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domingo, 21 de septiembre de 2014

LIBERANDOTE DE LAS RELACIONES TOXICAS A TRAVES DEL PERDON

"EL ACTO DEL PERDON EN SI ES UNA SANACION PARA TU ALMA"

Los seres humanos deberíamos nacer con la capacidad intrínseca de saber perdonar, pero por el contrario pareciera que nos cuesta mucho. Aprender a pedir perdón y perdonar es signo de inteligencia emocional, dicen los expertos. Cuando perdonamos una ofensa o un mal acto no es para el bien de otros es para el de sí mismo.

El perdón consiste básicamente en aceptar. Aceptar las situaciones que te hicieron daño y dejar de desear que hubieran sido de otra manera, o de sufrir porque no puedes dejar de pensar que lo que ocurrió fue injusto. Aceptar tu dolor y tus emociones de ira o tristeza, sin pretender cambiarlas o aplacarlas, sin juzgarte ni condenarte a ti misma. Aceptar que todo eso ya pertenece al pasado y que aunque fuera injusto y doloroso no es excusa para aferrarte al sufrimiento. Aceptar, por último, que el proceso del perdón puede ser lento, doloroso y circular. 

El perdón empieza por uno mismo. Acepta todo aquello que pertenece a tu sombra. Tú sabes lo que es: todas esas cosas que jamás mostrarías en la primera cita. Rencores acumulados, sentimientos de culpa y vergüenza, pensamientos de “debería haber hecho”… Es hora de liberarte de todo ese peso, dándote cuenta de que mirar al pasado para decirte que tendrías que haber actuado de otra manera no sirve de nada. Compréndete a ti misma, recordando que en cada momento haces lo que puedes con el conocimiento y el nivel de conciencia que tienes.

Perdonándonos a nosotros mismos:

Antes que nada, debemos perdonarnos a nosotros mismos antes de perdonar a los demás. Por esos sentimientos negativos que hemos generado y esa situación de la que hemos participado, por los malos deseos o por cualquier acción que haya podido desencadenar el hecho que estás perdonando. De esta forma creas tu paz interior, porque para poder estar bien con los demás y perdonar, es necesario estar bien contigo mismo. “El perdón hacia nosotros mismos es esencial. Nos permite liberarnos de la culpa, las expectativas y la necesidad de ser perfecto. Nos ayuda a querernos y ayudarnos más, y por lo tanto a abrir nuestros corazones a los demás también.

Perdonar nos permitirá controlar las emociones y reacciones que se generan con la ofensa. Además, elevará nuestra autoestima, dándonos mayor seguridad y confianza. Desarrollaremos la habilidad de diferenciar y seleccionar nuestras respuestas en situaciones similares. También aprenderemos a actuar con madurez y sabiduría frente a la adversidad. Cuando perdonamos debemos hacerlo desde el corazón no desde el ego.

“El perdón es un mecanismo para que nuestro corazón sane, para que nuestro alma brille, para que nuestra vida vaya en aumento, para que tú y yo podamos desarrollar este potencial que poseemos."

Escribe:

En las terapias sobre el perdón se suele aconsejar expresar los sentimientos por escrito. Es una forma excelente de liberar la ira, la confusión o los remordimientos. No tienes por qué compartirlo con nadie, ya que puedes escribir en tu diario o redactar una carta que ni siquiera tienes que enviar a tu destinatario (aunque puede ser saludable hacerlo si sientes que quedaron asuntos pendientes entre los dos). Solo escribirla te hará sentirte mejor. Recuerda que la clave a la hora de practicar la escritura como terapia es no reprimirte ni censurarte en absoluto. Solo lo vas a leer tú. Por lo tanto, deja salir todo aquello que empaña tu interior.


Reinvéntate:

Cuando se trata de lidiar con las emociones, ayuda recurrir al simbolismo y la fuerza de los rituales o actos de psicomagias para echar de tu vida el recuerdo de una situación o persona que aún te pesa. Rompe fotos, cambia la decoración de tu dormitorio, recopila las escenas más dolorosas de tu pasado amoroso y conviértelas en una comedia. Se trata de quitarle hierro al dolor sin entrar a analizarlo racionalmente y que te des cuenta de que ahora eres más fuerte de lo que pensabas y no estás condenada a cargar con el sufrimiento de por vida como si fuera una cadena.

Acepta:

Perdonar o pedir perdón son lecciones muy difíciles. No te fuerces a ti misma. Si sigues sintiendo dolor o rencor cuando piensas en una historia pasada, y esas emociones son todavía demasiado poderosas, acepta que aún no estás preparada para hacer borrón y cuenta nueva. Déjate a ti misma descansar y proponte abordar el asunto más adelante, cuando te encuentres más fuerte u optimista.

Otra importante recomendacion es practicar el HO'OPONOPONO:

Debemos comprender antes que nada que el ho'oponopono nos habla de la responsabilidad que cada ser humano tiene por sus propias vivencias, por lo tanto y partiendo desde este concepto, no existe, más responsable que YO MISMO. Soy yo quien estoy relacionándome con otro ser humano, de una manera equivocada.

No importa, si esa otra persona, sea mi pareja, mi padre , mi amiga, mi hijo, mi jefe o mi hermana, el fondo de esa relación, es que quiero controlarla.

No trataré de explicar cuantas memorias negativas nos pueden llevar a buscar y mantener una relación toxica, son innumerables y ancestrales.

Es suficiente saber que, cualquiera sea la relación que mantenga, si ésta, me quita la paz, es porque así, lo he elegido yo.

No existen victimas ni victimarios, ya que siempre elegiré las relaciones que repitan lo que ya conozco. Entonces es mejor tomar la responsabilidad y aceptar que me emparejo, asocio, familiarizo, con las personas que son afines a mi estado emocional y espiritual.

Si yo, cambio y mejoro, doy pasos para que la sanacion tenga lugar en MI, cambiará mi realidad y lo mas probable, es que deje de tener en mi entorno, a muchas de las personas con las que solía relacionarme. Ho´oponopono es entrega, es el equivalente a mantenernos en la actitud sincera de “que se haga Tu voluntad, y no la mía”.

Ho´oponopono es dejar el control a la Divinidad, pero no es, detener el empeño.

Tan sólo diciendo “Lo siento, Perdoname Gracias, Te amo”, y dejando a la Divinidad , hacerse cargo de aquellas memorias que me traen sufrimiento, puedo ver como mi vida se va transformando, en ese remanso de paz, que tanto busqué.

Sea lo que sea, que este mal, lo entrego a la Divinidad para ser transmutado, y continuo mi camino hacia la libertad.

De eso se trata la practica del ho´oponopono, llegar a la liberarnos de las memorias negativas:

" Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como solo Uno. Te entrego todas las memorias negativas que me llevan a repetir una y otra vez relaciones conflictivas en mi vida para que Tú, las transmutes en luz. Que la gratitud y la alegría, sean el estado constante en mi vida.

¡Y así se ha hecho!

Lo siento, por favor perdóname

Te amo,Gracias"


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