NUESTRO
ESPEJO REFLEJA AL MUNDO, QUIENES SOMOS Y CÓMO ESTAMOS.
“Cualquier situación que te encuentras en el exterior es un reflejo de tu
estado interior”.
Cuando nos molesta algo fuera de nosotros, nuestra reacción nos muestra que
tenemos una herida interna que no está curada. Muchas de nuestras reacciones
pueden ser inconscientes y muestran heridas en nuestro ser interior. Si estamos
preparados para ver realmente lo que está sucediendo, debemos empezar por
centrarnos en ver lo positivo en el “otro” o en el espejo.
Dejar de centrarnos en lo negativo demuestra un cierto autodominio y una
actitud positiva ante la vida.
¡Recuerda que nadie quiere vivir al lado de alguien que está
continuamente quejándose!
Y además, aquel defecto que ves en la otra persona, no es más que un defecto
que tienes en ti mismo/a.
Todas las personas vivimos siempre afectadas por el espejo, que refleja
nuestras propias creencias y limitaciones. Está en nuestras manos hacer de ello
un instrumento consciente o que se convierta en una herramienta de tortura
sutil. Los demás tienen derecho a equivocarse y corregirlos continuamente sólo
indica nuestra intransigencia y falta de amor en el desarrollo de nuestros
seres cercanos que nos sirven de espejo. El espejo es un instrumento que nos ha
de servir a cada uno de nosotros individualmente para mejorar, pero nunca debe
usarse como herramienta para burlarse de los demás, ya que entonces pierde su
sentido.
Así el espejo puede ser uno de los instrumentos más poderosos para el
crecimiento personal, si miramos con honestidad en nuestras relaciones podemos
aprender mucho de ellos.
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