Páginas

miércoles, 10 de febrero de 2016

TRANSFORMA TU VIDA CON LA ORACIÓN DEL PERDÓN


TRANSFORMA TU VIDA CON LA ORACIÓN DEL PERDÓN

Barbara Meneses,  30 enero, 2016


El Desafío del Perdón, una práctica de 40 días o… toda la vida.

Una de las herramientas que siempre llevo conmigo como poderosas píldoras de sanación son las oraciones. Hay algo muy especial en ellas, una delicada fragancia que activa nuestro espíritu devocional al tiempo que despierta en nosotros nuestra capacidad de entrar en comunión con la Fuente y desde ahí permitir que obre el milagro en nuestras vidas.

Una de las oraciones que más he recitado y que mayor impacto me han producido ha sido la Oración del Perdón que me transmitió personalmente el sanador norteamericano afincado en Hawai, Howard Wills.

Howard lleva años transmitiendo ésta y otras oraciones a quienes acuden a pedirle ayuda. Para él son la principal herramienta de transformación personal. Ha visto muchos milagros operar en la vida de infinidad de personas gracias a estas palabras que recibió en un momento de iluminación espiritual.

Personalmente también he visto casos en los que esta oración ha producido transformaciones maravillosas en las vidas de personas que estaban atrapadas, en su dolor, por lo que les había sucedido. Casos de muertes por asesinato, secuestro, situaciones difíciles de sanar, enquistadas en patrones de odio, incomprensión, frustración.

Gracias a esta oración que os vamos a compartir en esta entrada, muchas personas han disfrutado por primera vez de una Paz inconmensurable que suavemente se ha ido instalando en sus corazones y en sus vidas.

Esta oración del Perdón es como un refugio para corazones heridos, para quienes están cansados de sufrir y no saben qué hacer. En situaciones así en las que nos sentimos desconcertados sin saber qué hacer, cómo actuar, cómo transformar una situación, siempre podemos recurrir a esta hermosa oración que irá lavándonos de dentro hacia afuera en profundidad.

La oración del Perdón posee una energía especial que nos ayuda. Cada palabra y cada repetición es importante para producir el resultado que buscamos. Se trata de una oración en el que pedimos a la Fuente que nos ayude a perdonar y a amarnos los unos a los otros. Parece una oración simple o simplista pero a menudo, las prácticas más poderosas son las más sencillas, las que apelan a lo más básico o primario de nosotros, pues es ahí, en los cimientos de nuestra vida, de nuestras relaciones donde hemos de operar el milagro de la transformación.

Cuando comencé a recitar esta oración sentí como si mi campo energético estuviese conectado a Todo y a todos los seres vivos por invisibles y pequeños o grandes filamentos, a modo de tubos energéticos. Todos estamos conectados con todos de esta forma. La calidad de la energía que fluye por esos filamentos que así nos conectan depende de nuestra historia personal con cada una de esas personas o seres vivos, pues también estamos así conectados con animales, plantas, planetas, la vida misma.

Al recitar esta oración del Perdón de forma periódica, comenzamos a limpiar el contenido de esos filamentos que nos unen a los demás. Así, la carga de karma, incomprensión, frustración, culpa, miedo, reproches, odio que nos ha unido a veces fatídicamente a otras personas comienza a liberarse suavemente gracias a la voluntad que expresamos a la Fuente de desear perdonarnos los unos a los otros, amarnos los unos a los otros.

Me diréis que hay cosas que no pueden ser perdonadas, y si, es cierto que cuando contemplamos una situación desde cierta perspectiva parece como si no pudiéramos perdonar ni amar. Sin embargo, esta oración acepta incluso que no podamos perdonar aquí y ahora y nos permite seguir lavando y purificando nuestras conexiones aún cuando, en total honestidad, aún no estemos listos para soltar plenamente una situación concreta. Honremos dónde estamos y recitemos. Permitamos que la Fuente, Dios, La Luz Divina obren el milagro en nosotros.

Os propongo que os suméis a esta práctica de 40 días que he llamado el Desafío del Perdón, un proceso, a modo de sadhana espiritual para transformar todas nuestras relaciones durante 40 días. Lo único que hemos de hacer es recitar en voz alta 40 veces al día esta oración del Perdón durante 40 días consecutivos. Podemos recitar la oración 10 veces por la mañana, 10 en otro momento y así hasta llegar a la noche habiendo recitado las 40 oraciones.

La oración es una de las más poderosas oraciones que he encontrado para sanar patrones ancestrales presentes en nuestro linaje. Es “mano de santo” y recitándola estaremos ayudando energéticamente a nuestro linaje, nuestro árbol genealógico, liberando carga y toxicidad.

Cuando inicié esta práctica, sentí que todos esos filamentos que me unen a las personas estaban limpiándose hasta que un día, caminando por la calle, tomé conciencia de que todos y cada uno de esos filamentos estaban limpios y que nada negativo me unía invisiblemente a las demás personas. Fue una experiencia exquisita de liberación personal y que me permitía establecer nuevas relaciones con las personas desde un nuevo espacio interior, desde lo sanado, desde la paz.

Howard Wills siempre nos recomienda que respiremos en profundidad para crear el espacio necesario en nosotros para realizar esta transformación y si podemos hacerlo, nos invita a que recitemos frente al Sol, nuestro astro rey, representante de la Luz Divina en esta pequeña parte de la Galaxia.

He aquí la oración:

(Puedes emplear la palabra “Dios” pero si no estás en alineamiento con esa expresión, puedes reemplazarla por Luz Divina.)

“Dios, para mí, mi familia, nuestro linaje, toda la Humanidad, la Tierra y todas las formas vivas, a través de todo tiempo, pasado, presente y futuro. Por favor ayúdanos a perdonarnos los unos a los otros, a perdonarnos a nosotros mismos, a perdonar a todas las personas y que todas las personas nos perdonen. Por favor Dios, gracias Dios amén, gracias Dios amén.”

Llénanos con tu Amor, danos a todos la paz completa. Ayúdanos a amarnos los unos a los otros, a amarnos a nosotros mismos, a estar en paz los unos con los otros, a estar en paz con nosotros mismos, ahora y para siempre, por favor Dios, gracias Dios amén, gracias Dios amén.”

(40 veces al día, 40 días seguidos, un ciclo completo. La formulación de las palabras y sus repeticiones son importantes para cumplir el mensaje de la oración: el perdón, el amor y la paz en todas nuestras conexiones).

Para finalizar quisiera invitar a quien desee complementar este desafio sumando a ello la practica  del ho’oponopono como punto final, en lo personal siento que la hace aun mas ponderosa, y es tan sencillo como terminar la oracion diciendo:

"LO SIENTO, PERDONAME, GRACIAS, TE AMO" (repite 3 veces), y listo….


Bendiciones infinitas!!!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario