de la Palabra hablada
La Epístola a los Hebreos nos dice que Jesús «sostiene todo con su palabra poderosa» o como la Biblia de Jerusalén lo describe él sostuvo «el universo por sus poderosas órdenes».
Por ejemplo, Jesús curo al hombre que buscaba sanarse en el estanque de Betesda cuando pronuncio la orden: «Levántate, toma tu Camilla y anda». Cuando Jesús «increpo al viento» y ordeno al mar: «Calla, enmudece», ceso el viento «y sobrevino una gran bonanza». Y cuando resucitó a Lázaro de entre los muertos, Jesús «grito con fuerte voz: ¡Lázaro, sal fuera!».
En realidad, Jesús nos enseño a usar este método de oración dinámica cuando nos dio la oración del Padrenuestro. Antes de darnos esta oración, dijo: «Vosotros, pues, orad así»8.
El Padrenuestro es, en realidad, un decreto, una serie de siete ordenes, después de decir «Padrenuestro que estas en los cielos», y se afirma: 1) Santificado sea tu nombre; 2) venga tu reino; 3) hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo; 4) danos el pan nuestro de cada día; 5) y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros hemos perdonado a nuestros deudores; 6) y no nos dejes caer en la tentación; 7) mas líbranos del mal.
Lo que aprendemos de la instrucción de Jesús es que como hijos e hijas de Dios, no necesitamos mendigar a nuestro Padre para satisfacer nuestras necesidades diarias. Solo tenemos que pedir —en forma de orden— y el nos dará su luz, energía y conciencia en la forma que le indiquemos.
El nombre de Dios es poder:
En el capitulo anterior hable del nombre de Dios «YO SOY EL QUE YO SOY». Cuando Dios revelo su nombre, YO SOY EL QUE YO SOY, a Moisés, le dijo: «Este es mi nombre para siempre, por el seré invocado de generación en generación»9. La Biblia de Jerusalén traduce este pasaje como:
«Este es mi nombre para siempre; con este nombre seré invocado por todos los siglos venideros».
Esto nos dice que Dios nos esta indicando que usemos su nombre para invocar su intercesión. Por tanto, en nuestros decretos usamos «YO SOY EL QUE YO SOY» o «YO SOY» para acceder al poder ilimitado de Dios.
YO SOY es algo más que un nombre sagrado: nos otorga poder. Es una formula científica. Cuando recitas el nombre de Dios con fe y amor, Dios emite su energía como una formidable cascada de luz para curar la mente, el alma y el corazón.
¿Que significa el nombre «YO SOY EL QUE YO SOY»? Para mí significa sencilla y ala vez profundamente «como arriba, así abajo». Dios esta afirmando: «Yo soy aquí abajo lo que YO SOY arriba.» Cuando tu dices: «YO SOY EL QUE YO SOY», estas afirmando que Dios esta donde tu estas. En realidad, estas diciendo: «Como Dios es en el cielo, así Dios es en la tierra dentro de mi. Dios esta allí donde yo me encuentro. Yo soy el que «YO SOY»».
Algunas veces nos decimos a nosotros mismos: ¿Donde esta Dios? ¿Por que no me ayuda? Todo va mal en mi casa, en mi negocio.» Pues bien, intenta llamar a Dios y decir:
«¡En el nombre del YO SOY EL QUE YO SOY, oh Dios, entra en mi vida! ¡No puedo hacer esto sin ti! ¡Envía a tus ángeles para que asuman el mando de esta situación ahora mismo!»
O puedes decir: «En el nombre de Dios «YO SOY EL QUE YO SOY», en el nombre de Jesucristo y de Saint Germain, asumid el mando de _______________y luego describes el problema concreto que sea una carga para ti o para tus seres queridos.
Oraciones sencillas y rápidas como esta llevaran a los ángeles hasta tu misma casa. No seas modesto cuando hagas estas peticiones. Hazlas como ordenes dinámicas. Cuanto mayor sea el fervor y la intensidad de tu corazón, mayor será la respuesta del cielo.
También puedes usar el nombre de Dios, «YO SOY», para crear afirmaciones breves y poderosas. Son poderosas porque cada vez que dices «YO SOY...», en realidad estas diciendo «Dios en mí es...» Y cualquier cosa que afirmes detrás de las palabras «YO SOY» se convertirá en una realidad en tu mundo, porque la luz de Dios que fluye a través de ti obedecerá esa orden en forma de decreto.
Ése es el profundo significado de lo que se conoce como conexión mente-cuerpo. Tanto lo que piensas como lo que dices produce una influencia en el estado de tu cuerpo. Tus palabras son una profecía que se realiza.
Creo que muchos de nosotros hemos perdido nuestra reverencia por la vida, una reverencia por la energía de Dios que fluye a través de nosotros a cada instante, una reverencia por el Dios que vive en nuestro interior. Si reconoces el poder divino en tu interior, tendrás una sensación de admiración.
Puedes decirte a ti mismo: «Aquí esta la energía de Dios. ¿Que hare hoy? ¿Usaré la energía de Dios para reforzar el lado negativo de la vida? ¿O la usaré para afirmar algo bello, algo real, algo que es relevante para mi progreso espiritual?»
Cuando te descubras diciendo: «Estoy cansado» o «No soy suficientemente bueno», detente e intenta redirigir el poder de Dios en tu interior para afirmar: «YO SOY fuerte» o «YO SOY la victoria de este trabajo».
Jesús nos mostró como utilizar el poder del nombre de Dios al hacer afirmaciones como «YO SOY la resurrección y la vida», «YO SOY la luz del mundo», «Yo he venido para que tengáis vida y la tengáis en abundancia» y «YO SOY el camino, la verdad y la vida».
Podemos tomar cualquiera de estas afirmaciones «YO SOY» y hacerlas nuestras, y podemos crear nuestras propias afirmaciones. Muchos decretos están compuestos de afirmaciones YO SOY. El siguiente grupo de afirmaciones fue dictado por Jesús al mensajero Mark L. Prophet. Recuerda, cada vez que dices: «YO SOY», estas afirmando «Dios en mi es...» Y cuando haces un decreto, es Dios el que esta pronunciando ese decreto en ti.
Al articular «las afirmaciones transfiguradoras de Jesucristo», siente el poder de Dios en tu interior afirmando tu unidad con la fuente de toda la vida que puede ofrecerte «abundante provisión», los recursos materiales y espirituales que necesites.
Afirmaciones Transfiguradoras de Jesucristo:
YO SOY EL QUE YO SOY
YO SOY la Puerta Abierta que nadie puede cerrar
YO SOY la Luz que ilumina a todo hombre que viene al mundo
YO SOY el Camino
YO SOY la Verdad
YO SOY la Vida
YO SOY la Resurrección
YO SOY la Ascensión en la Luz
YO SOY el cumplimiento de todas mis necesidades y requisitos del momento
YO SOY abundante Provisión vertida sobre toda Vida
YO SOY Vista y Oído perfectos
YO SOY la manifiesta Perfección del ser
YO SOY la ilimitada Luz de Dios manifestada en todas partes
YO SOY la Luz del Sanctasanctórum
YO SOY un hijo de Dios
YO SOY la Luz en el santo monte de Dios
LA ANATOMIA DEL DECRETO:
Puedes considerar un decreto como una carta dirigida a Dios. Generalmente se compone de tres partes: el preámbulo, el decreto y el cierre.
l.- El preámbulo.
El preámbulo es parecido a un saludo al comienzo de una carta. En el nos dirigimos a los maestros ascendidos y a las huestes angelicales y les pedimos ayuda. Les damos la autoridad de asumir el mando de cualquier persona, lugar, condición o circunstancia.
El preámbulo de un decreto es una apelación que obliga a los maestros ascendidos y a las huestes angelicales a responderte, siempre y cuando lo hagas con amor y tu petición este de acuerdo con la voluntad y la ley de Dios. Los maestros no podrían negarse a responder estos llamamientos de la misma forma que los bomberos de tu ciudad no lo hacen cuando les llamas en una situación de emergencia.
El privilegio de dirigir las energías de Dios en un decreto le corresponde a nuestro Ser Superior, una parte de nosotros que procede de Dios. El ser inferior, imperfecto e incompleto, no tiene esa autoridad.
Por eso normalmente empezamos nuestros decretos diciendo: «En el nombre de la amada poderosa y victoriosa Presencia de Dios YO SOY en mi, y de mi Santo Ser Crístico...» Al hacerlo así, estamos reconociendo que somos los instrumentos de Dios en la Tierra y que estamos solicitando solo aquello que sea la voluntad de Dios.
Los preámbulos son opcionales. A veces es preferible hacer solamente la parte principal del decreto. Especialmente en el caso de los mantras, afirmaciones y ordenes breves, llamados fiats.
2.- La parte principal del decreto.
La parte principal del decreto o el decreto mismo es la afirmación de tus deseos, aquello que estas pidiendo que se manifieste en ti o en otros. El decreto generalmente esta compuesto por palabras que los maestros ascendidos han dictado a sus mensajeros, y esa es una de las razones por la cual los decretos son tan eficaces. Cuando recitas las palabras concretas de los santos ascendidos y de los adeptos de Oriente y Occidente que están unidos a Dios, tienes un acceso directo a su luz, energía y conciencia para realizar el bien.
3.- El cierre.
En el cierre, sellas el decreto en el corazón de Dios para ponerlo a Su disposición. Tú has propuesto; ahora Dios dispone. También aceptas que Dios va a responder a tus peticiones. Si no aceptas consciente mente la respuesta a tu decreto, la luz de Dios que has invocado puede quedarse en el reino del Espíritu en vez de manifestarse físicamente.
LA REPETICION DE LOS DECRETOS AUMENTA SUS BENEFICIOS:
Los decretos están hechos para ser repetidos. En Oriente la gente repite sus Mantras una y otra vez, incluso miles de veces al día. Pero en Occidente no estamos acostumbrados a la idea de la repetición de una oración.
Tanto místicos como científicos han demostrado los beneficios de la oración repetitiva. Los místicos de la iglesia ortodoxa oriental tienen una tradición que consiste en repetir la sencilla oración, «Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten piedad de mí», miles de veces.
A lo largo de los siglos, los monjes que han hecho esto han dado testimonio de experiencias místicas extraordinarias y de un sentimiento de unión con Dios.
Los monjes medievales decían que después de repetir esta oración durante muchas horas a lo largo de varias semanas, entraban en un estado de conciencia elevado. Contaban que podían ver una poderosa luz a su alrededor, a la que comparaban con la luz que los discípulos vieron en el rostro y las vestiduras de Jesús cuando fue transfigurado.
El Dr. Herbert Benson, presidente y fundador del Instituto de Medicina Cuerpo/Mente en la Escuela de Medicina de Harvard, comprobó que aquellos que repetían mantras sánscritos durante tan solo diez minutos al día experimentaban cambios fisiológicos tales como ritmo cardíaco reducido, menor nivel de tensión y metabolismo más lento. La repetición de mantras también bajaba la presión sanguínea de los que la tenían alta y generalmente reducía el consumo de oxigeno del sujeto, indicando que el cuerpo se encontraba en un estado de relajación.
Estudios posteriores documentados en la publicación de Benson, Timeless Healing, descubrieron que la repetición de mantras puede beneficiar el sistema inmunológico, mitigar el insomnio, reducir las visitas al medico e incluso aumentar la autoestima. Benson y sus colegas también pusieron a prueba otras oraciones, incluyendo «Señor Jesucristo, ten piedad de mi», y hallaron que tenían el mismo efecto.
Las personas se preguntan a menudo: «¿Por que tengo que pedirle a Dios algo más de una vez?» Repetir un decreto no es simplemente hacer una petición una y otra vez. Cada vez que repites un decreto, estas construyendo un «moméntum», una acumulación de energía. Estas intensificando el poder del decreto a medida que lo calificas con más y más energía de Dios.
La energía de Dios esta fluyendo hacia ti a cada momento desde tu Presencia YO SOY, a través de tu cordón cristalino. Así que mientras pronuncias tus decretos, estas cargando continuamente toda la energía que se mueve a través de ti con el poder de Dios. Cuanto más decretas, mas energía positiva puedes emitir al mundo para tu bendición y la de otros.
Imagínate que estas al borde de un río y viertes un litro de pintura morada en el agua. El agua se vuelve de un morado intenso; pero tan pronto como esa parte del río avanza corriente abajo, el agua se aclara de nuevo. Si quisieras hacer que todo el rió fuera de color morado, tendrías que seguir vertiendo enormes cantidades de pintura morada en el agua.
Así sucede con los decretos. Sólo con decretar durante unos minutos, tus decretos influirán en una situación. Pero a veces nos encontramos con situaciones tan graves que nos exigen un trabajo continuado. Pronunciar un decreto una vez no es siempre suficiente para superar desafíos importantes.
Por ejemplo, si estas muy preocupado por un ser querido que va a pasar por una intervención quirúrgica, puedes hacer decretos de curación por el durante toda la intervención. Si un avión se estrella, o se produce un accidente de trafico o un terremoto y sabes que muchas personas están sufriendo o muriendo, será necesario que decretes durante un tiempo para apoyar a los implicados así como al personal medico que se encuentre en el escenario del suceso. Si estas considerando realizar un cambio importante en tu carrera y quieres estar seguro de cual es el siguiente paso a dar, necesitaras continuar decretando para recibir dirección divina en tu vida hasta que sientas sin lugar a dudas que tienes la respuesta.
Si queremos transmutar, a escala mundial, la acumulación del karma negativo de la humanidad que presagia guerra, plagas, agitación económica y cambios terrestres, entonces juntos tendremos que hacer decretos de llama violeta a diario y de forma tenaz. Saint Germain nos dijo en su dictado dado el 16 de marzo de 1996 en Santa Fe de Bogotá: «Os recuerdo que los días y las horas transcurren con rapidez. La causa de la salvación del planeta no es algo que se puede empezar hoy y dejar mañana.
Mediante vuestros decretos de llama violeta podemos mitigar los cambios terrestres o evitarlos por completo. Pero para que el éxito pueda ser el resultado de este esfuerzo, millones de personas deberán dedicarse a esta causa durante los próximos tres años y medio.
"Os doy el poder de usar mi llama violeta por la causa de la justicia".
LA VISUALIZACION AUMENTA EL PODER DE TUS DECRETOS:
Lo que piensas mientras decretas supone un gran cambio en el poder y la eficacia de los decretos. La persona que se concentra al hacer decretos puede lograr mucho más en cinco minutos que aquella que decreta todo el día sin concentración.
Cuando decretes, visualiza una imagen. Una vez que hayas memorizado el decreto, puedes cerrar los ojos mientras lo repites y fortaleces tu concentración en esa imagen.
Comienza concentrándote en tu Presencia YO SOY, a la que puedes ver como un sol resplandeciente de luz sobre tu cabeza. También te puedes concentrar en la chispa divina de tu corazón, imaginándotela como una esfera de luz tan brillante como el sol. A medida que decretas, contempla miles de rayos de luz saliendo desde tu corazón para curar y consolar a todos los hijos de Dios en la Tierra.
También puedes mirar la imagen de uno de tus santos favoritos o de un maestro ascendido, un patrón simétrico natural o creado por el hombre que represente la perfección y de Dios (por ejemplo, una estrella, una galaxia, una rosa o una forma geométrica), una bella escena de la naturaleza o una gran obra de arte.
Lograras mejores resultados practicando la ciencia de la Palabra hablada cuando la acompañes de visualizaciones específicas de aquello que deseas que tu decreto realice. Intenta visualizar la acción descrita en cada palabra del decreto sucediendo ante ti, como si estuvieras delante de una pantalla de cine. O bien usa tu imaginación para representar la resolución de ciertas situaciones que te preocupan.
Para ayudarte a visualizar, antes de comenzar a decretar pregúntate que es lo que quieres lograr con tus decretos. Haz una lista de tus metas espirituales y practicas, y no olvides ponerla al día periódicamente.
Entre las metas espirituales podrías incluir: tener más amor, acercarte a tu Ser Superior o superar experiencias dolorosas de la infancia que generan problemas en tus relaciones. Las metas prácticas podrían ser: encontrar un nuevo trabajo, conseguir el dinero necesario para terminar tus estudios o encontrar nuevos amigos.
También puedes tener metas para otras personas, tu comunidad o tu nación. Tal vez deseas que tu vecindario quede libre de bandas callejeras, o mantener las carreteras libres de conductores borrachos, ayudar a alguien que sufre de un dolor crónico o impedir el tráfico de drogas.
Si al decretar fijas tu atención en una meta concreta, los resultados serán infinitamente más eficaces que si dejas que tu mente vague, estás distraído y tus ojos se mueven de un lado a otro por toda la habitación. Si tiendes a distraerte, no te auto-condenes. En vez de eso, vuelve a concentrar tu mente sin brusquedad. Cuanto mas practiques, mejor centraras tu atención.
CUANDO, DONDE Y COMO DECRETAR:
Uno de los mejores momentos para decretar es temprano por la mañana, cuando los ángeles rodean el planeta, limpiando la atmosfera y bendiciendo a la vida. Encontraras que si lo primero que haces por la mañana es decretar, el día transcurrirá de una forma mucho mas tranquila. ¿Por que? Porque cada mañana un ángel nos trae el karma del día. Tan pronto como nos levantamos, ese paquete de karma negativo nos aguarda.
Podemos hacer dos cosas. Podemos decir: «Estoy demasiado ocupado para hacer mis decretos ahora. Tendré que enfrentarme con este saco de karma mas tarde». Si haces esto, veras que ese karma te persigue durante todo el día.
Pero si te levantas temprano y haces tus decretos, tendrás un día mucho más llevadero. Serás mas eficaz en tus quehaceres. La gente no entablara conversaciones innecesarias contigo, y las emergencias no te apartaran de los objetivos que te hayas marcado para ese día.
Como la oración hablada es mucho más eficaz que la oración silenciosa, es mejor que hagas tus decretos en voz alta. Si no puedes decretar en voz alta —porque te encuentras, por ejemplo, en un lugar publico— puedes repetir los decretos en tu mente.
Puedes hacer decretos en cualquier lugar, incluso realizando tareas rutinarias, dando un paseo o en el automóvil. Pero intenta disponer de algún momento cada día para decretar sin interrupciones en un lugar tranquilo delante de tu propio altar, incluso si se trata de tu gabinete o un rincón de un dormitorio o de tu sala de estar.
Sobre tu altar puedes poner velas, cristales, flores e imágenes de santos, maestros ascendidos y fotografías de aquellos por los que estés rezando. Conserva la habitación bien iluminada, limpia y aireada. La iluminación escasa, el polvo, el desorden y el aire viciado impiden el flujo de la energía espiritual y hacen que tus decretos sean menos eficaces.
Es importante mantener una postura correcta mientras se decreta. Se puede decretar de pie o sentado en una silla o en la postura del loto. Si lo haces sentado, asegurare de que la silla que uses sea cómoda y tenga un respaldo recto. Mantén la columna vertebral y la cabeza derechas. No cruces las piernas ni los brazos y mantén los pies en el suelo. Una postura incorrecta abre la conciencia a influencias negativas. Cruzar las piernas y los brazos crea un cortocircuito en las energías que están destinadas a fluir a través de ti para bendecir a toda la humanidad. Respira profunda y regularmente mientras decretas, usando el poder del aliento de Dios para proyectar su luz a través de tus chakras a fin de bendecir a toda la vida.
Sostén la hoja del decreto a la altura de los ojos para que no tengas que inclinarte mientras que lo recitas. Puedes incluso sentarte al lado de un escritorio o de una mesa para sostener el decreto delante de ti, dejando tus manos libres. Si tus manos están libres, sepáralas, ponlas encima de tu regazo con las palmas hacia arriba. El dedo índice de cada mano puede tocar el pulgar.
Cuando te dispongas a decretar, haz primero una oración mencionando hacia donde quieres dirigir la luz que invoques. Pide siempre que tu Ser Superior ajuste tus peticiones de acuerdo con lo que sea mejor para tu alma y las almas de aquellos por quienes decretas.
A continuación escoge un decreto. Pronuncia las palabras con devoción y sentimiento. Pronuncia cada palabra con un amor intense por Dios, manteniendo en la mente la visualización que hayas elegido. Comienza lentamente y a la altura de la voz que normalmente usas para hablar.
Pronunciar el decreto lentamente te permite lograr una comunión profunda y sincera con Dios. Al repetir el decreto puedes aumentar la velocidad gradualmente y subir el tono. Aunque la aceleración no es algo esencial, aumentara la capacidad que tus decretos tienen para disolver los pensamientos o las energías negativas. Debes aumentar la velocidad de tus decretos conscientemente solo si sientes esa necesidad; el decreto debería acelerarse por si mismo.
Repite el decreto tres o nueve veces para empezar. Cuando te sientas preparado puedes comenzar a aumentar el número de repeticiones. Al repetir un decreto treinta y seis, cuarenta, ciento ocho o incluso ciento cuarenta y cuatro veces, puedes tener un mayor acceso a tus recursos espirituales y al poder de Dios.
Al repetir un decreto, sentirás que adquiere un ritmo natural. El ritmo es una de las cosas que le da a un decreto su poder. De la misma forma que un ejercito marchando al unísono puede derrumbar un puente, los decretos rítmicos pueden crear una fuerza espiritual tan intensa que consuma acumulaciones de energía negativa, patrones de habito y karma. El ritmo también produce un patrón vibratorio que envía por todo el planeta la luz que se haya invocado.
No te desilusiones si tus decretos no parecen ofrecerte resultados inmediatos o como esperabas. Cuando usas la ciencia de la Palabra hablada, decretas por medio de la autoridad de Dios, y Dios te responderá como mejor le convenga a tu alma. Tu Ser Superior puede intentar llevarte en otra dirección, que finalmente le proporcionara un mayor crecimiento a tu alma.
Prepárate para los resultados, incluso si no coinciden con los que buscabas. El Señor ha prometido:
«Ponedme así a prueba [...] a ver si no os abro las esclusas del cielo y no vacio sobre vosotros la bendición hasta que ya no quede».
Incluso si solo puedes decretar durante unos cuantos minutos al día, esos minutes pueden suponer un cambio en tu concepción mental, tu condición física y tu relación con Dios. ¡Pon a prueba la ciencia de la Palabra hablada y contempla lo que la luz puede hacer por ti y lo que tu puedes hacer por un mundo necesitado!
EL PRIMER PASO: TU TUBO DE LUZ:
Cuando te prepares para aumentar e intensificar la luz de Dios mediante tus decretos, lo mejor es empezar invocando el tubo de luz y la protección del Arcángel Miguel.
El tubo de luz aparece en la grafica de tu Ser Divino. Es un cilindro de energía de unos tres metres de diámetro que te protege de la energía negativa e incluso de peligros físicos. Desciende del YO SOY EL QUE YO SOY encima de ti y llega hasta tus pies.
Ya seas un taxista, un albañil, un abogado o un vendedor, necesitas permanecer en perfecta calma en medio de situaciones de crisis. A lo largo de todo el día puedes ser bombardeado por los miedos, las opiniones negativas o las demandas excesivas de la gente. El tubo de luz te ayuda a permanecer centrado y en paz.
El tubo de luz también te protege de las malas energías que pueden dirigirse hacia ti por la ira, la condenación, el odio o los celos de alguien. Cuando no estas protegido, esas vibraciones pueden irritarte o deprimirte. Incluso pueden llegar a ocasionarte accidentes.
Invoca tu tubo de luz cada mañana y repítelo cuando sea necesario a lo largo del día. Al hacerlo, visualiza la blanca luz brillante de tu Presencia YO SOY, mas brillante que el sol cuando brilla sobre los copos de nieve recién caída, fundiéndose para formar ese muro de luz impenetrable.
TUBO DE LUZ:
"Amada y radiante Presencia YO SOY,
séllame ahora en tu Tubo de Luz
de llama brillante Maestra Ascendida
ahora invocada en el nombre de Dios.
Que mantenga libre mi templo aquí
de toda discordia enviada a mi.
YO SOY quien invoca el Fuego Violeta,
para que arda y transmute todo deseo,
persistiendo en nombre de la libertad,
hasta que yo me una a la Llama Violeta."
(Recítalo tres veces)
El Arcàngel Miguel, guardián de nuestros ejercicios espirituales:
El Arcángel Miguel es el mayor y mas reverenciado de los ángeles en las escrituras y tradiciones del judaísmo, cristianismo e islamismo. En el Antiguo Testamento el aparece como el guardián de Israel. Se le apareció a Josué cuando este se preparaba para guiar a los israelitas a la batalla de Jericó y se revelo como «capitán de los ejércitos del SEÑOR».
En uno de los pergaminos del Mar Muerto, Miguel es el «ángel poderoso y ministrante» mediante el cual Dios promete «enviar su ayuda perpetua» a los hijos de la luz. En la tradición católica, es el patrón y el protector de la Iglesia. El Arcángel Miguel era uno de los tres visitantes celestiales que le revelaron a la joven campesina Juana de Arco su misión de liberar a Francia. Llamado también Mikail, que en musulmán significa sabiduría, es el ángel de la naturaleza que le proporciona al hombre alimentos y conocimiento.
Como arcángel del primer rayo, el Arcángel Miguel encarna las cualidades de la fe, la protección, la perfección y la voluntad de Dios. Tiene infinito número de legiones a sus ordenes cuyo trabajo consiste en proteger a los hijos de Dios de los peligros físicos y espirituales, desde accidentes de trafico, robos y rapto, hasta los estragos del terrorismo y la guerra.
Para cualquier cosa de la que desees liberarte, si realmente deseas ser libre, reza fervientemente todos los días al Arcángel Miguel y el te liberara. Si quieres dejar de fumar, de beber o de comer demasiado, si quieres poner tu vida en orden para poder servir a Dios mejor, simplemente llama al Arcángel Miguel.
El Arcángel Miguel ha salvado personalmente mi vida una docena de veces que yo sepa y probablemente miles de veces de las que no soy consciente. Estoy segura de que lo mismo te ha sucedido a ti.
INSTRUCCION:
A continuación leerás dos decretos y una orden breve, llamada fiat, que puedes recitar para pedirle al Arcángel Miguel que entre en acción. Estos decretos son para tu protección a lo largo del día y para protegerte por la noche cuando tu alma viaja fuera del cuerpo mientras duermes.
Puedes hacerlos en el auto o en el metro. Puedes hacerlos mientras viajas por aire o por mar, caminando o corriendo por un parque. Haz estos decretos en voz alta cuando vayas en tu auto y suave o silenciosamente cuando te encuentres en un transporte público.
También puedes usar estos decretos para ayudar a otros. Cuando conduces tu auto para ir a trabajar, llama al Arcángel Miguel para que proteja a todos los que se encuentran en la carretera así como a todos aquellos que estén usando cualquier otra forma de transporte. Así, tu petición puede aprovecharse al máximo al dar trabajo a millones de ángeles. A lo largo del día, cuando sientas que es necesario reforzar la protección a tu alrededor o alrededor de seres que pueden estar sufriendo, detente e invoca a este magnifico arcángel. Tu oración puede ser tan sencilla como: «Arcángel Miguel, ¡Ayúdame! ¡Ayúdame! ¡Ayúdame!».
Recita estos decretos con entusiasmo y se consciente de que cuando llamas al Arcángel Miguel y a sus legiones, ellos se pondrán inmediatamente a tu lado.
VISUALIZACION:
Visualiza al Arcángel Miguel como a un arcángel de gran belleza, poder y majestuosidad, ataviado con una armadura resplandeciente y una capa de color azul zafiro y su aura del mismo color.
Visualízale delante, detrás, a tu izquierda, a tu derecha, debajo, encima y en el centro de tu ser, acompañado de un infinito numero de ángeles que te protegerán y te escoltaran dondequiera que vayas. Contempla al Arcángel Miguel esgrimiendo una espada de llama azul para liberarte de todas las condiciones negativas que se oponen al progreso de tu alma en el sendero espiritual.
Mientras viajas, visualiza al Arcángel Miguel rodeando a todos los vehículos que circulan por la carretera. También puedes imaginarte que llevas un casco y una armadura de acero azul que impedirá que cualquier peligro físico o espiritual llegue a afectarle a tu cuerpo o a tu mente.
2. Protección para Viajes:
Preámbulo:
En el nombre de la amada, poderosa y victoriosa Presencia de Dios, YO SOY en mi, y de mi amado Santo Ser Crístico, llamo al amado Arcángel Miguel y a los ángeles del primer rayo. Os pido que____________________. Pido que mi llamado sea multiplicado y usado para ayudar a todas las almas necesitadas de este planeta. Os doy las gracias y acepto que esto sea hecho ahora con pleno poder, de acuerdo con la voluntad de Dios.
Decreto: Protección de viaje:
"¡San Miguel delante, San Miguel detrás,
San Miguel a la derecha, San Miguel a la izquierda,
San Miguel arriba, San Miguel abajo,
San Miguel, San Miguel, doquiera que voy!
¡YO SOY su Amor protegiendo aquí!
¡YO SOY su Amor protegiendo aquí!
¡YO SOY su Amor protegiendo aquí!.
(Recítese tres o nueve veces con alegría y entusiasmo)
¡Protégenos, protégenos, protégenos!
¡Protégenos, protégenos, protégenos! ¡Por el relámpago de tu Amor! ¡Protégenos, protégenos, protégenos! ¡Por tu Gran Ser en las alturas! ¡Protégenos, protégenos, protégenos! ¡Por tu poder secreto de Luz! ¡Protégenos, protégenos, protégenos!
¡Por tu gran y glorioso Poder! ¡Y séllanos a salvo por siempre En tu corazón diamantino de Luz!.""
(Recítese tres o nueve veces)
Cierre:
"¡Y con plena Fe acepto conscientemente que esto se manifieste, se manifieste, se manifieste! (recitar esta primera frase tres veces), aquí y ahora mismo con pleno Poder, eternamente sostenido, omnipotentemente activo, siempre expandiéndose y abarcando el mundo hasta que todos hayan ascendido completamente en la Luz y sean libres! ¡Amado YO SOY! ¡Amado YO SOY! ¡Amado YO SOY!."
Fiat:
"Arcángel Miguel, ¡Ayúdame! ¡Ayúdame! ¡Ayúdame!
Oración al Arcángel Miguel:
El libro de Daniel recoge la profecía de la liberación del Arcángel Miguel. Es una profecía para nuestros días: «En aquel tiempo surgirá Miguel, el gran príncipe que defiende a los hijos de tu pueblo. Sera aquel un tiempo de angustia como no habrá habido hasta entonces desde que existen las naciones. En aquel tiempo se salvara tu pueblo: todos los que se encuentren inscritos en el Libro».
Necesitamos al Arcángel Miguel, porque no podemos competir a solas en contra de los ángeles caídos que se oponen a los hijos de Dios en la Tierra. Como se recoge en el libro del Apocalipsis, el Arcángel Miguel y sus legiones arrojaron a Satanás y a sus ángeles del cielo a la tierra. A muchos de ellos se les exigió que encarnaran en la Tierra para resolver el karma que habían creado con las huestes del señor. Cuando el Arcángel Miguel los arrojo del cielo, los ángeles caídos juraron destruir a los hijos de Dios. Desde entonces la guerra contenía en la Tierra.
Dios les dio a los ángeles caídos una cierta cantidad de tiempo para arrepentirse de su pecado. Muchos de ellos todavía no se han arrepentido. Actualmente continúan con sus actividades diabólicas, trafico de drogas, abuso sexual de niños, manipulación de la economía.
Una de las formas en que podemos invocar la intercesión del Arcángel Miguel es recitando la oración que el Papa León XII escribió. Un día en que el Papa León habla terminado de oficiar misa, se detuvo ante el altar en estado de trance. Después explico que había escuchado a Satanás hablando con Jesús.
Con una voz gutural y orgullosa, Satanás presumía de que podía destruir a la Iglesia y que solo necesitaba setenta y cinco años para hacerlo. El Señor le respondió: «Tienes el tiempo: tienes el poder. Haz lo que quieras». El Papa comprendió que usando la oración, haciendo sacrificios y llevando una vida virtuosa, podríamos compensar el poder del demonio y de sus agentes humanos. Reconoció que el Arcángel Miguel tenía un gran papel que desempeñar en la resolución del conflicto.
Así que el Papa compuso una oración para invocar la intercesión del Arcángel Miguel con el fin de vencer a las artimañas de Satanás. Los católicos recitaban esta oración al final de la misa a partir de 1886, pero esta práctica se elimino en 1964 cuando el Concilio Vaticano II reviso la liturgia.
Pueden utilizar esta breve oración en cualquier tipo de situaciones en las que necesites la ayuda extraordinaria de este Arcángel, si tu hogar esta siendo destruido a causa del alcoholismo, si conoces a alguien que este sufriendo abusos o este destruyéndose a base del uso de drogas, si fuerzas invisibles atacan a tu familia, tu negocio, tu modo de ganarte la vida, tu país.
Hay una línea en blanco en medio de este decreto en la que puedes mencionar las preocupaciones de tu corazón. Dáselas al Arcángel Miguel. Te prometo que te ayudara.
Oración al Arcángel Miguel del Papa León XIII:
"San Miguel Arcángel, definiéndonos en Armagedón, se nuestra protección contra las maldades y acechanzas del diablo; rogamos humildemente que Dios lo reprenda y que tu, oh Príncipe de las huestes angelicales, por el poder de Dios, ates las fuerzas de la Muerte y del Infierno, la prole de Satanás, la falsa jerarquía del Anticristo y todos los espíritus malignos que rondan por el mundo en busca de la ruina de las almas, y los encarceles en la Corte del Fuego Sagrado para su Juicio Final incluyendo a _________________________________.
Arroja a los seres de las tinieblas y a su oscuridad, a los malhechores, sus malas palabras y obras, causa, efecto, registro y memoria, al lago de fuego sagrado «preparado para el diablo y sus ángeles».
En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo y de la Madre, Amen.
El llamado a juicio
Jesucristo nos ha dado un decreto específico para atar a los ángeles caídos y a los espíritus malignos que atacan a los hijos de Dios. Se llama «el llamado a juicio» y es una concesión de poder para enfrentar el mal.
Hace dos mil años Jesús le dijo a Pedro: «A ti te daré las Llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedara atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedara desatado en los cielos».5 Hoy en día, Jesús y Saint Germain nos dan estas Llaves para que atemos a los ángeles caídos.
El apóstol Pablo confirmo este poder cuando dijo a los cristianos de Corintio: «¿No sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si vosotros vais a juzgar al mundo, ¿no sois acaso dignos de juzgar esas naderías? ¿No sabéis que hemos de juzgar a los ángeles [caídos]? Y ¡como no las cosas de esta vida!».
No hacemos el llamado a juicio para desquitarnos con individuos. Lo hacemos para detener la proliferación del mal o las injusticias. Lo hacemos porque sin nuestras intensas suplicas de intercesión divina, muchas almas inocentes podrían convertirse en victimas de la codicia, la lujuria y el odio de los malvados, desde el abuso de niños, hasta el terrorismo internacional. Y siempre sometemos nuestros decretos a la voluntad de Dios, porque Dios es el juez supremo.
Instrucción:
Antes de hacer «el llamado a juicio», recita el decreto del tubo de luz y los decretos al Arcángel Miguel para establecer un intense campo de fuerza de protección a tu alrededor.
Entonces haz una oración especifica nombrando las condiciones que deseas detener en respuesta a este decreto. Puedes repetir este decreto una y otra vez para atar a los ángeles caídos y liberar a todo el mundo.
La postura mas eficaz para hacer este decreto es de pie, con la mano derecha elevada a la altura del hombro usando el mudra abhaya (gesto de intrepidez). La palma de la mano mira hacia fuera y los dedos apuntan hacia arriba. Coloca tu mano izquierda en el centro del pecho, a la altura del chakra del corazón, con el pulgar y los dos primeros dedos juntos apuntando hacia dentro.
El llamado a juicio:
En el Nombre del YO SOY EL QUE YO SOY,
Yo invoco la Presencia Electrónica de Jesucristo:
¡No pasaran! (una vez por cada ángel caído)
¡No pasaran!
¡No pasaran!
Por la autoridad de la cruz cósmica de fuego blanco sera:
Que todo lo que se dirija en contra del Cristo
dentro de mi, dentro de los santos inocentes,
dentro de nuestros amados Mensajeros,
dentro de todo hijo e hija de Dios. Se torne ahora
por la autoridad de Alfa y Omega,
por la autoridad de mi Señor y Salvador Jesucristo,
¡por la autoridad de Saint Germain!
YO SOY EL QUE YO SOY en el centro de este templo
y declaro en la plenitud de todo el Espíritu de la Gran Hermandad Blanca:
Que los que practican la magia negra en contra de los hijos de la Luz . . . Sean atados ahora por las huestes del Señor,
Que reciban ahora el juicio del Señor Cristo en mi, en Jesús, y en todo Maestro Ascendido, Que reciban ahora la plena retribución multiplicada por la energía del Cristo Cósmico de los actos nefastos que han practicado desde la encarnación misma de la Palabra!
¡He aquí, YO SOY un Hijo de Dios!
¡He aquí, YO SOY una Llama de Dios!
¡He aquí, Yo estoy de pie firmemente en la Roca de la Palabra viviente!
Y declaro con Jesús, el Hijo viviente de Dios:
¡No pasaran!
¡No pasaran!
¡No pasaran!
Elohim. Elohim. Elohim. (En forma de canto).
Cierre:
¡Y con plena Fe acepto conscientemente que esto se manifieste, se manifieste, se manifieste! (recitar esta primera frase tres veces), aquí y ahora mismo con pleno Poder, eternamente sostenido, omnipotentemente activo, siempre expandiéndose y abarcando el mundo hasta que todos hayan ascendido completamente en la Luz y sean libres! ¡Amado YO SOY! (3X).
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