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lunes, 18 de agosto de 2014

DAR Y RECIBIR....



Dar y recibir..... Este es un concepto que aun no manejamos con destreza y lo podemos observar cuando estamos en apuros económicos o cuando estamos estancados en nuestra prosperidad.

La ley dice que al dar, vamos a recibir. Pero hay mucho que decir en este sentido. Muchas veces escucho a mis clientes que me dicen que dan mucho y no reciben lo suficiente a cambio y eso se genera cuando estamos midiendo el medio por el cual llegará lo que hemos dado.

La vida es un enigma muy interesante, porque cuando damos, realmente no podemos tener la certeza de dónde llegará ese retorno de lo que damos. Quizás hemos ayudado a alguien con dinero y esperamos, por ejemplo, que esa persona pueda darnos las gracias al menos. Pero al ver que ella no lo hace, sentimos que hemos dado sin recibir. Sin embargo, ese retorno pudo haber llegado por otro medio que ha pasado desapercibido al estar pendientes de lo que llegará desde la persona a la que hemos ayudado.

Es difícil seguir la pista de los retornos que recibimos, son tantos y tan variados, que la mayoría de las veces llegan sin que nos demos cuenta.

Otro aspecto muy interesante en esto, es que no sabemos reconocer lo que tenemos para dar. En esto días he estado estudiando marketing y me he percatado de la importancia que tiene reconocer todo lo que hemos logrado y conseguido en la vida. El hecho de reconocerlo, verbalizarlo y darlo a conocer, nos hace sentir muy bien y al mismo tiempo inspira a otras personas.

Entonces, he visto que no sabemos reconocer nuestros tesoros internos, todo lo que la vida nos ha permitido experimentar, todo lo que sabemos y todo lo que podemos entregar a otros como energía.

Porque al pensar en dar, pensamos en entregar algo tangible, una cosa física, algo que tiene un valor comercial y olvidamos que tenemos experiencias increíbles que podemos compartir como energía y que tendrán el mismo o más valor que algo físico.

Tenemos una convicción personal que puede ayudar a inspirar a otros, hemos tenido valor para tomar algunas decisiones, hemos tenido la audacia de hacer algo que otro quiere hacer. Podemos hacer llegar esa energía que poseemos a otros haciendo que se produzca el círculo virtuoso de dar y recibir.

Cuando alguien se encuentra en apuros económicos siente que no tiene nada para dar y la verdad es que tiene demasiado para entregar. Tiene un almacén de experiencias y un gran repertorio de buenas intenciones para los demás, que puede abrir la puerta a ese flujo natural de dar y recibir.

Creo que uno de los más grandes inconvenientes que tenemos para crear ese flujo es no saber considerar todo lo que somos en este momento, porque no le hemos dado su justo valor. Cuando no tenemos una cosa “como dinero en la cuenta”, pensamos que no tenemos suficiente para dar y hasta nos sentimos en necesidad de que nos den.

Pero si consideras tu arsenal energético te darás cuenta de que sobra y sobra mucho para entregar. Lo que somos como ser no tiene una limitación y por lo tanto, no tendría por qué cortarse ese flujo de dar y recibir.

Si hoy estas pasando por apuros económicos, realiza un recorrido de todos tus recursos energéticos y ponlos a disposición de otras personas para volver a activar tu abundancia.

¿Qué sabes hacer, qué piensas o sientes que pueda ayudar a otros? ¿Qué pensaste o sentiste en el pasado que te funcionó y puedes compartir?

Espero que muy pronto tu flujo de dar y recibir pueda restablecerse.


*Fuente y creditos de la nota: Patricia González.


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