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domingo, 27 de abril de 2014

EL NIRVANA DE LAS ALMAS...



"Un alma reencarna a través de cientos (a veces miles) de vidas durante su evolución. El propósito de cada vida es experimentar nuevos aspectos de ella misma y aprender lecciones. Después de cada vida, el alma regresa al paraíso, en donde ésta es evualuada. El alma decide qué lecciones le quedan por aprender en la siguiente encarnación. Éstas pueden ser lecciones muy sencillas, aunque a algunas almas les toma varias vidas aprenderlas. Un ejemplo sería poder compartir todo lo que tengo lo mas que pueda con otros. Una vez que el alma ha aprendido lo suficiente, ésta se mueve a una dimensión más elevada, para continuar evolucionando hasta que se vuelva una con la Fuente Divina (el Creador). Cada planeta tiene su propio paraíso. El nuestro se llama Nirvana. Una vez que el alma reencarna en la siguiente vida, pasa por un "velo del olvido" que borra la memoria de la vida previa hasta que vuelva otra vez al paraíso. Todos tenemos un ángel de la guarda y guías, que nos acompañan, protejen y ayudan lo más posible en nuestra evolución. Esta ayuda no es clara como el agua, generalmente es una sútil inspiración, un sentimiento o una oportunidad creada. Nuestro paraíso existe en la cuarta dimension, cerca de la tierra, la cual todavía se encuentra en tercera dimensión. Al decir dimensión no es en referencia a las dimensiones que son utilizadas en la tierra (como longitud, ancho o profundidad) sino a la densidad, o la frecuencia en la cual la energía vibra. Mientras más alta es la dimensión más alta es la vibración, lo cual significa que todo es más ligero. Para estándares universales, la tercera dimensión es primitiva y pesada. Existen más de diez dimensiones. Las cosas no tiene alma como los seres humanos y los animales, pero si tienen consciencia. Las estrellas, los océanos y los granos de arena están conscientes de serlo. Ésto es porque toda la materia es energía que vibra a cierta frecuencia y la plena consciencia existe en la energía. Inclusive todos los pensamientos, intenciones y emociones de todo el mundo son sabidos. Que los humanos no sepamos éste tipo de cosas, es porque hay un cerebro involucrado. El cerebro empieza de cero al comienzo de una nueva vida, por lo tanto, tiene que aprender todo por sí solo. Siendo así, estaríamos mejor sin cerebro. Pero entonces seríamos omniscientes y esa no es la intención del Creador, que quiere seguir experimentándose una y otra vez."

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