Bienvenido seas a este espacio para el reencuentro del ser. Nada es casualidad, no hay accidentes en el mundo de la voluntad. Por eso celebro y bendigo esta magica sincronia, y elijo creer que el universo nos permitió crear este lazo. Es hora de despertar, las energías del viejo mundo han quedado atrás y el Nuevo Mundo te exige vivir en conciencia, armonia y amor. Que fluya el conocimiento! Que es la llave de la libertad!
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martes, 14 de mayo de 2013
LA ENFERMEDAD, UNA OPORTUNIDAD
"No hay mayor enfermedad que aquella que se crea uno mismo en el alma".
Tu cerebro produce Endorfinas que tienen propiedades opiáceas, analgésicas y placenteras, siempre que disfrutes del presente. Todo lo que te produce satisfacción genera Endorfinas, masajes, caricias, reír, el contacto con la naturaleza, la música y el baile. Las Endorfinas fortalecen tu sistema inmune por eso las personas felices difícilmente se enferman…
Tus pensamientos y tus sentimientos negativos son el software que programa tus conductas equivocadas, las que te generan sufrimiento, negatividad, estados de No-Ser, escasez y soledad…
Además, son el software que programa tus células, porque el cuerpo siempre obedece las ordenes de la mente. La enfermedad aparece cuando existen múltiples causas que bloquean e impiden tu felicidad. Sus causas están en tu propia mente, en tus falsas creencias, tus falsas conductas, tu falsa alimentación, tus pensamientos negativos, tus deseos frustrados y tus aversiones conscientes o inconscientes...
La enfermedad es entonces una extraordinaria oportunidad para encontrar y corregir esas causas, para localizarlas y trascenderlas…
La enfermedad es el grito de auxilio de tu cuerpo, abrumado porque nunca tomas agua, porque no puede digerir la cantidad de carne que ingieres y esta comienza a podrirse en su interior llenándolo de bacterias y patógenos terriblemente dañinos; porque esta saturado de la mucosidad que generan la leche y los quesos; porque ingieres alimentos que tienen sus moléculas deformes, sin vitalidad, ni nutrientes porque los cocinaste en un microondas; porque fumas mucho, tomas mucho alcohol, te tinturas el cabello todas las semanas, tienes empastes metálicos en la boca y nunca duermes adecuadamente; porque comes rápido, en exceso y muchas veces alterado; porque endulzas tus alimentos y tus bebidas con azúcares venenosos…
La infelicidad, la insatisfacción, el estrés, la preocupación, los conflictos vuelven ácida y tóxica tu mente. Las conductas auto destructivas, la soledad, la verguenza, la culpa, el sentirte víctima, la rabia, el rencor y los deseos de venganza, vuelven ácidos y tóxicos tus sentimientos. La falsa alimentación vuelve ácido tu cuerpo, lo llena de toxinas, basuras, residuos celulares, residuos metabólicos, bacterias, hongos, virus y mohos. Todo esto y mucho más, repetido por años y años, logra que ni tu cuerpo, ni tu alma puedan evacuar las toxinas que ingieren y las que producen, entonces obviamente surgen los síntomas de todas esas causas y enfermas...
Toda enfermedad es crónica mientras persistan las causas que la generan. En tus manos esta el corregirlas. Tu sanación comienza cuando asumas y aceptes tu responsabilidad sobre todo lo que creas y sobre todo lo que sucede en tu vida. Cuando inicies un proceso de evaluación imparcial y de reconstrucción interior. Cuando te des el trabajo de localizar y trascender las falsas creencias y las falsas conductas que continúan generándola. Recuerda que solo cosechas lo que sembraste, que hoy mismo puedes decidir que siembras ahora y en el futuro...
Tus pensamientos y tus sentimientos son más potentes que cualquier sustancia química, si tu infelicidad prevalece no importa lo que tomes no sanarás. No hay fármacos que generen felicidad y la felicidad es el agua que lava, limpia y evacua las toxinas de tu mente y de tu cuerpo...
La sanación comienza cuando te ames a ti mismo, cuando agradezcas la oportunidad de estar vivo y consciente, disfrutando de este escenario maravilloso instante tras instante. Ese estado es el que crea la fuerza vital que alegra tu corazón a latir, tus células a crecer, le entrega a tu alma y a tu cuerpo la máxima energía, lo que siempre desencadena una fuerte respuesta sanadora...
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