"El hombre anhelado por toda mujer"
.....En una breve conversación un hombre le pregunta a una mujer: “¿Qué tipo de hombre estás buscando?”
Ella se quedó un momento callada, alzo los ojos y le preguntó: “¿En verdad quieres saber?”
Él respondió: “Sí”
Ella le contesto:
"Yo necesito un hombre que luche por la excelencia en todos los aspectos de la vida.”
El hombre se cruzó de brazos, se recargó en la silla y le pidió que le explicara.
Ella:
“Yo anhelo un hombre que luche por la excelencia espiritual e intelectual, con el cual yo pueda compartir la fe que nos fortalezca, engrandezca y renueve dia a dia, siendo el estimulo mental parte de nuestro diario convivir. Alguien suficientemente sensible para que me comprenda por lo que yo paso en la vida como mujer, pero suficientemente fuerte para darme ánimos y no dejarme decaer, ese que me ofrece sus brazos para sentirme segura y protegida, abrazandome sin sofocarme, dejandome ser en libertad, sabiendo que nuestros brazos seran la ancla segura en el puerto de nuestra alma. Ese hombre que admire por sus valores y cualidades, ese que lleva la esperanza de un mejor mañana tatuado en el corazon, y encendida la chispa de la pasion en su alma, no dandose por vencido al primer intento ni al primer error, ese que lucha como un gran Guerrero... Su valentia me atrae, su corazon me derrite, su sabiduria me atrapa, su fuerza, entrega y pasion me enloquecen, pero su lealtad me mantiene a su lado. Ese hombre que se rie hasta de si mismo, porque juntos hallamos en el sentido del humor el dulce balsamo para sobrellevar los momentos mas dificiles de la vida.
Ese hombre que va despacio para quererme lejos... El que se reconoce en mi como yo en el, y cuando nuestros ojos se entrelacen nos pase el cielo en una mirada, cada suspiro llevara su nombre en silencio.....
Ese ser que me susurre al oido: "Estamos amor mio, a un latido de distancia, y a un suspiro de encontrarnos.... Yo seré el lugar que TU llames hogar, cuando todo parezca exilio. Te hallaras en mis versos, YO me hallare en TU vida."
Cuando ella terminó ella le vio a los ojos, y él se veía muy confundido y con interrogantes.
Él:
“Estás pidiendo mucho.”
Ella:
“Sí, es que yo valgo mucho.”
No hay comentarios.:
Publicar un comentario