Bienvenido seas a este espacio para el reencuentro del ser. Nada es casualidad, no hay accidentes en el mundo de la voluntad. Por eso celebro y bendigo esta magica sincronia, y elijo creer que el universo nos permitió crear este lazo. Es hora de despertar, las energías del viejo mundo han quedado atrás y el Nuevo Mundo te exige vivir en conciencia, armonia y amor. Que fluya el conocimiento! Que es la llave de la libertad!
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martes, 11 de febrero de 2014
Y COMO AQUEL ARBOL, UN DIA DESPERTE....
ESTUVE TAN CONFUNDIDO, Y COMO AQUEL ARBOL UN DIA DESPERTE....
Había una vez, algún lugar que podría ser cualquier lugar, y en un tiempo que podría ser cualquier tiempo, un hermoso jardín, con manzanos, naranjos, perales y bellísimos rosales, todos ellos felices y realizados.
Todos vivían alegres en el jardín, excepto un árbol que estaba profundamente triste. El pobre tenía un problema existencial: "No sabía quién era."
-Lo que te falta es concentración -le decía el manzano- si realmente lo intentas, podrás tener sabrosas manzanas. "¿Ves qué fácil es?"
-No lo escuches, exigía el rosal. Es más sencillo tener rosas y "¿Ves qué bellas son?"
Y el árbol desesperado, intentaba todo lo que le sugerían, y como no lograba ser como los demás, se sentía cada vez más frustrado.
Un día llegó hasta el jardín el búho, la más sabia de las aves, y al ver la desesperación del árbol, exclamó:
-No te preocupes, tu problema no es tan grave, es el mismo de muchísimos seres sobre la Tierra. Yo te daré la solución: "No dediques tu vida a ser como los demás quieran que seas...Sé tu mismo, conócete, y para lograrlo, escucha tu voz interior."
Y dicho esto, el búho desapareció.
"¿Mi voz interior...? ¿Ser yo mismo...? ¿Conocerme...?"
Se preguntaba el árbol tratando de comprender las palabras del búho, cuando de pronto, comprendió... Y cerrando los ojos y los oídos, abrió el corazón, y por fin pudo escuchar su voz interior diciéndole:
"Tú jamás darás manzanas porque no eres un manzano, ni florecerás cada primavera porque no eres un rosal. Eres un roble, y tu destino es crecer grande y majestuoso. Dar cobijo a las aves, sombra a los viajeros, belleza al paisaje. Tu grandeza y fortaleza serán inspiración para todos los que te vean. Tienes una misión: Cúmplela".
Y el árbol se sintió fuerte y seguro de sí mismo y se dispuso a ser todo aquello para lo cual estaba destinado. Así, pronto llenó su espacio y fue admirado y respetado por todos.
Y sólo entonces el jardín fue completamente feliz....
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