La Respiración Consciente y sus beneficios:
Si se aprende a respirar correctamente la recompensa es importante; el cuerpo se vuelve fuerte y sano; el exceso de grasa desaparece, el rostro resplandece, los ojos centellean y un encanto particular se desprende de toda la personalidad. La voz también se vuelve dulce y melodiosa. La persona iniciada en el arte de la respiración ya no es presa fácil de la enfermedad. La digestión se hace con facilidad. Todo el cuerpo se purifica y se facilita el ser conscientes y el obrar apropiadamente.
La respiración consciente nos aporta bendiciones incalculables en todos los planos de nuestra vida. Es preciso que observemos sus efectos positivos en nuestro cuerpo, en los sentimientos y pensamientos y, también, en todas nuestras facultades, pues la respiración consciente es a la vez una concreción de la vida espiritual y una ayuda de ésta.
Cuando se respire rítmicamente, concéntrese en levantar el abdomen al aspirar, y llene conscientemente de aire la parte inferior, media y superior de sus pulmones. Mientras contiene el aliento, sienta cómo se expanden las costillas en la parte anterior y posterior de su cuerpo; la sensación será como inflar lentamente un globo.
Cuando suelte el aire contraiga el diafragma como si fuera un fuelle, acercándolo a la espina dorsal. Vacíe completamente de aire sus pulmones antes de respirar de nuevo.
Beneficios de una respiración profunda:
- Aumenta la cantidad de sangre, debido a su mayor oxigenación en los pulmones. Esto favorece la eliminación de toxinas del sistema.
- Mejora la capacidad del cuerpo para digerir y asimilar los alimentos. Los órganos digestivos, como el estómago, reciben mayor cantidad de oxígeno y, por lo tanto, su funcionamiento es más eficaz.
- Mejora el estado del sistema nervioso. Debido a la mayor oxigenación, y por lo tanto alimentación del sistema nervioso que comunica con todas las partes del cuerpo.
- Beneficia el cerebro: el cerebro se beneficia especialmente del oxigeno, y requiere tres veces más que el resto del cuerpo. Esto tiene un impacto fundamental sobre nuestro bienestar.
- Mejora la piel. La piel se vuelve más suave, y se reduce la aparición de arrugas faciales.
- Masajéa los órganos. A través de los movimientos de la diafragma durante los ejercicios de respiración profunda, los órganos abdominales -el estómago, el intestino, el hígado y el páncreas- reciben un masaje. Además, el movimiento de la parte superior de la diafragma le proporciona otro masaje al corazón. Estos masajes estimulan la circulación sanguínea en estos órganos.
- Previene problemas respiratorios: Los pulmones logran ser sanos y fuertes, lo que supone un buen seguro contra futuros problemas respiratorios.
- Reduce la carga de trabajo del corazón. Esto produce un corazón más eficiente y más fuerte, que funciona mejor y dura más tiempo. También se traduce en una tensión sanguínea reducida, y una probabilidad menor de sufrir una enfermedad cardíaca.
- Ayuda a controlar su peso. Si tiene exceso de peso, el suministro extra de oxigeno ayuda a quemar las grasas. Si por el contrario, tiene insuficiente peso, el oxigeno alimenta a los tejidos y glándulas.
Relajación corporal. La respiración lenta, profunda y rítmica provoca un estímulo reflejo del sistema nervioso parasimpático. Esto produce una reducción en los latidos del corazón y una relajación de los músculos.
Relajación mental. Una mayor oxigenación del cerebro tiende a normalizar la función cerebral, reduciendo niveles excesivos de ansiedad. Concentrarse en la respiración es un instrumento ideal para bloquear los pensamientos extraños, tranquilizar y poner la mente en blanco.
*Fuente, cortesia y autoria de la nota: centrohuellas.wordpress.com
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